En la presente guerra, es muy claro, evidente, la manipulación mediática, informativa o, mejor dicho desinformativa y de mentiras hasta la saciedad, que llevan a cabo los centros de fake news, de información falsa que aparenta ser verdaderas, de los centros de inteligencia de los Estados Unidos (EE. UU.) y que envían a todos los medios de comunicación del mundo occidental incluido nuestro México y todos sus medios de información reproduciéndolas miles de veces, valiéndose de la más alta tecnología para tergiversar los hechos, utilizando comentaristas, politólogos y analistas para cambiar la realidad en nuestros dispositivos y convencernos de que lo blanco es negro. Desgraciadamente, hay millones que se lo creen, que se tragan las mentiras, las repiten y actúan en consecuencia.

Al lector que me sigue, debo decirle que el gobierno de Ucrania es de ideología neonazi, es decir, que comulga con las ideas de superioridad racial de Hitler, del dominio mundial y de exterminio de las razas que consideran inferiores. También debe saber que el actual gobierno ucraniano fue impuesto por la fuerza, tras un golpe de estado orquestado por los norteamericanos en 2014, que derrocó al gobernante democráticamente electo e impuso un presidente títere al que manipulan a su antojo. 

También debe saber, que, en 1945, tras la derrota de la Alemania nazi por la Unión Soviética que salvó al mundo del nazismo, cientos de criminales de guerra alemanes se refugiaron en Estados Unidos, cuyo gobierno les dio protección y empleo. Por eso, no debe sorprendernos el hecho de que hoy apoye, financie y dirija de hecho al gobierno de Ucrania y su guerra contra Rusia.

Dicho lo anterior, veamos las mentiras del imperio estadounidense:

              1.- Dicen: “Rusia empezó la guerra”, ¡Falso! Porque tras el golpe de estado de 2014, durante ocho largos años, la región del Donbás, habitada por rusos, fue bombardeada por el gobierno ucraniano, ocasionando decenas de miles de muertos, civiles inocentes, porque las bombas eran dirigidas contra escuelas, hospitales, mercados, esto es, contra ciudades inermes, con el fin de que todos sus habitantes abandonaran el territorio, tierras con inmensas riquezas naturales que ambicionan los magnates yankis. El mismo presidente Zelenski, poco antes de la operación militar especial rusa, les dijo públicamente “el que se sienta ruso, que se vaya a Rusia” así, los expulsó de Ucrania, por eso, no debe extrañarnos que todos pidieran ser parte de Rusia antes de ser exterminados por los neonazis financiados por Estados Unidos. Además, el imperialismo estadounidense, violando los acuerdos y las leyes internacionales, instaló bases militares con ojivas nucleares en todos los países europeos que rodean a Rusia y pretendía también hacerlo en Ucrania, a cinco minutos de la capital rusa. También debemos decir que, desde el inicio de la operación militar rusa, en Ucrania se descubrieron decenas de laboratorios estadounidenses que elaboraban armas químicas y biológicas prohibidas por la Organización de las Naciones Unidas. Por todo lo anterior, podemos afirmar que la guerra la inició el gobierno imperial de los Estados Unidos.

              2.- Otra mentira de occidente: “Rusia usa su gas y su petróleo como arma contra Europa”, ¡Falso! Rusia construyó un gasoducto, por el fondo del mar Báltico, llamado Nord Stream 2, para llevar gas hasta Alemania y otros países europeos, este gasoducto iba a iniciar a funcionar en marzo de 2022, pero el gobierno alemán, sumiso ante el imperio gringo, se negó a recibirlo, provocando el desabasto y el encarecimiento del gas en su país y en el resto de Europa.

              3.- Otra evidente falsedad: “Rusia destruyó sus propios gasoductos en el fondo del mar para no llevarlo a Europa”, ¡Falso! ¿Podemos creer que lo que les costó miles de millones de dólares construir lo iban a destruir? El sabotaje terrorista contra los gasoductos Nord Stream 1 y 2 ocurrido hace unos días para impedir que el gas ruso llegue a Europa y evite el congelamiento del pueblo europeo en el invierno que apenas inicia, sólo beneficia a los plutócratas gringos, que extraen gas del fondo del mar mediante explosiones que provocan sismos, tsunamis y destruyen el planeta, todo por su ambición de obtener ganancias. Esta forma de obtener gas resulta muy cara económicamente, por lo que, el precio del gas a los pueblos europeos ahora les resulta hasta diez veces más caro que el que recibían de Rusia. Así, los gobiernos de los países de Europa se congratulan con el imperio que los somete, sacrificando a su pueblo. ¿Cuánto aguantará el pueblo trabajador?

              4.- Una mentira más: “Rusia bombardea la central nuclear de Zaporiyia, ¡Falso!” Desde el mes de marzo, apenas iniciada la operación especial rusa, la segunda planta nuclear más grande de Europa, ubicada en Zaporiyia, fue ocupada por el ejército ruso y, desde hace dos meses ha estado siendo sometida a bombardeos que han dañado sus reactores, poniendo en riesgo a varios países de Europa ante un posible desastre nuclear, los rusos la han defendido ante los ataques de Estados Unidos pero, en esta semana los enemigos del pueblo destruyeron las líneas de electricidad que la planta necesita para funcionar y no provocar el desastre tan temido. ¿Podemos creer que el mismo ejército que ocupa y defiende la planta nuclear sea el que la destruya, acaso son suicidas colectivos?

Podríamos seguir enumerando mentira tras mentira, sólo que sería motivo de un libro y no de un sencillo artículo. Para terminar, debemos reconocer que el presidente gringo, Joseph Biden es digno aprendiz de su tocayo alemán, Joseph Goebbels, ministro de propaganda de Adolf Hitler, los más grandes genocidas, que han ordenado las peores matanzas de seres humanos en toda la Historia humana. Decía Goebbels: hay que individualizar al enemigo. Biden, su aprendiz, no deja de culpar por la guerra al presidente ruso Vladimir Putin, a quien identifica con el mismísimo diablo. Dice Goebbels: hay que cargar sobre el enemigo las propias malas acciones. Así, Biden inicia la guerra y acusa a Rusia de iniciarla; ordena a sus compinches europeos no recibir gas de Rusia, acusándola de suspender el gas; en un acto de terrorismo destruye los dos gasoductos rusos que surten de gas a Europa y culpa a Rusia; bombardea la central nuclear y acusa a los rusos que ahí están de su propia destrucción. Buen aprendiz de los nazis el tal Biden.

Podríamos continuar enumerando la aplicación de las ideas nazis por parte del   gobierno imperialista norteamericano, pero, lo dicho, sería tema de un libro. 

Terminaremos destacando una idea básica del nazismo goebbeliano, que también es muy bien aplicada por el aprendiz Biden y su gobierno guerrerista: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.