La situación en la que se encuentran la gran mayoría de escuelas en estos momentos es desolador, el simple hecho de verla sin estudiantes causa tristeza, esta angustia aumenta al observar el deterioro en el que han caído debido a la falta de mantenimiento, así como al robo que han sufrido en equipo las aulas, talleres e instalaciones. Entre marzo de 2020 y marzo del 2021, las escuelas en México han sufrido casi 7 mil robos, de acuerdo con datos de las fiscalías estatales y la Secretaría de Educación. El abandono en el que se encuentra un gran porcentaje de planteles en el país es como consecuencia de haber cerrado sus puertas como medida a la contingencia sanitaria causada por el virus del SARS-CoV-2, lo cual era necesario para preservar la vida de millones de niños y jóvenes, desafortunadamente el Gobierno morenista encabezado por el licenciado Andrés Manuel López Obrador, no ha querido invertir el recurso necesario para la rehabilitación de las miles de escuelas que se encuentran en esta situación.
Iniciado el confinamiento hace más de un año, los padres de familia dejaron de gastar en el traslado de sus hijos a sus escuelas, eventos extraescolares, así como en la clausura escolar pero tuvieron que invertir en telefonía móvil, electricidad y adquisición de computadoras u otros dispositivos, contratar internet para que sus hijos pudieran continuar con su educación a distancia. La acción directa del mortal virus ocasionó que 5.2 millones de estudiantes no se inscribieran al ciclo escolar 2020-2021, por falta de dinero o por motivos asociados a la covid-19, datos de acuerdo con la Encuesta para la Medición del Impacto de la Covid-19 en México publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En varios estados de nuestro país se llegó al acuerdo de no dar la aportación voluntaria de padres de familia en las escuelas debido a la precaria situación económica por la que se está pasando. Es de conocimiento general que el uso de estas cooperaciones es para dar mantenimiento a los planteles, chapeo de áreas verdes, electricidad y una buena parte de esa cooperación voluntaria es para el apoyo del velador, por lo que, la gran mayoría de colegios se quedó sin recurso para solventar este tipo de gastos y el Gobierno federal no asignó siquiera un centavo para el pago de electricidad, indispensable para la iluminación nocturna, lo que originó el corte del suministro eléctrico y el inicio del robo a las instalaciones que comenzó con el atraco a equipos de cómputo, máquinas de talleres, aparatos de laboratorio, posteriormente siguieron las mesas, sillas, accesorios eléctricos y de plomería, los hurtos no terminaron aquí ya que por increíble que parezca se llevaron las instalaciones de cobre, como el cableado eléctrico, gas y agua, para rematar acarrearon con las mismas protecciones, puertas, ventanas de fierro y aluminio. Esto es una muestra de la inseguridad y de que la situación económica en nuestro país no está nada bien. Es obligación de las autoridades educativas, así como del gobierno federal, estatal y municipal participar en la habilitación y cuidado de la infraestructura física instalada en las escuelas antes del regreso presencial; sin embargo, las tres instancias de gobierno están preocupados en actividades “más importantes” y no quieren ver la terrible situación en la que se encuentran la inmensa mayoría de planteles en el país, a eso hay que agregar, que los contagios a causa de la covid-19 siguen en aumento y aun así insisten en que los estudiantes regresen a las aulas sin antes haber recibido vacuna. Algunos expertos han reiterado su preocupación por la posible aparición de variantes que resulten resistentes a las vacunas y nos lleven a una regresión epidemiológica, por eso, urge vacunar a todos y cuanto antes, será mejor.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) informó que sólo el 62% de los planteles educativos en México disponía de agua todos los días de la semana, 19% carecía de inodoros suficientes para los estudiantes y 58% no ofrecía agua potable. Respecto al porcentaje de los baños en escuelas que cuentan con condiciones de limpieza y seguridad para niños y adolescentes, la UNICEF detalló que es del 40%. Datos aportados por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), aseguró que 8 de cada 10 escuelas no tienen condiciones necesarias para regresar a clases presenciales, solo dos de cada 10 planteles tienen aulas amplias que permitan aplicar la sana distancia entre los estudiantes. Cuatro de cada 10 instituciones no cuentan con agua potable en estos momentos, condición que la Secretaría de Educación Pública (SEP) estableció como prioritaria en la reapertura de escuelas. Así mismo la CNTE detalló que solo la mitad de escuelas cuenta con patios techados que podría utilizarse para la impartición de clases y que tres de cada 10 escuelas no cuentan con drenaje apropiado.
Los maestros pertenecientes a Antorcha Magisterial a nivel nacional estamos de acuerdo en la reapertura de escuelas debido a que el actual método de enseñanza de clases a distancia implementada por el Gobierno federal y la SEP durante la pandemia, ha causado los mayores índices de deserción escolar en la historia del país. Lo que vemos mal, es que las autoridades educativas hasta el momento no han elaborado un plan de inversión para escuelas que no cuenten con los servicios básicos y condiciones óptimas para el regreso a clases, tampoco han contemplado la rehabilitación de aquellas que se encuentran en malas condiciones por falta de mantenimiento o que han sido saqueadas durante el periodo de confinamiento, ni mucho menos cuentan con un plan de vacunación en el que se incluya a todos los estudiantes. Los docentes queremos regresar a clases de manera responsable, por eso se exige al gobierno federal y a la SEP que implemente las medidas necesarias para salvaguardar la integridad y salud de los estudiantes, docentes y padres de familia.
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Fuentes: www.educacionfutura.org www.latinus.us www.eleconomista.com.mx www.uniceg.org
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