Cada año el chapoleo del agua es común en miles de hogares ecatepequenses: para entrar o salir de sus casas deben meter en el agua las piernas, muchas veces hasta las rodillas o más arriba, ya sea para tratar de desalojar el agua que siempre los inunda en temporada de lluvias, sacar a sus pequeños hijos o para recuperar objetos, ropa o documentos importantes para luego dirigirse a casa de alguno de sus parientes porque ahí no podrán pasar la noche en por lo menos tres o cuatro días, dependiendo de en cuánto tiempo desalojen el agua de sus viviendas, con ayuda de camiones váctor o a puro pulmón, como el mexicano acostumbra resolver sus problemas cuando las autoridades se hacen ojo de hormiga para no ayudarles.
Desde hace más de 20 años, los habitantes de la Laguna de Chiconautla -y en esta ocasión de 100 colonias más de Ecatepec, Estado de México- sufren inundaciones debido a la falta de mantenimiento de los cárcamos instalados o porque simplemente no existen en algunas colonias, como es el caso de La Laguna de Chiconautla. En fin, el resultado es que en temporada de lluvias, miles de ecatepequenses siempre están en riesgo de perder la vida y, por supuesto, sus bienes materiales.
La gente sabe que eso siempre sucede en época de lluvias y huracanes; también saben que los cárcamos instalados en sus colonias no funcionan porque el gobierno municipal no invierte en su mantenimiento. Por eso, desde hace tres meses, los habitantes de la colonia Ciudad Azteca, primera sección, solicitaron al presidente municipal Fernando Vilchis Contreras, que diera mantenimiento a los cárcamos y que les mandara camiones váctor para desazolvar drenaje; habitantes de otras colonias también pidieron lo mismo, además de la limpieza de fosas sépticas.
Sin importarle el tiempo de antelación con la que recibió dichas solicitudes, el alcalde de Ecatepec, militante de Morena, no escuchó a sus gobernados y, por lo pronto, el saldo de las lluvias de la tarde-noche del lunes 6 de septiembre es de dos muertos e inundación de miles de hogares ecatepequenses en donde se perdieron muebleas, ropa, plantas, etc.
Este año los afectados son habitantes de más de 100 colonias, lo que indica que Ecatepec es zona de desastre y así debe reconocerlo el gobierno federal, el cual debe invertir recursos para rescatar a las 150 mil familias que están sufriendo por inundaciones y perdieron gran parte de sus bienes materiales.
Hoy, pues, los habitantes de 100 colonias de Ecatepec sufren en carne propia la negligencia del presidente municipal morenista, quien así traiciona la confianza que sus gobernados le dieron el pasado 6 de junio, cuando resultó el político más votado por la ciudadanía, pero a los que no envía ni siquiera un camión váctor para sacar la basura de los drenajes, y con ello fluya más rápido el agua de lluvia y no se meta a sus casas. Ya ni hablar de que en Ciudad Cuauhtémoc solo funciona un cárcamo, de cuatro, debido a que el gobierno de Vilchis Contreras no invirtió en reparación y mantenimiento de otros tres. Al gobierno morenista, pues, no le importa la suerte de la gente; le importan sus votos, pero no su suerte.
El slogan del Gobierno municipal de Ecatepec encabezado por Fernando Vilchis es absolutamente demagógico, pues, asegura que: “Ecatepec está cambiando”.
Pero, los ecatepequenses no ven ni sienten que las cosas estén cambiando pues cada temporada de lluvias ellos siguen poniendo en riesgo sus vidas y perdiendo su patrimonio. Además, la gente sigue transitando en calles sin pavimentar, sin banquetas y, lo que es peor, sin agua potable para beber o lavarse las manos, lo cual es mortal en estos tiempos pandémicos, como lo demuestra el hecho de que Ecatepec es el municipio mexiquense que ocupa el primer lugar en contagios y muertes: 22 mil 75 personas contagiadas y 2 mil 968 defunciones, de acuerdo con las cifras de la secretaría de Salud del Estado de México.
Fernando Vilchis Contreras es un demagogo pues solo está en el papel aquello de “primero a los pobres”, pero en los hechos los desprecia. Es más, a los ecatepequenses organizados en Antorcha -muchos de los cuales son de los más vulnerables del municipio-, con toda soberbia y altenería les ha dicho que mientras sigan en Antorcha, no atenderá ninguna de las problemáticas que le presenten. O sea, el sectarismo, prejuicio y discriminación morenista a todo lo que da.
Independientemente de ideología o militancia política, todos los mexicanos tenemos derechos humanos y políticos, y nadie, nadie, puede coartarlos porque la ley máxima los protege y, en concreto, deben protegerlos los gobernantes de todos los niveles. En esa calidad están el derecho a organizarnos en la agrupación que queramos y el poder gozar de servicios públicos, salud y vivienda, los cuales deben brindar los gobiernos de todos los niveles.
Vilchis Contreras no cumple con eso, ni de lejos. Los antorchistas no renunciaremos a esos derechos y, como siempre lo hemos hecho, los defenderemos con toda energía, además de que denunciaremos a los gobernantes sectarios, demagogos y discriminatorios, como lo es Vilchis Contreras.
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