Desde hace más de 8 años, la organización de los pobres de México, Antorcha Campesina, llegó a la zona sur del estado de Nuevo León. Después de permanecer por más de 30 años sólo en la zona metropolitana de Monterrey. Esto fue posible por antorchistas de la ciudad que decidieron dejar a sus familias para buscar una mejor vida, una vez que se dan cuenta que la organización representa los intereses de los humildes, de los olvidados de siempre, se convencen de la necesidad de que los campesinos del sur de la entidad requieren de una organización como el Movimiento Antorchista, un grupo organizado donde sus miembros se forman por medio de lucha y trabajo, activistas que con el respaldo de la gente resuelven en corto plazo mediante gestiones las necesidades elementales de pueblos y colonias.
Todo empezó en el municipio de Galeana, en el ejido Navidad y más tarde se extendió a los municipio de Aramberri, Zaragoza, Dr. Arroyo y Linares, lugares en la que los antorchistas encabezaron a las familias marginadas en los ejidos y colonias para solicitar a las autoridades gubernamentales una mejor calidad de vida. En este camino de trabajo y de lucha de la organización, en esta parte de la entidad se pueden ver materializados los resultados del antorchismo, que consiste en más de 2 mil viviendas entregadas, pavimentación del camino del Refugio de los Ibarra rumbo al Peñuelo, la construcción de un albergue cultural en San Fernando; todas estas obras de impacto son el historial de un movimiento realmente comprometido con la clase pobre del país.
Antorcha, desde su llegada al municipio de Galeana ha encabezado la demanda de agua que durante años varios ejidos continúan careciendo, entre las localidades está el ejido 6 de Enero, San Ignacio de Texas, El Refugio de los Ibarra, Las Esperanzas (El Coyote), Presa de Gámez, por mencionar algunos.
Esta demanda no es nueva, incluso, ha sido una de las primordiales en las que Antorcha continúa insistiendo.
Los antorchistas nunca hemos actuado fuera del marco de la ley. Al solicitar que se resuelvan demandas de carácter social hemos acudido al Gobierno siempre de manera respetuosa y pacífica, anteponiendo el diálogo. Tal como ocurrió el pasado jueves 18 de febrero, en la que un grupo de antorchistas se presentaron en la alcaldía de Galeana, en la que se cumplieron todos los requisitos para hacer entrega de un oficio reiterativo de las demandas de agua potable, medicinas y apoyos alimentarios.
Al llegar a la dependencia nos recibieron con la sorpresa que los funcionarios se negaron a recibir las peticiones de campesinos que están solicitando un derecho, un servicio que el Gobierno debe garantizar, el suministro de agua en las localidades.
El artículo 8° de nuestra Constitución nos respalda al aclarar que "los funcionarios y empleados públicos deben respetar el ejercicio del derecho de petición, siempre que ésta se formule por escrito, de manera pacífica y respetuosa; pero, en materia política, sólo podrán hacer uso de ese derecho los ciudadanos de la República”. ¿Será que los funcionarios no tienen conocimiento de las leyes mexicanas? Acaso ¿se olvidan de cómo llegaron al poder? De la forma que sea, me parece que los funcionarios deberían tener empatía con la gente que sufre todos los días por agua, medicamentos y falta de comida y que, además, es la que los llevó a ocupar el cargo que ahora tienen. Deberían tener presente que el pueblo no olvida a quienes le dieron la espalda, mucho menos a quienes lo ayudaron.
Invito a mis compañeros a que continuemos la lucha para seguir exigiendo a las autoridades, no solo que escuchen al pueblo sino que le resuelvan, las peticiones no son un capricho de las familias, son justas, legales y muy necesarias para la sobrevivencia de la gente, sobre todo en la actual pandemia que sigue cobrando muchas vidas.
Tal vez mi humilde opinión no se publique en los grandes medios de comunicación, pero me siento con la responsabilidad de levantar la voz ante los atropellos de funcionarios que un día prometieron velar por los intereses de la población. Ahora que los próximos comicios electorales están a la vuelta de la esquina, abramos bien los ojos y analicemos las propuestas de cada uno de los candidatos, pero, sobre todo, recordemos los hechos de cada candidato o candidata. Esta elección que se acerca puede ser una continuación del retroceso del municipio o una oportunidad para que con el voto se pueda cambiar la situación de las familias humildes de Galeana.
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