Científicos, especialistas y medios de comunicación aseguran que en Tabasco ya suman más de 300 mil damnificados por las inundaciones de hace 70 días; se habla de 24 muertos e incalculables pérdidas materiales para miles de familias que se quedaron sin sus pertenecías, ganadas con mucho esfuerzo durante años de trabajo. En Tabasco otra vez, el pueblo pierde todo por las inundaciones.
Sin embargo, ni el estado, hoy representado por AMLO y su "Cuarta Transformación", ni tampoco el gobernador morenista Adán Augusto López, se han puesto a la altura de tal desgracia y todo parece indicar que no van a recular. En distintos foros, se les ha visto declarar abiertamente que no les interesa impulsar acciones contundentes y efectivas para combatir las inundaciones y ganarle al desastre, han despreciado de una forma vil, la entrega de apoyo alimentario básico para todos los damnificados, se sabe que los apoyos económicos, tan anunciados por los "servidores de la nación" no están llegando a ningún damnificado, que desafortunadamente, perdieron su fuente de trabajo y no tienen ningún tipo de liquidez para recuperarse; también, se supo que el ejército mexicano está trabajando prácticamente con lo que puede, puesto que no hay autorización de recursos para entregar despensas, apoyos y salvar vidas humanas, los tabasqueños están echados a su suerte.
Así es como sigue avanzando la penuria de los pobres y desprotegidos de Tabasco, que tienen que enfrentarse con la pandemia por el covid-19, así como con la falta de empleo, vivienda y alimentos. Para el que son, según el Consejo Nacional de Evaluación de la política de Desarrollo Social (Coneval), poco más 1 millón 300 mil habitantes, y todos, padecen algún grado de pobreza no se aplica el discurso de AMLO "primero los pobres", no, el discurso de AMLO queda hueco y sepultado con su actitud en Tabasco como botón de muestra.
Pero como si se tratará de un mal sueño, no sólo están abandonados a su suerte y la ayuda es limitada, sino que, a raíz de las inundaciones, los casos por covid-19 van al alza, se sabe bien que este fin de semana se presentaron más muertes en la entidad (62) como en ningún otro momento desde la aparición de la pandemia. Pero trágicamente no es todo, el Sistema Meteorológico Nacional (SMN) ha anunciado la entrada en vigor del frente frío número 8, del cual, el organismo adelantó que se esperan "fuertes lluvias" en Tabasco y Chiapas en las últimas horas, así que, el agua no se irá.
La solución no depende de los tabasqueños, depende de la voluntad de los gobiernos en turno. Se sabe bien que, en la entidad, no pocos han sido los proyectos impulsados por el Gobierno de la República y el estatal para poner orden en los escurrimientos de los ríos Grijalva y Usumacinta, sin dejar de lado los demás ríos que fortalecen las corrientes pluviales.
Proyectos como la construcción de la presa Malpaso en 1964, el proyecto del cauce de alivio del río Samaria en 1965, el Proyecto Integral Contra Inundaciones (PICI) de 1995, hasta el Plan Hídrico Integral de Tabasco del 2008.
Sin embargo, como cada año, la problemática sigue presente por la ubicación geográfica de la entidad, por lo que es vital la inversión en obras hidráulicas de gran envergadura para terminar de una vez por todas con todas las inundaciones, sin embargo, aquí de nueva cuenta se demuestra que AMLO no está del lado de los pobres, él, como primer mandatario, sabe bien cuánto dinero gastar en la inversión de infraestructura hidráulica; sin embargo, prefiere Dos Bocas, una irresponsabilidad y cerrazón sin límites.
Por eso, los antorchistas, nos hemos dado a la tarea de dar a conocer nuestra postura sobre la situación de Tabasco, invitarlos a escuchar nuestro mensaje. El pueblo tabasqueño está solo, la autoridad está escondida y sigue sin dar la cara a los problemas, la gente tiene que rascarse con sus propias uñas, por lo que, llamamos a todos los morelenses a solidarizarnos con nuestros hermanos, para tenderles la mano como muchas otras veces lo hemos hecho.
Por otro lado, llamamos al pueblo de México a reaccionar de una vez, no podemos quedarnos al nivel de la queja y la inconformidad, debemos levantarnos y exigir lo que por derecho nos corresponde, pero si no responden, tendremos que quitarles el poder político.
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