Para una solución ajustada a derecho del castigo al culpable o culpables principales de la tragedia de la Línea 12 del Metro, con saldo de 26 muertos y decenas de heridos. Lo primero es determinar quién es en la pirámide de Gobierno el responsable o responsables de dar las órdenes ejecutivas en la realización de las obras públicas como el Metro, y una vez terminadas dichas obras, quién toma el mando y cargo del mantenimiento de servicios fundamentales en la ciudad.
La semana pasada el Gobierno de Claudia Sheinbaum por boca de la fiscal de la ciudad, Ernestina Godoy, dio su veredicto al atroz accidente de la Línea 12, “fundamentalmente por errores de construcción”, dijo, acusando formalmente del mismo y sus terribles consecuencias a diez personas encabezadas por Enrique Horcasitas Manjarrez, exdirector del proyecto Metro Línea 12 a cuyo cargo estuvo la construcción de la línea dorada, y a otros funcionarios menores. Por otro lado, los abogados defensores de los funcionarios señalados acusan a la FGJ-CDMX por falta de imparcialidad.
Nadie debe olvidar el “no habrá impunidad” categórico, dicho por el presidente López Obrador en su mañanera al día siguiente del desplome del Metro. Nadie olvida que la parte elevada que se cayó fue realizada por la constructora ICA, Alstom Mexicana y Carso, propiedad de Carlos Slim, amigo personal de López Obrador, y respecto al cual la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, señaló (El Universal, del 22 de octubre), que el empresario realizara la reparación del tramo afectado del metro sin coste al gobierno de la ciudad y aportando una parte económica (no dice cuánto), como reparación del daño a deudos de los 26 muertos.
Pero, ¿qué hay de los que encabezaban y encabezan tanto el Gobierno de la CDMX, como la empresa ICA responsable de la construcción de la línea 12? La obra se construyó estando como jefe de gobierno el actual canciller Marcelo Ebrard, y la actual jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, quién actualmente está en funciones, no hizo caso de las muchas voces y denuncias documentadas durante meses, en particular sobre las fracturas que a simple vista tenía la construcción que resultó a la postre la que se cayó.
Sin embargo, no es suficiente, ni bien, que, reparando el metro, arrojando unos cuantos billetes a la memoria de los que murieron en el accidente, y sin los argumentos y pruebas que amerita tan sonado asunto, el tema se “resuelva” en que “diez empleados menores” la mayoría de ellos, paguen las culpas en la cárcel. ¿Por qué quienes construyeron la obra y quienes tenían que darle mantenimiento, no son señalados? Ya que todo mundo sabe que, en seguida de haber sido puesta en funcionamiento la línea 12, denotó en poco tiempo, no uno, sino varios defectos serios de construcción que requirieron costosas intervenciones con cargo al erario público. ¿Y porque la administración de Claudia Sheinbaum, en particular la directora del Metro Florencia Serranía, cercana amiga de la jefa de Gobierno no cumplió con la misión del mantenimiento al Metro que hubiera puesto al descubierto sus peligrosas fallas?
Nada se dice tampoco de las afectaciones que han sufrido servicios, como el metro, entre otros, como el de salud, por los recortes presupuestales que ha hecho nuestro presidente, a sabiendas que la mayoría de las 12 líneas del Metro y sus 225 kilómetros de recorrido están urgidas de mantenimiento. Tan solo este año se han presentado otros accidentes: el incendio de la Central de Control del Metro donde una policía perdió la vida y pararon por días 6 líneas del Metro, y el incendio de un vagón en la estación Indios Verdes, todos por falta de mantenimiento, mismo que no se realiza porque el gobierno de la CDMX no exige los recursos que le corresponden a este sistema de transporte, y no se exigen porque como siempre, por encima de la seguridad y protección a los ciudadanos están los intereses políticos, y, los de la jefa de gobierno no son la excepción. Así, sobran los comentarios.
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