En el programa de gobierno de la Ciudad de México 2019-2024 con el numeral 2.2.3 Atención de asentamientos humanos irregulares, hace mención para el documento que la falta de acceso a vivienda asequible, el crecimiento natural de los pueblos originarios y la venta de tierra para urbanización ilegal producto de la pobreza en las zonas rurales, ha generado el crecimiento de asentamientos irregulares en el suelo de conservación. Mencionan el problema, pero no la solución.
Los asentamientos irregulares son invasiones u ocupaciones ilegales del suelo privado o público. Habitualmente se registran en áreas de alto riesgo que no cuentan con servicios básicos, como agua o drenaje. Por lo general son regularizados después de 10 años de su establecimiento, lo que constituye un aliciente para que se sigan presentando.
La tarde del 10 de septiembre un alud de rocas sepultó varias viviendas de la calle Alacrán, en el municipio de Tlalnepantla. “Lo que pasó fue un desplazamiento de roca provocado por una falla, es decir, una zona donde hay un movimiento aparente. Sabemos que se mueve porque tienen desgarres dentro del plano, marcas de movimiento”, explica Alejandro Mendoza, geólogo del Instituto Politécnico Nacional, quien ha trabajado para el Cenapred y es vecino del municipio.
El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) confirmó que la ladera oriental del cerro del Chiquihuite, de unos 70 metros de altura y 300 de longitud, tiene fracturas por las cuales podrían caer bloques de hasta diez metros.
En entrevista para Corriente Alterna según la publicación del 10 de septiembre de 2021 cuenta que la explosión demográfica en estas zonas se registró desde mediados de los años setenta, a partir de las políticas oficiales para que municipios cercanos a la Ciudad de México se convirtieran en grandes corredores industriales. Así, miles de personas encontraron vivienda a bajo costo y empleo.
El Atlas Municipal de Riesgos 2019-2021 reportó la existencia de 18 asentamientos “en pendientes y zonas adyacentes con problemas de remoción o erosión”. Una de las fichas sobre la colonia Lázaro Cárdenas Tercera Sección advierte que el asentamiento está “bajo bloques potencialmente inestables”.
Si el gobierno sigue ignorando los estudios y no se buscan alternativas de monitoreo y prevención de riesgos, este tipo de fenómenos seguirá ocurriendo.
El crecimiento urbano en el Estado de México se ha dirigido sobre todo a zonas rurales, áreas destinadas al aprovechamiento que probablemente eran de uso agrícola, lo que es importante tomar en consideración, pues son zonas que quizá sirvieran para la captación de agua y recarga del acuífero o para la producción de alimentos. El pronóstico para el 2030; sin embargo, es que el crecimiento se seguirá dando en áreas de aprovechamiento, fenómeno que por sí mismo cuestiona el papel que los ordenamientos ecológicos desempeñan en el control de la dirección del crecimiento de los asentamientos. Sería conveniente, por ello, realizar estudios más profundos sobre la aptitud de suelo y los mecanismos que impiden o dificultan la aplicación y cumplimiento de los ordenamientos.
En una publicación de La Jornada del 26 de agosto de 2020, la directora del Consejo de Evaluación del Desarrollo Social, EVALÚA Ciudad de México, doctora Araceli Damián y la directora de Investigación y Estudios Sociales, también de EVALÚA, doctora Ma. Jesús Pérez García, al presentar en el Conversatorio “Ciudad, Ciudad, Ciudad”, que organiza el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) de la UNAM, los datos más relevantes de “Ciudad de México 2020. Un diagnóstico de la desigualdad socio territorial”.
El diagnóstico revela las graves y profundas desigualdades en la capital mexicana que se expresan en el territorio, asociándolas con el grupo de población, la posición de ingreso y las diferencias entre alcaldías. De esta manera, presenta las principales problemáticas relacionadas a las dimensiones del bienestar: población y territorio; ordenamiento, estructura urbana y habitabilidad; actividades productivas; pobreza y desigualdad; salud; educación e, inseguridad y violencia públicas.
Al medir las Necesidades Básicas Insatisfechas resalta la vivienda, indicador donde se hallan las peores condiciones debido a la mala calidad de los materiales y al hacinamiento. De las viviendas de la capital, 3 de cada 10 tienen pisos precarios y 6 de cada 10, techos precarios.
Es un tema de desigualdad, las opciones a las que recurre gran parte de la población que no puede adquirir una casa propia se limitan a identificar zonas que resulten más accesibles en costos de arrendamiento por medio de la compra irregular de terrenos o su ocupación para autoconstrucción de viviendas, aunque sea de manera irregular.
Sin duda un gran reto para los tres órdenes de gobierno, el ordenamiento territorial y la certeza jurídica en zonas irregulares, reubicación de asentamientos que, en su mayoría, por corrupción o por falta de responsabilidad permitieron asentamientos en zonas de alto riesgo, desgraciadamente vemos que no hay el menor interés en resolver este problema que aqueja a miles de mexicanos y que traerá graves problemas y complicaciones.
En la 4T lo que vemos son gobernantes y funcionarios de alto nivel poco preocupados por esos problemas, su preocupación es que se encuentran en campaña con miras a las elecciones de 2024 y una jefa de gobierno que obedece a ciegas la línea de AMLO. El Movimiento Antorchista, quienes desde hace 45 años han encabezado la lucha a lo largo y ancho del país para dar seguridad a miles de familias en el tema de vivienda digna y propia, como un derecho de los mexicanos y lo seguiremos haciendo demostrado que solo el pueblo organizado dará solución a los miles que problemas que día con día se enfrenta. La invitación es que conozcan a Antorcha y sus diferentes frentes, quien todos ellos obedecen al proyecto de nación que ponemos a su conocimiento, los invitamos a organizarse para lograr una patria más justa y un México mejor, a que se organicen y luchen juntos con nosotros, hoy estamos a tiempo.
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