El fin de semana pasado sufrieron represión nuestros combativos camaradas activistas de Baja California Sur, encabezados por Ricardo Mendoza Madrigal, su líder estatal y Cristian Nicolás López, líder municipal en Los Cabos, siendo víctimas de una persecución y abuso policiaco por indicaciones del alcalde morenista Oscar Leggs, violando todos sus derechos y garantías individuales, al parecer con visto bueno de las autoridades estatales morenistas. Este dictadorzuelo de cuarta, sintiéndose amo y señor del municipio, encarcela a jóvenes, profesores y ciudadanos por el solo hecho de difundir en los cruceros, la nula solución a sus demandas sociales por parte de la mayoría de las autoridades municipales, empezando por el mismo alcalde. Nos preguntamos: ¿qué obras y servicios está ejecutando el alcalde represor en beneficio de los cabeños humildes? ¿Cuántos apoyos sociales ha entregado a las familias vulnerables en las zonas marginadas? ¿Qué está haciendo para combatir la inseguridad que va en aumento y que lacera a toda la población? ¿Cuál es la inversión en infraestructura deportiva y cultural que está ejecutando en las colonias populares para impulsar a la juventud que más lo necesita? No se está haciendo prácticamente nada y si algo se hace es para beneficiar las zonas residenciales. Estas son razones suficientes de peso para que la población esté indignada, denuncie y exija lo que es suyo, pero hasta ahora sigue siendo promesa de campaña, no se ve que se esté materializando el lema de “primero los pobres”. Así que más que indignarse el alcalde debería de ponerse a trabajar, porque la indignada debería de ser la población y con todo derecho, por sentirse defraudada. A los funcionarios, por sus hechos los conoceréis, como reza el refrán.
Debido al rezago, la marginación y la pobreza, Los Cabos está marcado por un gran abismo entre los que tienen todo y los que no tienen nada, terrible realidad que debería llenar de vergüenza a todos los ex gobernantes del municipio, muchos de ellos se niegan a verla y aceptarla, pero es como si en la sala de una casa estuviera un elefante y al entrar alguien no lo viera o no lo quisiera ver: miles de familias viven en condiciones infrahumanas, sin agua, electricidad, seguridad, espacios culturales y educativos, carentes servicios de salud, etc. En esa ciudad están presentes las dos caras de la moneda social, por un lado, la opulencia y lujos, por el otro la marginación presente en decenas de colonias dormitorios, donde viven los trabajadores de los grandes negocios, provocando que el porcentaje de población vulnerable por carencias sociales sea de 363,500 personas, representando el 43.3% de la población total del estado, 4 de cada 10 ciudadanos padecen algún tipo de pobreza. Estas cifras sí son para indignarse y denunciar a todos esos culpables de provocar ese gran abismo social.
La inseguridad está a niveles alarmantes y van a la alza en las dos principales ciudades de la entidad, La Paz y Los Cabos: el robo de vehículos 46%, el robo a negocios 44.5%, en homicidios 38.5%, en extorción 45.5%, narcomenudeo 41%, robo a casa habitación 41.5%, violaciones 45%, violencia intrafamiliar 40.5%, En el principal municipio de actividad turística de aquel estado, Los Cabos, la percepción ciudadana en inseguridad pasó de 20.2% en diciembre del 2021 a 28.5% en marzo del 2022, información de la Encuesta Nacional de Seguridad Publica Urbana (ENSU). Estos problemas merecen toda la fuerza policiaca y el peso de la ley, pero será por inoperancia, incapacidad o complicidad que a los verdaderos delincuentes no se les hace nada y hasta se les protege. La realidad es la única prueba de verdad y ahí están los resultados que exigen una solución.
Un llamado a todo el pueblo cabeño: ustedes son víctimas de vivir, sufrir y padecer en carne propia, ver con sus propios ojos, la profunda desigualdad: el tener y no tener, la abundancia y la miseria, la opulencia y la carestía. Los Cabos son el vivo ejemplo de las dos clases sociales en que se divide la sociedad, explotados y explotadores. Los males sociales que hoy se viven en San José y Los Cabos, son el resultado de la voracidad del sistema económico neoliberal, mientras una minoría puede disfrutar de los grandes lujos y comodidades, las grandes mayorías trabajadoras deben padecer todas las carencias, llegando a vivir en condiciones infrahumanas. Adelante compañeros, su ejemplo de lucha al lado del pueblo humilde es un acto de heroísmo que pocos lo hacen y lo comprenden, deben de saber que su ejemplo de rebelión, entrega y valentía, es la semilla que germinará y un día florecerá. Con nuestro pueblo todo, sin él nada. Aunque muchos de sus miembros por ahora no lo comprendan a cabalidad, poco a poco les irá sembrando conciencia, para que un día su voz y su actuar se convierta en rebeldía, nuestra bandera que hoy defendemos representa tanto que vale la pena defenderla con nuestra propia vida si fuera necesario.
Los actos viles y cobardes del alcalde cabeño, demuestra que es un enemigo de los humildes, su burocratización, miopía política e insensibilidad no le permiten ver, atender y resolver las demandas de sus gobernados. Desde Sonora le decimos nuestra lucha por mejorar las condiciones de los más necesitados no cesará, la lucha de los humildes de ese municipio, es la bandera de todos los antorchistas del noroeste del país. Adelante compañeros, estamos con ustedes y nuestros modestos esfuerzos ahí estarán cuando los necesiten. Saludos revolucionarios.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario