Dependiendo de los resultados electorales de este 6 de junio, será el destino del país en los próximos años. Hasta donde logro observar, existen dos posibles escenarios: el primero, que se consolide una dictadura encabezada por Andrés Manuel López Obrador; segundo, que retomemos la ruta de nuestra joven y endeble democracia.
¿Por qué sostengo que el país se puede implantar una dictadura? Primero definiremos que significa dictadura, según el Diccionario de la Real Academia Española: “Régimen político que, por la fuerza o violencia, concentra todo el poder en una persona o en un grupo u organización y reprime los derechos humanos y las libertades individuales”.
Es necesario hacer una aclaración, si bien es cierto, que López Obrador, no tomó por la fuerza o violencia el poder, aquí el meollo del asunto, no es cómo llego al poder, sino, lo que está haciendo con él, desde que llegó al gobierno hace más de dos años. En ese sentido, existen varias pruebas para sostener que sí está utilizando toda la fuerza del Estado para concentrar el poder en su persona y cuando ha sido necesario ha utilizado a otro poder que también controla, que es el Poder Legislativo.
Una de las características de las dictaduras, es la supresión de la división de poderes, en ese sentido, López Obrador, ya controla abiertamente el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo, y recientemente intenta controlar el Poder Judicial. En el mes de abril pasado, por órdenes de AMLO, ambas cámaras, la de Diputados y Senadores, Morena y sus partidos aliados, hicieron una reforma mediante la cual se extiende por casi dos años en el cargo al Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, sólo por ser un personaje muy cercano a López Obrador. Esta reforma no sólo es aberrante por contradecir el artículo 97, párrafo cuarto, de nuestra Carta Magna, que dice “el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación únicamente durará 4 años en el cargo y no podrá ser reelecto para el periodo inmediato siguiente”; sino, sobre todo porque representa un paso serio hacia la concentración del poder absoluto por parte del presidente de la República, y por ende representa un atentado contra la independencia del Poder Judicial. La “Ley Zaldívar” se aprobó el 22 de abril, se turnó al Ejecutivo el 29 de abril. Conforme al artículo 72 constitucional, López Obrador tenía hasta el 29 de mayo para regresarla a la Cámara con observaciones, en caso de tenerlas, y 10 días para publicarla, es decir, el próximo 8 de junio. Seguramente, la próxima semana se publicará dicha reforma en el Diario Oficial de la Federación (DOF), curiosamente después de las elecciones. Todo apunta a que los próximos años AMLO controlara los tres poderes e instaure abiertamente un régimen dictatorial, aunque él niegue y sus defensores también.
Otra de las características de una dictadura es la figura de un líder o dictador. Ese papel lo cumple a cabalidad López Obrador. Un dictador, es un gobernante que se atribuye el derecho de actuar por encima de la ley, debido a que considera que siempre tiene la razón más allá de todo. Que su visión es la única correcta; AMLO ha dicho hasta el cansancio, que quien no está con la “Cuarta Transformación”, está en contra de ella; es decir, el que no está conmigo, está en mi contra. En una primera etapa, el dictador no manda asesinar a sus adversarios. No es necesario que las cárceles estén llenas de activistas, periodistas y políticos de oposición. Tampoco es necesario que haya campos de concentración, toques de queda, etc. Pero una dictadura empieza con un gobierno que actúa por encima de la ley de manera impune. Verbigracia el caso del gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, acérrimo opositor de AMLO, una de las cabezas principales de la Alianza Federalista, que fue desaforado por la Cámara de Diputados el pasado 30 de abril, por órdenes de López Obrador, a pesar de que la decisión sobre el desafuero de un gobernador por ley corresponde a los Congresos Locales (art. 111 constitucional), en este caso al de Tamaulipas, que rechazó al otro día dicho desafuero; la última instancia es la SCJN, que hasta el momento también le dio la razón al gobernador. En resumen, el gobernador tiene fuero y no podrá ser juzgado, hasta que termine su mandato, el 2022. Pues, aun así, la Fiscalía General de la República (FGR) solicito a un juez federal a modo, una orden de aprehensión en contra de Cabeza de Vaca. Al parecer dicho juez la otorgo, pero hasta el momento no han detenido al gobernador. Seguramente van esperar también pasando las elecciones para intentar detenerlo, violando la ley.
La última característica de las dictaduras que me interesa analizar en esta ocasión es la que tiene que ver con el uso de la fuerza militar y la violencia. Cuando era opositor López Obrador, crítico la militarización del país, ya como candidato prometió regresar a los cuarteles a los soldados. Sin embargo, una vez instalado en el poder. No sólo no desmilitarizó al país, sino que amplio el poder del ejército, la Marina y creo la Guardia Nacional. Ahora cumplen más de 30 tareas nuevas, que van desde la construcción y administración de aeropuertos, como el de Santa Lucia, construyen más de 2,700 sucursales del Banco Bienestar, hasta distribuyendo la vacuna contra covid-19. También AMLO para este 2021 le otorgó a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) el presupuesto mayor de su historia: 112 mil 557 millones de pesos. Medida contraria a su famosa austeridad republicana. ¿Por qué tanto poder a las fuerzas armadas? Porque un dictador las tiene que tener de su lado, en caso de ser necesarias las utilizará para implantar su régimen autoritario. Ya que, en otros casos, han sido precisamente las fuerzas armadas quienes han derrumbado a los gobernantes en turno.
Ante la posibilidad de que López Obrador, pase a una segunda etapa, de su proyecto dictatorial, controlando totalmente los tres poderes, ¿qué podemos y debemos hacer la mayoría de los mexicanos? por lo pronto salir a votar los más de 90 millones de mexicanos este 6 de junio, en contra de los candidatos de Morena, sobre todo a diputados federales, para que López Obrador y su partido no tengan la mayoría absoluta y calificada en el Congreso de la Unión. Sólo de esa manera podemos parar la dictadura de AMLO y regresar al México democrático que también tiene muchas deficiencias que superar. Pero que son más corregibles que una dictadura.
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