El pasado viernes el infierno se expandió en Morelos, ya que despertamos con la terrible noticia del asesinato, en Temixco, de la abogada Ana Luisa Garduño, activista que luchó por obtener justicia ante el crimen en contra de su hija hace 10 años. El de Garduño, de 51 años, es el séptimo asesinato de un activista en el estado desde la llegada al poder de Cuauhtémoc Blanco, en diciembre de 2018, comprobando la incapacidad de las autoridades para atajar la violencia.
Estos hechos desenmascaran las mentiras diarias emitidas en las mañaneras ya que los homicidios dolosos registrados durante los tres primeros años de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador superan la suma de los contabilizados en el mismo periodo de los gobiernos de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón. Como aspirante presidencial, López Obrador prometió en enero de 2018 que si ganaba la elección federal pacificaría al país en tres años.
Los datos a tres años de comenzada la actual administración reflejan todo lo contrario. Un reporte publicado por la organización Causa en Común –con base en cifras oficiales– indica que en el periodo de 2007 a 2009 se reportaron 39 mil 529 asesinatos; entre 2013 y 2015 fueron 49 mil 276, y de 2019 a 2021 se registraron 89 mil 337. En otras palabras, en la primera mitad del calderonismo se cometían 36 homicidios diarios, en la primera parte del peñismo se perpetraban 45 y en el primer trienio de la 4T se registraron 82 al día.
¿Será que el objetivo es exterminar a los mexicanos? Pues pareciera que sí. La muerte sigue rondando Morelos aprovechando la pésima atención del covid 19 y su variante Ómicron: la Secretaría de Salud informa que a la fecha en Morelos se han estudiado 302 mil 956 personas, de las cuales se han confirmado 59 mil 347 con coronavirus COVID-19; 1267 están activas y se han registrado 5 mil 845 defunciones.
El antorchismo desde el inicio de la pandemia ha dejado en claro que el camino que dictan los morenistas y su líder, no solo es equivocado sino que nos llevará al abismo económico, social y sanitario, la 4T no es capaz de responder al llamado de impulsar un plan de alimentos e ingresos para paliar el hambre y superar la pandemia.
Por lo tanto nosotros, los antorchistas, seguimos llamando al pueblo de México a que se una con Antorcha y formemos un frente común que logre que el país salga del callejón sin salida en el cual nos encontramos, proponemos que este frente defienda que se garantice una mejor distribución de la riqueza de todos los mexicanos: una política fiscal donde los que tienen paguen más impuestos y los que no tienen nada no paguen nada, donde la empresa invierta y cree empleos, donde los recursos públicos se ejerzan en cambiar las condiciones de vida, como hospitales, escuelas, casas de cultura, pavimentos, apoyo al campo; y se lleve agua y luz donde no hay; finalmente, que los empleos en todo el país sean bien remunerados.
Hacemos el llamado a todos los morelenses a unirnos, a no ser indiferentes ante los problemas de inseguridad y salud descritos anteriormente, porque merecemos un Morelos más justo, equitativo y seguro para nuestras familias. Que así sea.
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