MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Fracasa combate a la corrupción y aumenta la pobreza

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Según el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), la causa de la pobreza del pueblo mexicano se debe a que los gobernantes y partidos neoliberales que le han antecedido se han dedicado únicamente a robar y han ocupado puestos públicos con la única intención de llenar sus bolsillos con dinero del erario. Esto no es falso, pero al marco de los 4 años de la administración de la Cuarta Transformación (4T), deberíamos preguntarnos críticamente ¿la cosa ya pinta diferente?

En caso de que AMLO tuviera razón en las superficiales ideas de que: la corrupción es la madre de la pobreza, y de que el neoliberalismo desaparecería por decreto; la población que se encontraba hundida en la pobreza antes de que Morena llegara al poder ya no debería ser pobre como prueba de que el análisis del presidente era válido. 

Lamentable, la realidad de México vislumbra otros datos mucho más crudos de los que López Obrador vocifera.

AMLO no fue a fondo para conocer y explicar la raíz de la pobreza, no se tomó la molestia de conocer la historia del país antes de decidirse a realizar una transformación de éste. Realizó un falso diagnóstico de la realidad, pero supo captar el descontento de un importante porcentaje de mexicanos cansados de los malos gobierno de los últimos años, y convencerlos de que votaran por él. El tabasqueño no tiene ideas cabales y mucho menos es una persona consecuente. Por lo que la mayoría de quienes lo apoyaron ahora ya no lo hacen.

La propia realidad se ha encargado de demostrar que el supuesto combate a la corrupción, emprendido por AMLO, es falso y que se ha transformado justamente en su contrario. Una de las medidas anticorrupción; por ejemplo, el ahorro presupuestal de muchas instancias del Gobierno federal que las ha convertido en instancias inoperantes, o peor aún, se han desaparecido programas sociales y presupuestos para atender necesidades elementales; acciones que han agudizado la pobreza.

En 2018 había 20.1 millones de personas sin acceso a servicios de salud; hoy son 35.7 millones. Desapareció el Seguro Popular, que tenía 42.1 millones de derechohabientes, para darnos, en su lugar, al Insabi, organismo que atiende a 15.6 millones menos que con el corrupto y neoliberal Seguro Popular. 

La desaparición de las Escuelas de Tiempo Completo para sustituirlo por el programa La Escuela es Nuestra, manejado por los activistas de Morena enviados desde la Secretaría del Bienestar, ofrece recursos para infraestructura educativa, mismo que tiene que ser manejado por los padres de familia, pero el dinero está desapareciendo; en 2020 se perdieron 552 mdp; los padres denuncian farsa del programa y corrupción por parte de los Servidores de la Nación, que son enviados para ser sus mentores en eso de administrar los recursos.

Y no solo esto, comparada con las administraciones neoliberales, la denominada Cuarta Transformación destaca por conceder, sin tapujos, contratos por asignación directa a grandes compañías. 

Antes de llegar al poder, AMLO prometió separar el poder político del económico, pero su alianza con los más grandes empresarios, que constituyen su consejo asesor comprueba lo falsa de su promesa. No olvidemos que nombró a sus obras faraónicas como asuntos de seguridad nacional para no divulgar presupuestos y contratos. 

“No se tolera la impunidad, ni de mi familia”, pero de esto no falta siquiera poner ejemplos, ni el más acérrimo de los militantes de Morena se atreve a dar argumentos válidos que niegue los escándalos de corrupción por lo que se han visto acusados una larga fila de morenistas, y qué decir de que a la familia sí se le tolera; hermanos e hijos, de los cuales José Ramón hasta el día de hoy continúa en tendencia a nivel nacional en la red social Twitter con el hashtag #JoséRamónLópezBeltran32, (el número por los días seguidos que lleva dentro de los temas más hablados en nuestro país, dato del día que escribo) ¿por?, escandaloso caso típico de prianista, sólo cambió el color de la casa.

Pero bien, el combate a la corrupción consiste en realidad en llenar la bolsa de dinero para fortalecer los programas del Bienestar para distribuir dinero, plan inicuo del presidente para supuestamente combatir la pobreza. Lamentablemente se ha demostrado que poco contribuyen; el verdadero objetivo de éstos es la política electoral. El entregar dinero en efectivo a los jóvenes de bachillerato, sin conciencia política, pretende fortalecer el voto duro de Morena junto con los adultos mayores.

Por otro lado, el número de gente beneficiada por este tipo de programas ha disminuido en los tiempos de Morena. “Criticar la política social neoliberal del pasado no implica que la actual sea distinta. Los programas sociales del sexenio actual no son parte de una nueva política social, sino que son la continuación de un paradigma similar… El gasto del gobierno federal en programas sociales es 8 por ciento menor que su máximo histórico, en 2015… El sexenio de López Obrador comenzó con un aumento importante de 7 por ciento en el presupuesto federal de programas sociales durante 2019 (luego de una caída importante al final del sexenio de Peña Nieto), pero luego se estancó y decreció 1 por ciento para 2020, mismo 1 por ciento que aumentó nuevamente en 2021. Por ello, durante 2019, 2020 y 2021 el presupuesto ha sido menor al de los cuatro primeros años del sexenio anterior. En pocas palabras, en la llamada era del neoliberalismo se gastaba más en programas sociales que en el sexenio actual”. Cita del artículo del investigador del Colegio de México, Máximo Ernesto Jaramillo-Molina, Nexos, 29 de julio de 2021.

En paralelo, el número de personas en situación de pobreza aumentó en 3.8 millones de personas en comparación con 2018, periodo en el que inició la administración de AMLO, de acuerdo con información del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Con base en los resultados de la ‘Medición multidimensional de la pobreza en México 2018-2020′, en 2018 había 51.9 millones de personas en situación de pobreza, mientras que, en 2020, año del inicio de la pandemia de covid-19, dicha cifra incrementó a 55.7 millones. Así es, la pobreza lejos de erradicarse ha incrementado a gran escala durante la administración de Andrés Manuel.

Hasta el momento, todo apunta a que AMLO no ha combatido la corrupción y mucho menos la pobreza. Se equivocó en la forma y el fondo. Ni siquiera copiando las tácticas de los ya erradicados, por decreto, gobiernos neoliberales. Los programas sociales son un fracaso si de combatir la corrupción se trata, ya no hay lugar para hablar de sus graciosas obras faraónicas, pero duele ver que la población de México se está hundiendo en una crisis de la que difícilmente nos recuperaremos. Queda en nosotros poner en balanza, preferir que nos limosneando con $46 pesos o conquistar mejores condiciones de vida para nuestra sociedad, nuestra familia y las generaciones venideras. El futuro de la patria está en manos de la inteligencia del pueblo trabajador y humilde.

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