Nicolás Romero, Edomex. Se ha vuelto común asociar a cada persona con al menos un teléfono celular. En estos tiempos resulta extraño encontrarnos con excepciones, ya que este aparato se ha convertido en una herramienta que nos ayuda a efectuar múltiples propósitos, desde la simple comunicación hasta la realización de operaciones bancarias, de problemas aritméticos y de investigación científica.
De acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), en 2023, en nuestro país, 97.2 millones de personas usaban un teléfono celular, lo que equivalía al 81.4 por ciento de la población de 6 años o más.
El uso del teléfono celular también está asociado con el consumo de la señal de internet. Los datos de la citada encuesta señalan que del total de personas que tienen al menos un aparato telefónico, 97 millones usaban internet; es decir, 81.2 por ciento de la población de 6 años o más, solo el 0.2 por ciento de los usuarios no lo usó en ese periodo.
De los rangos por edades que hacen uso del teléfono celular y de la señal de internet se encuentran mayoritariamente los jóvenes de entre 18 y 24 años en primer lugar (96.7 por ciento) y los que tienen entre 12 y 17 años en segundo (92.4 por ciento).
Un alto porcentaje de los jóvenes usuarios de internet prefiere usar la señal para acceder al entretenimiento y las ventas, lo que representa para ellos una amplia posibilidad de enfrentarse a serios peligros por los contenidos que promueven la adquisición de nuevos valores e ideologías, muchos de ellos nocivos para las relaciones armónicas en la familia y la escuela, además de inducirlos a la compra desmedida de artículos superfluos, propios de una sociedad de consumo, como es el caso de la que prevalece en nuestro país.
Ante este panorama, docentes de la escuela preparatoria número 333 “Mario Benedetti”, ubicada en la comunidad de Azotlán, en el municipio de Nicolás Romero, Estado de México, han implementado talleres alternativos para el uso constructivo de las nuevas tecnologías, mediante los cuales se busca orientar a los educandos hacia el uso constructivo de los aparatos telefónicos.
Estos talleres constan de cursos de fotografía básica y de diseño gráfico, en los cuales los jóvenes exploran y aprovechan las capacidades de las herramientas que contienen los dispositivos de comunicación, de esta manera, los estudiantes desarrollan sus capacidades creativas en su beneficio y en el de la institución, ya que sus trabajos pueden ser incluidos en la elaboración de periódicos murales, campañas de concientización y en sus trabajos escolares sin necesidad de pagar a un especialista en la materia.
Angélica Pérez Morales, directora de la institución educativa, señala que: “además de las difíciles condiciones económicas que prevalecen en las familias de los alumnos, el factor ideológico que incide sobre la personalidad de los educandos y que facilitan las nuevas tecnologías, es en muchas ocasiones negativo; hemos observado un fenómeno que consiste en que el teléfono celular es utilizado como una forma de evadir la dura realidad en la que viven, de ahí proviene su uso en ocasiones desmedido, incluso en el transcurso de las clases, lo que afecta su aprendizaje y su rendimiento académico.
Ante esta situación, que deteriora cada vez más las relaciones comunitarias y la formación personal, lo que podemos hacer como institución es orientar a nuestra comunidad estudiantil hacia el uso racional y constructivo de las nuevas tecnologías; creemos que, de esta manera, podemos hacer conciencia sobre los riesgos que implica su uso inconsciente y contribuir a reducir el daño, sobre todo ideológico”, enfatizó finalmente.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario