Los recientes ataques del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, contra la prensa a nivel nacional, son consecuencia al escándalo en torno al estilo de vida que lleva su familia. La investigación que hizo pública el medio de comunicación Latinus y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) se reveló las casas de lujo donde ha vivido el vástago del primer mandatario.
Siguiendo el ejemplo del su presidente, los gobernadores, legisladores y seguidores de la “4T” han accionado una serie de agresiones contra los medios de comunicación que los cuestionan, buscan criminalizar a sus críticos y los acusan de “mercenarios”, “chayoteros”, “traidores de la patria”, con lo que transgreden los derechos humanos enmarcados en los artículos 6° y 7° de la Constitución Mexicana, los cuales señalan que nadie tiene derecho a prohibir o limitar la libertad de expresión,
Hace unos días, el analista político Jesús Silva-Herzog, decía que: “los escándalos tienen un metabolismo curioso, comienzan apuntado una falla de un actor público y muy pronto se convierten en otra cosa, en algo más dañino para su reputación”. Es el caso del presidente, pues ahí se revela un clarísimo conflicto de interés en el que se involucra al hijo mayor del primer mandatario y a una empresa contratista de Pemex, que pasó a desencadenar varios escándalos de corrupción de su círculo más cercano y una empresa de nombre KEI Partners, donde afirman que trabaja su hijo, ligada a la compañía llamada Vidanta, un consorcio con 30 desarrollos turísticos, propiedad de un amigo de López Obrador.
En las últimas dos semanas hemos visto las reacciones de López Obrador y han revelado a un hombre sin control, furioso y que viola la ley con impunidad en plena transmisión en cadena nacional. Le pidió al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) que difunda los datos que tiene en su poder para conocer los ingresos y el patrimonio de un comunicador que lo critica, así es como intenta buscar venganza. Sin embargo, afortunadamente este órgano no cedió al capricho y rechazó la solicitud, pues tiene como una de sus principales facultades proteger los datos personales de los ciudadanos, así lo estipula el artículo 16 de la Constitución: “toda persona tiene derecho a sus datos personales (...) es necesario el consentimiento previo de la persona en cuestión”.
Los seguidores del presidente (gobernadores y alcaldes y sus simpatizantes), han emulado ese comportamiento. Han dicho que cualquier crítica a Morena o a López Obrador es una traición a la patria, pues creen que el presidente “es la patria encarnada”. Han acusado a los opositores de ser “golpistas”, que quien los critica es un criminal, esta posición es totalmente antidemocrática y lesiona los derechos de millones de mexicanos que no estamos de acuerdo con la manera en la que gobierna el partido Morena.
Considero que en la democracia deben existir espacios donde se toleren las discrepancias, puntos de vista y los debates de altura. Es normal y correcto que existas diferencias para poder construir un país justo y equitativo como queremos en Antorcha. El respeto es un elemento importante para lograr una armonía de entendimiento y eso no se traduce en silenciar a los críticos de cualquier gobierno. La relación del poder con el periodismo será siempre de cuestionamiento, no de complacencia. Sí a la crítica y a la réplica, no a los insultos.
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