En días pasados, en la ciudad de Chilpancingo, capital del estado de Guerrero, padres de familia y alumnos e incluso algunos profesores de diferentes escuelas de nivel primaria y secundaria, principalmente de las regiones del Centro, la Sierra y la montaña, protestaron ante las Secretaría de Educación estatal y en palacio de gobierno, para solicitar a la gobernadora, Evelyn Salgado Pineda la contratación de maestros porque, en muchas escuelas, los alumnos no reciben clases, precisamente por falta de maestros.
La zona más afectada es la región Montaña, lugar donde se concentran el mayor porcentaje indígena del estado y que presentan un atraso social en todos los aspectos. Ante los reclamos legítimos de padres de familia y alumnos, al secretario de Educación estatal, Marcial Rodríguez Saldaña tuvo que anunciar que contrataría a 500 maestros egresados de las normales públicas para atender la demanda. Sin embargo, la contratación de esa cantidad de profesores no resuelve el problema de la educación en el estado, pues ésta no solo se encuentra rezagada, sino que completamente abandonada por el gobierno morenista de Guerrero como resultado de la política equivocada, en materia educativa, del Gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
Pues bien, resulta que ahora, el 28 de septiembre, se manifestaron los normalistas, egresados de la generación escolar 2018-2022 de distintas normales públicas y se sumaron a esta exigencia al gobierno del estado, los del Centro de Actualización del Magisterio (CAM), de Acapulco, Iguala y Chilpancingo; para pedirle a la gobernadora que otorgue plazas al magisterio y así puedan ejercer su labor docente en distintas especialidades educativas.
Recordaron a la gobernadora, aparte de exigirle que los contrate como docentes, que en diversos eventos con motivo del inicio del presente ciclo escolar ha dicho “que en Guerrero existe un gobierno aliado con la educación y que primero están los pobres”. Los manifestantes, a través de su vocero, Saúl García manifestaron que los inconformes participaron en un concurso de oposición, y fueron ellos los que precisamente obtuvieron las mejores calificaciones y los más altos porcentajes en el examen. A pesar de eso, los funcionarios de la secretaría no les han dado ninguna respuesta, solo el argumento de que no hay vacantes y de que no hay recursos.
Esta es una de las contradicciones y mentiras de los gobiernos de la 4T, pues, por un lado, andan pregonando que primero los pobres y cuando estos exigen un empleo digno para integrarse al proceso educativo que tanto le hace falta a nuestro país, resulta que no hay dinero, en cambio todo mundo sabe que para las obras insignia del Gobierno federal, destinan carretilladas de recursos a costa de la educación, pues a esas obras van aparar los dineros de los programas como el de Escuelas de Tiempo Completo que, en contubernio con el presidente, desapareció la extitular de la Secretaría Delfina Gómez hoy precandidata al gobierno del Estado de México.
Lo que pasa en Guerrero, en el sector educativo, es una muestra de que al gobierno no le interesa la educación, pues como se explica que por un lado, hay miles de alumnos que no están recibiendo clases por falta de maestros, y por el otro, hay cientos de profesores egresados de las normales pidiendo sean contratados, mientras que la gobernadora pregona que su gobierno es aliado de la educación, eso es pura demagogia porque en el discurso dicen una cosa, característica de todos los gobernantes morenistas, y en los hechos hacen exactamente lo contrario, están negándole la oportunidad de darles empleo a jóvenes recién egresados con la preparación adecuada para incorporarse a la gran tarea de educar a la niñez y a la juventud guerrerense.
Ha llegado la hora de que la sociedad mexicana y en especial del sector educativo, es decir que padres de familia, alumnos y profesores hagan un frente común para exigirle al estado, cuya obligación, está plasmada en la constitución mexicana, de brindar las condiciones necesarias para impartir a la niñez, una educación, no sólo obligatoria y gratuita, sino de calidad. De lo contrario, la juventud seguirá perdiendo los mejores tiempos de su vida y el país continuará en el atraso histórico.
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