El pasado domingo, hubo elecciones en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, para renovar a sus respectivos gobernadores.
Las últimas encuestas, como la de El Financiero, señalan que Morena podía llevarse de tres a cinco gubernaturas, mientras que la alianza Va X México, conformada por el PRI, PAN y PRD, ganaría de una a tres.
Por más que intente uno encontrar en todos los actos de campaña de los candidatos a gobernadores o en sus discursos ante sus seguidores, no encontramos propuestas de gobierno y algunas que se encuentran como el arroz negro, no se nos dice como le harán para instrumentar esas líneas de gobierno de llegar a la primera magistratura de sus respectivos estados.
Lo que sí leemos, vemos y escuchamos, prácticamente a diario, son acusaciones de unos contra otros, incluido el presidente Andrés Manuel López Obrador, gobernadores y presidentes municipales, y de ahí para bajo, funcionarios federales, estatales y municipales, presidentes de los partidos políticos nacionales, ataques a los partidos políticos participantes, candidatos que contienden, hasta ataques personales y bien seleccionados, además de acciones de impacto mediático, como la extradición del exgobernador de Chihuahua Duarte. Hasta Instituciones extranjeras como la DEA, han entrado al juego democrático mexicano.
Puedo señalar que, como nunca, se han dado con la cubeta, como se dice coloquialmente, se acusan de todo, hasta que los grupos delincuenciales y el dinero proveniente del narcotráfico esta dominando en las campañas electorales, ningún partido político ni candidato se salva de estas acusaciones, pero hay que decir claramente que nada de lo mencionado es algo nuevo que sorprenda a la opinión pública, porque esto que se está dando a conocer es un secreto a voces de nuestros políticos y de nuestra clase gobernante.
Cabe preguntarse, ¿por qué hemos llegado a esto? ¿Es cierto lo que se dice? Hemos llegado a esto porque por un lado así le conviene a los políticos de toda la vida, hacernos creer que la política es de lo peor y por tanto no debemos involucrarnos en ella, es decir desalentarnos, alejarnos para que ellos sigan haciendo y deshaciendo a sus anchas como lo vienen realizando hasta ahora, por otro lado por nuestra indiferencia y falta de educación política para involucrarnos en los asuntos y problemática que presenta nuestro país y con ello les dejamos el camino libre a nuestros gobernantes y la clase política de siempre.
Por esa razón, vemos en estos días las campañas como si fueran una lucha libre entre rudos y técnicos, que se dan con todo y donde el réferi permite de todo.
Nuevamente queda claro que los actuales actores políticos y gobernantes no van hacer las cosas de manera diferente, solo por el hecho de cambiar de camiseta o de color partidista, aunque en sus discursos digan que son diferentes o que no son iguales, eso es en las palabras, pero en los hechos todos son iguales, ya a casi cuatro años de gobierno de la famosa Esperanza de México los resultados nos dicen que en efecto fue una esperanza que fracaso.
Por tanto, necesitamos una clase de políticos y gobernantes diferentes, pero para lograr esto se necesita de hombres y mujeres nuevos que no vean la política o el gobierno como la forma de enriquecerse fácilmente, al contrario que sean personas que estén dispuestas a entregar su tiempo, y si fuera preciso su propia vida a la causa de sus hermanos de sus iguales, que sienta el sufrimiento ajeno como el propio, por tanto debemos seguir trabajando en crear al hombre nuevo, dirán que es una utopía, yo diría que es posible y necesario para crear un mundo nuevo, trabajemos para hacer realidad este grandioso sueño.
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