A la llegada de Andrés Manuel López Obrador a Palacio Nacional, entre las ocurrencias que anunció con el sello de la 4T fue la de la Nueva Escuela Mexicana (NEM), un modelo educativo que no ha sido entendido ni mucho menos concretado por los docentes en nuestro país. Legisladores allegados a las filas morenistas y sus aliados aprobaron el 9 de mayo de 2019 la reforma constitucional en materia educativa que pretendía establecer los cimientos de un nuevo sistema. El 15 de mayo se proclamó y publicó esta reforma en el “Diario Oficial de la Federación” y el Ejecutivo anunció con bombo y platillo la anulación de la mal llamada reforma educativa de Enrique Peña Nieto. Esteban Moctezuma, el primero de los tres secretarios que han desfilado por la Secretaría de Educación Pública (SEP) durante el sexenio obradorista, anunció que la NEM tiene como objetivo "impulsar transformaciones sociales dentro de la escuela y comunidad". Sin embargo, el sello de esta administración ha sido la inestabilidad en funcionarios que han estado al frente de esta secretaría, pues cada 500 días existe un nuevo personaje al frente de la misma.
La 4T no ha podido aterrizar su proyecto en la aplicación de un nuevo plan de estudios así como la reformulación de los libros de texto. Docentes y especialistas en el tema han criticado la ideología de los proyectos de planes educativos así como la improvisación con la que fueron trabajados. Después de la difusión de varios borradores, en agosto de 2022, autoridades educativas presentaron formalmente los planes y programas de estudio de educación básica y media superior que tratan de efectuar en el ciclo escolar 2023-2024. La SEP organizó asambleas con maestros donde emanaron documentos que auxiliarían a la formulación del plan. El programa piloto que se anunció para este ciclo escolar y que se pretendía aplicar como ensayo con docentes fue frenado por organizaciones como Mexicanos Primero, entre otras. De acuerdo con especialistas el maestro tendrá que enfrentar varios retos que se incrementarán con el tiempo, acciones como el rediseño de los libros de texto, englobar las lecciones en campos del conocimiento y no en materias, cambio de planes y programas de estudio.
El nuevo plan se organiza en cuatro campos de formación que integran diferentes disciplinas y áreas de conocimiento que se relacionan con los ejes articuladores, que son temas transversales que conectan los contenidos con la realidad de la comunidad. Los ejes articuladores son: inclusión, pensamiento crítico, interculturalidad crítica, igualdad de género, vida saludable, apropiación de la cultura a través de la lectura y escritura, artes y experiencias estéticas. En teoría, se intenta promover una visión humanista e integral de la educación, que reconozca y valore la diversidad humana y cultural como una riqueza para el desarrollo social.
La NEM genera incertidumbre y desconfianza entre los docentes debido a la rapidez con la que se quieren establecer las modificaciones. Cada maestro debe aterrizar el nuevo plan con lo que ha entendido y no existe claridad sobre la metodología o planes de estudio que deben seguir para concretarlo en el aula, además de que cambiará su rutina de trabajo y los métodos establecidos, entre las nuevas tareas que ahora tendrán será la de salir a las comunidades para que estudiantes y ellos aprendan de los saberes comunitarios. Lo peor de todo es que no hay capacitación, pues los 85 pesos asignados como presupuesto para este año ya están agotados. Pese a que existen diversas inconformidades por parte de docentes no se ven movilizaciones ni reclamos como en sexenios anteriores.
Después de concluir los Consejos Técnicos Escolares cada profesor debe construir un programa analítico basado en los programas sintéticos y contextualizarlo conforme a su entorno y población donde se encuentre la escuela, le llaman autonomía de gestión y en ello cada educador diseña y adapta lo que plantee su contexto y entorno, pero no existe una metodología fija, todo se deja a la intuición a la suposición a lo que cada quien considere. El nuevo plan pide que la educación sea humanista, todo se tiene que relacionar con la sociedad y lo comunitario, se debe guiar con una metodología que no se entiende para qué; es muy subjetivo decir que algo es bueno o es malo, si es rico o pobre, incluso si algo es costoso, porque no todos los contextos son iguales, ya que no es la misma situación la de una ciudad a una comunidad rural.
La NEM es un proyecto educativo que plantea una utopía, una visión idealizada de la educación, pero que se aleja por completo de la realidad y de las posibilidades de su realización. Lo único seguro es que generará más problemas y contradicciones que soluciones y beneficios. Este proyecto requiere de un análisis crítico y participación de figuras involucradas en el proceso educativo, sólo de esta manera se podrá construir una educación liberadora.
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