El 1º de septiembre, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rindió su Tercer Informe de Gobierno en un evento al que acudieron algunos de los responsables de la crisis económica y la ola de muertos que sufre nuestro país. Revisemos, como tituló su portada la revista buzos, lo que no dijo el tercer informe presidencial.
La casa encuestadora Enkoll dice que López Obrador ha perdido 14 puntos de apoyo de la ciudadanía y está bajando su nivel de aceptación: ahora sólo lo apoya el 59% de los mexicanos. Esto es así porque la gente no ve soluciones a la pobreza, los bajos salarios, la falta de empleo, la inseguridad o la crisis por la covid-19.
López Obrador tiene un récord mundial: es el presidente más mentiroso del mundo, de acuerdo con el Spin Taller de Comunicación Política. En las 684 conferencias mañaneras ha mentido 61,079 veces; es decir, en promedio 89 mentiras por conferencia. Para no variar: de acuerdo con el mismo Taller de Comunicación, en su Tercer Informe AMLO dijo 88 mentiras; es decir, una mentira y media en cada minuto. Y éste es el hombre que, supuestamente, nos gobierna.
Durante los tres años de Gobierno de Morena, la pobreza se ha incrementado. El Coneval dice que, de 2018 a 2020, el número de mexicanos pobres aumentó de 51.8 millones a 55.6 millones. Son datos son de alarma. Pero el especialista en medición de la pobreza, Julio Boltvinik, sostiene que en realidad son 96.9 millones en la pobreza y la pobreza extrema.
El Producto Interno Bruto (PIB) ha decrecido. En 2019, el PIB cayó en 0.2%. En 2020 debido a las pésimas decisiones para enfrentar el Covid, el PIB cayó en -8.2%. Este año, algunos analistas dicen que no caeremos tanto… pero nosotros, el pueblo humilde, no estamos tan seguros. Que el PIB no crezca implica más pobreza, más hambre, menos empleo, bajos salarios, que se multiplique el ambulantaje, que el número de gente que pide limosna crezca o que el crimen de todo tipo siga creciendo.
Bajo el lema de los “abrazos, no balazos” ha crecido el narcomenudeo, la extorsión, los delitos sexuales y de género, así como los homicidios. Los años 2019 y 2020 son más violentos en la historia de México en asesinatos, porque ambos suman 71 mil 100 homicidios. Es más, el mes de agosto cerró con 2 mil 414 homicidios, un promedio de 78 al día, que es la cifra más alta de la última década. El país se está desangrando. Pero, para el presidente de la República, la delincuencia organizada se porta bien.
La educación se fue al bote de la basura: no se construyeron escuelas, no se mejoraron las ya existentes, no se ayudó a los maestros, no se mejoró el plan de estudios y, en la pandemia, no se diseñó un plan serio de educación virtual. Ahora, hemos regresado a las clases presenciales y eso provocará contagios y muerte por covid entre los jóvenes y los niños. López Obrador está llevando a los niños al matadero.
AMLO sigue las órdenes de Estados Unidos: por eso la represión contra los migrantes de América Latina y en economía hacemos todo lo que nos ordenen; AMLO es un represor de la oposición partidaria, y se le encarcela o se le asesina; AMLO ha desplegado una guerra de terror contra los medios y periodistas que lo critican y es el peor enemigo de las organizaciones sociales, como Antorcha. Pero a nosotros, a los antorchistas, no nos puede encarcelar dada la honradez con que vivimos y luchamos. Llevamos tres años de una guerra maquinada desde Los Pinos y tres años, y más, hemos resistido.
En la pandemia de la covid-19, el gobierno no puso en marcha una estrategia seria para combatir y terminar con los contagios masivos y la muerte. Siempre invitó a los mexicanos a que salieran a la calle, los restaurantes, a que no creyeran que el Covid era malo, decía que era menos mortal que la Influenza, y llamó a no frenar las actividades económicas. Según los datos oficiales, se han muerto por covid 260 mil mexicanos. Pero la Universidad de Washington sostiene que en realidad la cifra de muertos en el país, hasta mayo pasado, era de 617 mil ciudadanos. Somos un país que no hace pruebas masivas, que no ha creado una vacuna propia, en donde el gobierno no ayuda al personal hospitalario, que no moderniza los hospitales para mejorar la atención a la gente y en donde a nadie, desde el Palacio Nacional en manos de Morena, le importa que decenas de miles de personas se mueran por Coronavirus.
Si antes estábamos mal, ahora estamos peor. En 2018, saltamos del sartén a la lumbre. Y así nos va. Vamos, como dijo López Obrador, a mitad del camino. ¿Qué hacer para frenar este desastre? El pueblo mexicano debe entender que Morena es el peor partido político que nos ha gobernado y que es preciso que le quitemos espacios de poder. Convezamos a más mexicanos de que, para cambiar todo esto, el pueblo y los mexicanos progresistas deben gobernar y para ello es urgente y necesario formar un partido político que nos represente, que nos cuide, que trabaje en serio para eliminar la pobreza y que logre hacer de México, una vez más, una potencia mundial en la ciencia, la política, las artes y el deporte. Eso es lo que nos conviene.
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