MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Identidad mexicana y rescate de tradiciones

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Mientras en Europa la cultura mexicana es muy valorada por su alegría, colorido y calidez, en México cada vez más se va desvaneciendo ante la avalancha de cultura desechable que invade nuestro país, proveniente fundamentalmente del vecino del norte, Estados Unidos, el cual está generando una cultura desechable por lo decadente de su sistema económico.

Para el Movimiento Antorchista Nacional el rescate de las tradiciones mexicanas, su filosofía y valores, no es una moda ni un proyecto coyuntural. Desde su fundación hace 50 años, Antorcha ha tomado el rescate de las tradiciones como una práctica constante que forma sanamente al que la conoce y practica. Por eso, desde su nacimiento se propuso formar grupos culturales de alta calidad a fin de llevar arte y cultura a los grupos antorchistas con los que trabaja, pues sus miembros, debido a sus bajos ingresos económicos, no tienen acceso a teatros, auditorios o lugares donde se presentan grandes espectáculos.

Así, una vez consolidado su liderazgo entre estudiantes, campesinos y colonos Antorcha promovió en las 32 entidades federativas –a fines de la década de los 80–, la formación de grupos culturales de teatro, danza y música, cuyos integrantes alcanzaron una alta calidad en cada una de las ramas de las bellas artes que practicaban, lo cual dio pie a la formación de los grupos culturales nacionales que desde su fundación tienen su sede en la ciudad de Puebla, en donde estudian y ensayan diariamente: bailarines, teatreros, cantantes, músicos, oradores, declamadores, dibujantes y pintores forman parte de los grupos culturales que están a cargo de la Comisión Nacional Cultural Antorchista. 

Actualmente, Antorcha no sólo cuenta con los grupos culturales nacionales, también se ha propuesto formar grupos en los estados de la república para que estos lleven cultura a los grupos afiliados a su organización. Varios de esos grupos también han alcanzado la calidad que tienen muchos grupos que viven de su arte y ofrecen espectáculos de gran calidad, pero a precios inaccesibles para la mayoría de los mexicanos.

Entre los grupos culturales antorchistas que han alcanzado un alto nivel de ejecución, se encuentran los de: Puebla, Ciudad de México, Veracruz, Oaxaca, Michoacán, San Luis Potosí y Estado de México, los cuales son conformados por jóvenes provenientes de escuelas y colonias populares en donde hace su labor Antorcha. 

Esos conjuntos de artistas, además de los integrantes de los grupos nacionales, se presentaron con gran éxito en la Feria Tecomatlán 2024. Sí, la feria de “la unidad entre los pueblos” que se lleva a cabo en ese municipio de la Baja mixteca poblana, con apenas poco más de 6 mil habitantes, recibió a cientos de artistas de varios estados de la República, quienes deleitaron con: música, canto y bailes folclóricos, entre otros, a los asistentes a esa fiesta familiar.

Danzas y bailes de carnaval, danzas de becerreros, de arcos y la emblemática danza azteca; bailes de Tierra Caliente, Sinaloa, Estado de México, Jalisco y Colima, entre otros; una banda musicalizada, la obra de teatro “El Quijote” y Orquesta sinfónica Antorchista del Estado de México, fueron los espectáculos artísticos que presentaron jóvenes antorchistas y mexiquenses, quienes artísticamente se educan bajo los lineamientos que el antorchismo nacional quiere hacer llegar a todos los mexicanos.

Los jóvenes artistas mexiquenses que presentaron esa diversidad cultural, tienen muchas horas de ensayo a fin de estar listos para realizar funciones el día y la hora que se los soliciten los grupos antorchistas y hasta ayuntamientos interesados en su arte. Con todo entusiasmo se presentan, pero sin cobrar un solo centavo: los maestros, el vestuario, los viáticos y alimentación corren a cargo de la cooperación que hacen para tal efecto tanto los grupos mismos como el seccional Antorchista al que pertenecen.

Así, en esta ocasión los gastos corrieron a cargo de los seccionales antorchistas de Toluca, Noroeste, Texcoco, Volcanes, Ixtapaluca, Chimalhuacán y la comisión estatal encargada de los dineros, inversión que se realiza para fomentar el amor al arte y la formación de grupos entre jóvenes y adultos ávidos de expresar sus sentimientos y emociones a través de la creación artística.

Además de que el arte desarrolla sanamente a los jóvenes artistas en tanto que los aparta del ocio, los vicios y hasta de pensamientos suicidas, como ellos mismos han expresado, los jóvenes también contribuyen a rescatar las tradiciones culturales que sintetizan los elementos que forjan la identidad mexicana, como las influencias indígenas, española y extranjeras; además, que dan a conocer a los diversos grupos étnicos que existen en el territorio mexicano, los cuales también han aportado elementos a la identidad mexicana que es sincrética, pues tienen elementos de etnias originales, como los que trajeron a nuestro país los españoles. 

Esas expresiones culturales se manifiestan en la música, las danzas, los bailes, la poesía, la comida, y las diferentes lenguas que existen en México, tradiciones que poco a poco se van olvidando ante la cultura decadente que nos llega de los Estados Unidos, la cual casi mayoritariamente habla a los jóvenes de sexo, drogas y violencia, pero que no les hace un análisis profundo de las causas que generan esos problemas sociales.

En nuestro país, que también vive un capitalismo decadente al igual que en Estados Unidos, la industria de la música fomenta en los jóvenes el gusto por artistas y cultura desechable, como por ejemplo los “corridos tumbados”, que son una variante de los corridos urbanos, pero que ahora utiliza un lenguaje relacionado con actos violentos, armas y contenidos explícitos, que es lo que le deja más ganancias a la industria de la música, pero que corrompe las mentes y ahora tenemos que muchos jóvenes no están dispuestos a estudiar ni trabajar con disciplina y decoro, sino que desean relacionarse con el crimen organizado, el narco fundamentalmente, para obtener rápidamente dinero fácil, a lo cual se ha sumado el presidente de México al darles “becas” sin ton ni son, pero sin exigir a los beneficiarios requisitos o compromisos mínimos.

No dudo que a los jóvenes antorchistas también los influya en algo ese tipo de “expresiones artísticas”, pues la exposición mediática de esas manifestaciones alcanza a todo mundo, pero el arte que practican los artistas antorchistas los vacuna contra ellas, por lo que su vida de artistas no se centra en torno a salir encuerados al escenario o hablar de sexo, drogas y violencia. Ellos tienen bien claro que su misión es el rescate de las tradiciones y la identidad mexicana a fin de llevar esa cultura a las masas que están contaminadas por la cultura de desecho y, por tanto, no tienen acceso a las verdaderas manifestaciones artísticas.

Eso es lo que desde hace 50 años fomenta Antorcha y, por lo tanto, el patronato de la Feria Tecomatlán 2024. Por eso invitó a jóvenes artistas de todo el país para que aportaran su grano de arena en la difusión de la cultura mexicana. 

Además, ese mismo patronato de feria realizó su trabajo impecable: ofreció instalaciones de primer nivel, también recibió a los visitantes en un pueblo ordenado y bello gracias al trabajo organizado de los tecomatecos. Asimismo, durante toda la semana brindó garantías de seguridad a todos los asistentes a ese evento familiar y coordinó, con una seguridad que ya quisieran las ferias más famosas del país, la llegada y salida de los famosos cantantes, comediantes o grupos musicales que llevaron diversión a la feria y, lo más importante, es que no vivieron ningún penoso incidente como a últimas fechas les ha sucedido tanto en ferias como en carreteras del país.

La Feria Tecomatlán 2024, la cual termina el 18 de febrero de 2024 –seguramente con saldo blanco–, es modelo de organización y seguridad, así como lo es el mismísimo pueblo en el que residen más de 6,800 habitantes, quienes con trabajo organizado han construido una comunidad digna para vivir: todas las casas cuentan con servicios básicos, tienen escuelas de todos los niveles, incluido el superior; cuentan con clínicas y hospitales, bonitos y cómodos hoteles para los visitantes y, lo que también lo diferencian de los municipios circunvecinos son sus jardines, flores y árboles, que con cuidado cotidiano se han convertido en un oasis en el seno de la semiseca Baja Mixteca Poblana. El trabajo organizado rinde frutos y Tecomatlán, Pue., es ejemplo de ello. ¡Enhorabuena!
 

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