¿Qué es la educación?
Nosotros, en Antorcha Magisterial, hemos llegado a la conclusión, de que si realmente queremos que el mundo se vuelva más humano (porque de eso se trata, de que el mundo se vuelva un hogar más confortable para todos los seres humanos), es decir que todos trabajemos para el bien de todos, como dijo Martí, entonces no tenemos más remedio, que tratar de incidir, mediante el trabajo educativo, tesonero y revolucionario, en las conciencias de las nuevas generaciones.
Porque miren ustedes, permítanme que les hable un poco de esto: a escala mundial están avanzando inconteniblemente el hambre, el desempleo, la falta de servicios, la ignorancia, la insalubridad, en una palabra, se están incrementando la miseria y la pobreza a niveles alarmantes.
Y no debemos engañarnos, quienes todavía tenemos un empleo y un salario seguro aunque sea raquítico, pensando que esas plagas jamás nos alcanzarán, porque no es así, el riesgo es para todos los que viven de su trabajo; y para darnos cuenta de ello, baste con saber, que en el mundo entero están sucediendo fenómenos que apuntan hacia allá, como el siguiente: la economía norteamericana, luego de un largo periodo de receso, se está reactivando; es decir, está comenzando a crecer de nuevo, pero contradictoriamente no está creciendo el empleo, sino que, todas las grande empresas están arrojando obreros a la calle, es decir, que al mismo tiempo que la actividad económica crece, el empleo decrece. Y esto es algo que ya está pasando aquí en México; también aquí está creciendo la economía, pero el empleo está disminuyendo.
Y si alguien se preguntara ¿por qué está sucediendo esto? La respuesta es sencilla: porque la economía del mundo no está pensada para darle trabajo a la gente, sino para enriquecer a los poderosos, y si esto se logra echando gente a la calle, pues se hace y listo.
Pero todavía hay más, si nos preguntáramos, por ejemplo, cuál es la verdadera causa de la guerra en Irak, sabríamos que la explicación, no es solo que Estados Unidos se quiera quedar con su petróleo, sino también que, los ideólogos del imperialismo han llegado a la conclusión de que las guerras son necesarias. ¿Necesarias para qué?, Para acabar con los pobres, o cuando menos, para disminuir su número a cifras “manejables”.
Porque aquel fenómeno de que la economía crece, pero el empleo decrece, lleva directamente a la conclusión de que, el verdadero fondo del problema es que en el mundo sobra gente. Y… ahora bien, los dueños del planeta se preguntan ¿Qué vamos hacer con la gente sobrante? La burguesía les teme a los pobres, porque sabe, como nosotros, que el hombre con hambre es más peligroso que un tigre, entonces, ¿qué hay que hacer? Eliminarlos, acabar de una vez por todas con el “exceso” de población y para ello, nada mejor que la guerra.
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