Román Ocaña González es un vecino de la colonia Balcones del Sur. Fue de los que fundaron esta colonia y de los primeros que se organizó en las filas del Movimiento Antorchista luego de que solicitaron su apoyo porque la empresa constructora defraudó a las familias que habían comenzado el trámite para adquirir su vivienda. Ahora, Román Ocaña junto con sus hijos, nietos y bisnietas, es testigo del progreso y desarrollo de esta colonia a lo largo de más de tres décadas de constante lucha organizada.
¿Cómo era Balcones del Sur cuando llegaron?
Cuando llegamos aquí a Balcones del Sur, desde lo que ahora es San Bartolo, no había de lado a lado más que puro milperío, pura milpa. A mí me ha gustado siempre vivir en contacto con la naturaleza, entonces para mí fue algo formidable estar aquí en Balcones. Ya que empezamos a vivir aquí, me di cuenta que había problemas, porque un grupo de vecinos, autodenominados los ‘Asociados’, que según ellos habían adquirido su casa con el Fonapo, se creían muy influyentes, se portaban muy mal, nos decían arribistas, nos tachaban de paracaidistas, nos decían muchas ofensas y nos empezaron a echar a la policía; se rumoraba que querían sacarnos de aquí.
Junto con los compañeros, siempre estábamos alertas, los jefes de manzana muy alertas, sobre todo los activistas, ellos eran los que organizaban a la gente y ellos eran los que siempre sacaban la cara. Éramos más como 500, éramos muchos y asistían todos a las reuniones.
Un día, cuando yo vine del trabajo como a las seis de la tarde me voy enterando de que había llegado la policía, que llegó en número de 500, mi esposa es testigo de eso porque ella permanecía en casa mientras yo me iba a trabajar, y llegaron armados y se metieron hasta donde está ahora el auditorio, por ahí, porque entonces eso era un terreno baldío enorme, pero como dieron la alarma los compañeros, todos los que en ese momento estaban en Balcones, señores, jóvenes, muchachas, niños, adultos, todos salieron a hacerles frente. Fue tanto el empuje de los colonos que fueron echando hacia atrás a los policías, hasta que agarraron la 3 sur. Ese día muchos colonos, en sus carcachitas y camionetas de redilas, fueron otra vez a la Procuraduría y ahí sí se firmaron los acuerdos de que ya no iba haber problemas.
Al transcurso de los años, varios “Asociados” empezaron a pasarse a las filas del Movimiento Antorchista, se pasaron tantos que a los poquitos que quedaron allá ya nadie los tomaba en cuenta, ya nadie los seguía; la gran mayoría de ellos ya se había pasado con nosotros porque se dieron cuenta de los logros que ya desde esa época conseguía el Movimiento Antorchista.
En los tiempos en que llovía, para entonces ya teníamos a “Los Mayorazgos” que entraban aquí a Balcones del Sur, aparte de las combis, pero cuando llovía “Los Mayorazgo” nos dejaban allá en el SNTE porque se hacían como barrancas y ellos no podían seguir viniendo para acá, y allá se bajaba la gente y todos a caminar. Al día siguiente, todo lodoso, las mujeres y los muchachos caminaban con bolsas que se metían acá en los pies y, con zapatos viejos, y así se iban caminando de aquí al SNTE, ya de allí se subían a los vehículos y al trabajo.
¿Cuáles fueron sus primeros logros como colonia antorchista?
Lo que logramos rápido fue la luz, pasó como un año y medio; luego, como a los tres años el agua, pero la red estaba tronada, allí comenzamos a tratar de que el municipio se hiciera cargo de proporcionarnos el agua potable; se hicieron zanjas y se cambiaron algunas mangueras de varias calles, pero no fue suficiente porque otras calles seguían con el mismo problema. Pero, afortunadamente, llegó el momento en que soltaron el agua y ya no hubo fugas de agua y compañeros de aquí se encargaban de poner y corregir las tomas de agua para que todos tuviéramos agua adentro de nuestro lote.
Logramos también nuestra escuela primaria “Escudo Nacional”; logramos el servicio de autobuses porque antes de eso venían los de tránsito del estado, agarraban las 3 o 4 combis que había, entonces ahí van los compañeros, ahí van las comisiones, vamos a tránsito del estado a liberar nuestro transporte. Tránsito del estado nos perjudicó muchísimo. Uno de los que comenzaron con el transporte fue un muchacho al que le dicen “El Ganzo”, él traía una camioneta de redilas que acondicionaba con asientos, y traía gente acá junto con otras combis todas destartaladas. Ése era nuestro transporte público.
Todo eso lo recordamos con mucho cariño porque lo vimos así, la gente iba obteniendo logros gracias a la actividad de los compañeros.
Luego llegó la época en que se hizo la escuela secundaria, porque para eso, la escuela “Escudo Nacional” funcionaba donde ahora aquí está en bachillerato y los niños para tomar clases iban tomando sus sillitas y sus banquitos. Después se hizo el “Moyoxóchitl”, el jardín de niños, aquí en una lámina está el maestro Aquiles, vino a supervisar esas obras y a colocar la primera piedra. Después de eso la Secundaria Técnica No. 88.
Cada vez que había una cosa de esas, la gente muy contenta, porque esos eran logros muy valiosos porque comenzaba a verse el trabajo que se estaba haciendo y cuando había necesidad de hacer plantones o marchas, la gente de acá toda, toda iba entusiasmada. En una ocasión fuimos México, se puso un templete y desde ahí escuchábamos el mensaje del maestro Aquiles, un mensaje con mucho vigor, levantando siempre el ánimo, pues él siempre nos puso el ejemplo de que luchando se obtienen las cosas y por eso Balcones del Sur, yo creo, es el emblema de la lucha antorchista aquí en la ciudad de Puebla, ésta es la trinchera en la ciudad de Puebla del Movimiento Antorchista.
¿Qué les diría a las personas que creen en las mentiras que dicen sobre Antorcha?
Los ataques son falsos. Desde que estuvimos aquí, la radio, los medios, se echaban vuelo hablando mal de los colonos de Balcones, nos ponían todos los adjetivos para denostar a los colonos y se daban vuelo echando mentiras.
Los periódicos siempre han hablado mal de los colonos de Balcones del Sur y del Movimiento Antorchista, pero vemos que son puras mentiras. En Puebla, la prensa no se ha distinguido por informar precisamente de forma objetiva y con apego a la verdad.
A la gente que no conoce al Movimiento Antorchista yo le hago la invitación de que se acerque y, donde quiera que vea a un antorchista, sobre todo cuando se manifiestan y andan marchando, pues platicar con ellos, tratar de conocerlos y no criticar a ciegas, eso no es correcto, que se informen y, sobre todo, si no lo creen yo los invitaría a que vayan a conocer la cuna de Antorcha Campesina, para que vean con sus propios ojos lo que es el Movimiento Antorchista. Deben de poner de su parte para conocer al movimiento y más de uno se va a enamorar.
¿Qué le diría a los jóvenes que tienen una idea negativa sobre Antorcha?
Cuando hay un movimiento como el de Antorcha, que trabaja por el bienestar de la gente, siempre van aparecer enemigos gratuitos, siempre. Yo les diría a los jóvenes que no se desanimen que aprovechen la oportunidad de estudiar, porque a mí me consta que, a través de ellos, muchos jóvenes pueden ingresar a las escuelas, sobre todo a la universidad. Pero también veo con buenos ojos que el Movimiento Antorchista se preocupa mucho por el folclor, el folclor que creí que ya se estaba perdiendo hasta que conocí a los antorchistas, y me gustan todas las actividades que ellos llevan a cabo: la poesía, la danza, la oratoria, todo eso es indispensable para que el joven se nutra, para que el joven alcance otros niveles, no nada más en la universidad.
Yo tengo un nieto en la danza, que está en el Ballet Nacional de Antorcha. Por los estudios que la organización está impartiendo dentro de esas actividades artísticas también los jóvenes pueden progresar y hacer que esas cosas tan hermosas no mueran, no se queden allí en el olvido, porque eso es lo que le da identidad al mexicano, eso es lo que le da identidad a cada estado de nuestra República Mexicana y esto es bonito, esto es hermoso y los jóvenes deben de aprovechar estas cosas.
También deben empaparse con el liderazgo que nuestro maestro Aquiles tiene en mente y de lo que él predica mucho, pues de ahí también los jóvenes tienen que aprender, y yo veo que sí aprenden. En esta organización yo veo que los jóvenes están bien preparados, no son improvisados, tienen muchos años de conocer estas cosas y esto es para bien de la organización, esto hace que la organización siga.
También la lectura es algo hermosísimo, tan es así que la lectura se está perdiendo. Es indispensable que los estudiantes de hoy dejen a un lado el celular, que se dediquen más a la lectura, yo, por ejemplo, en el celular jamás voy a leer El Quijote de la Mancha, yo prefiero tener mi libro entre las manos y hojearlo y nutrirme de esa hermosa lectura. Yo prefiero los libros, yo soy un enamorado de los libros, y los jóvenes de hoy en día están divorciados de la literatura.
Los libros en otoño jamás se deshojan, un libro es un buen compañero, un libro es un buen amigo y a él podemos acudir cuando tenemos alguna duda, cuando queremos recordar algo, en el libro hay muchas vivencias, y por eso es bueno que los estudiantes de hoy se nutran de todo lo que la organización está poniendo a su alcance, que no lo echen en saco roto, y de esa forma ellos van a llegar lejos, muy lejos, no hay límites.
¿Qué puede presumir como fruto de esa lucha que han dado durante esos años?
Sus calles pavimentadas, nunca nos falta el agua; cuando llega a faltar el agua los compañeros de inmediato pone manos a la obra para que se nos siga dotando del líquido, tenemos escuelas, incluso de las escuelas de por aquí cerca vienen a estudiar acá, eso es magnífico, tenemos una unidad deportiva que está abierta para todo el que la quiera usar. Apenas conocimos la alberca, estuvimos allá ahora que nos fuimos a inscribirnos para la vacuna, nos asomamos, está muy bonita la alberca. Esto hace que Balcones del Sur, aquí en la ciudad de Puebla, sea un ejemplo, porque es difícil que una colonia como Balcones tenga una Casa de Cultura, una Unidad Deportiva, un auditorio, escuelas para los niños, para los jóvenes, incluso está la Normal, pues todo eso a nosotros nos tiene muy contentos, súper contentos, y lo que tenemos nosotros acá ¿por qué no podrán tenerlo las demás colonias? Eso se puede obtener gracias a la lucha llevada siempre de la mano de los líderes antorchistas, porque el gobierno nunca nos va a dar nada por nuestra linda cara. Eso es lo que hace hoy en día lo que es Balcones del Sur.
La gente se admira gratamente cuando llega a Balcones del Sur, porque de donde ellos proceden no tienen lo que aquí en Balcones tenemos a manos llenas, pero les digo, esto no fue fácil, en su momento tuvimos que hacer frente al gobierno y plantarle cara para exigir, y al gobierno no le quedó otra cosa que decir: o cumplimos y les damos porque si no éstos no nos van a dejar dormir en paz. Y así es como se ganan las luchas, mediante la perseverancia.
¿Cuál es la obra que más le impactó?
Primero fue el “Moyoxóchitl” (el kínder), la entrega de los terrenos para la Escuela “Escudo Nacional”, eso fue muy bonito porque se hizo rápido la escuela y ya los niños tenían su escuela con todo el equipo. Ya la colonia Balcones del Sur comenzaba a prosperar. Recientemente se hizo la Casa de Cultura, se hizo la Unidad Deportiva para mantener a la juventud ocupada, sana, y también a los grandes. Así es como Balcones del Sur ha ido progresando.
¿Cuál es la diferencia entre los líderes antorchistas y los políticos tradicionales?
El político tradicional vive en otro mundo, los antorchistas vivimos en un mundo real. La diferencia es que los otros van por el dinero, a medrar; los compañeros como la doctora Soraya van porque quieren ayudar a su gente, no sólo a los antorchistas, porque cuando tú vas por un cargo popular no vas sólo por los antorchistas. Eso no es correcto ni sería bueno, los demás tampoco lo verían bien. Ésa esa es la gran diferencia entre los políticos que salen del seno del Movimiento con los otros políticos tradicionales que siempre, y desde siempre, han tenido al pueblo en la miseria.
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