Cada inicio de año, los ciudadanos pedimos un sin fin de buenos deseos y anhelando que se materialicen; uno de ellos es que el gobierno haga mejor su trabajo, que resuelva los problemas sociales de toda índole que nos aquejan por todas partes en la vida diaria. Para ver cómo se vislumbra el presente año para los sonorenses, recurrimos a revisar el portal de Hacienda del Gobierno de Sonora para echarle una ojeada al paquete de ingresos y gasto público 2023, mismo que fue aprobado, a mediados de diciembre, pasado en el Congreso del estado.
En las primeras páginas se describe, puntualmente, los resultados económicos a corto plazo en Sonora en el año 2022, medidos por el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE), se muestra un avance anual del 4.1 por ciento, se registra una Inversión Extranjera Directa (IED) de 484.2 millones de dólares y se suman favorables flujos por remesas de 673.6 millones de dólares.
En pocas palabras, según el documento oficial, estamos en franca recuperación económica y nos está yendo bien, pero nosotros estamos seguros de que no a todos, sino solo a una minoría que son los dueños del poder económico y político en la entidad; la inmensa mayoría continúa padeciendo agudos problemas económicos y más en esta cuesta de enero.
El documento en proyección se basa en una confianza y certeza numérica para plantear una política de ingresos más eficiente y eficaz en algunos conceptos, contemplando el aumento de impuestos en hospedaje, placas y licencias, con la finalidad de fortalecer la recaudación de las finanzas estatales y su crecimiento. Lo proyectado es recaudar 76 mil 337 millones 171 mil pesos, un crecimiento con respecto al 2022 de 8 mil 405 millones 954 mil pesos y un endeudamiento por un mil millones de pesos, con respecto al año anterior.
A simple vista, es asombroso el monto de dinero a recaudar, pero totalmente insuficiente para cubrir las necesidades del estado. Eso se ve en la distribución del gasto por concepto, castigando la obra social y programas sociales no electoreros, por ello, hace falta una verdadera política fiscal progresiva, pagando más impuestos el que más tiene y aplicando una efectiva política distributiva en los hechos y no solo en el papel.
Para las inmensas mayorías trabajadoras que viven en zonas populares y rurales marginadas, donde los pocos servicios públicos con que se cuentan son muy deficientes, siempre añoramos que un día mejoren, que en el Centro de Salud haya médicos, enfermeras y medicinas para atendernos con calidad y calidez; que en la escuela haya desayunadores con alimentos calientes, material didáctico, techumbre, aire acondicionado, sanitarios en buen estado, aulas y profesores y talleres culturales y deportivos.
Asimismo, que nuestras viviendas tengan buenas condiciones mínimas de piso, techo firme, sanitarios, repellado y pintura; que haya servicios de agua potable, electricidad a bajo costo, drenaje funcional, que las calles dejen de ser polvosas, estén pavimentadas y alumbradas, que nuestras colonias sean espacios seguros y nuestras familias puedan andar tranquilas, que todos gocemos de buen trabajo con salarios remunerados, la alimentación sea sana y de calidad, hasta ahora nos están haciendo mucho daño los alimentos chatarras y procesados.
Estamos seguros de que, pensando en esto, el gobierno diseñó, creó y visualizó programas y proyectos prioritarios, como: Sonora sin Pobreza Extrema, Nueva Política de Seguridad, Reconstrucción de los Valores, la Educación y la Cultura Sonorense, Transporte de Alta Eficiencia, Hospital Universitario y Salud Para Todos, Rescate de Ciudades, Pueblos y Colonias. Programas que en la tinta y el papel tienen un buen propósito, una buena intención… pero sólo ahí se quedará. Sí, es afirmación, porque con el recurso que se les asigna en el plan de egresos 2023, no podrán cumplirse en lo mínimo estas metas. Veamos la distribución en términos porcentuales de los 76 mil 337 millones 171 mil pesos; 12.63 por ciento para Servicios Personales, 0.71 por ciento para Materiales y Suministros, 1.87 por ciento para Servicios Generales, 61.26 por ciento para Transferencias, Asignaciones, Subsidios y Otras Ayudas, 0.75 por ciento para Bienes Muebles, Inmuebles e Intangibles, 0.7% para Inversión Pública, 0.06 por ciento para Inversiones Financieras y Otras Provisiones, 14.06 por ciento para Participaciones y Aportaciones y el restante 7.98 por ciento para Deuda Pública.
Se ve claramente que el presupuesto se destina en cantidades muy parecidas al año anterior, con ligeros aumentos, nada significativos: para ser justos, por ejemplo, en salud en el año 2022 se le asignó 3,098 millones 383,542 pesos, ahora 3,303 millones 516,310 pesos, un mínimo incremento de 205 millones 132,768 pesos, un aumento del 6.6 por ciento; en educación en el año 2022 se asignó 9,703 millones 086,340 pesos, ahora 10,430 millones 891,219 pesos, un mínimo incremento de 727 millones 804,879 pesos, representando un aumento del 7.5 por ciento. En infraestructura social, el año 2022 se le asignó 906 millones 700,264 pesos, ahora 1,191 millones 386,037 pesos, un raquítico aumento de 284 millones 685,773 pesos, un 31 por ciento, dinero totalmente insuficiente para atender las necesidades de obra pública en la entidad. Por ello, siendo objetivos, se dan ligeros aumentos que, debido al deterioro o rezago de la problemática en obra pública, no tendrán ningún impacto significativo.
Así que, realmente, seguiremos viviendo con las mismas carencias y problemáticas sociales, durante el presente año. Ahora, ¿cuál debe ser nuestra postura como ciudadanos libres y organizados?
El número de personas que viven con algún tipo de pobreza en la entidad es de 863,000, el 28.2 por ciento de la población total, de este tamaño es el reto. Para ello, la Secretaría de Desarrollo Social operará con 370 millones de pesos, distribuidos en programas específicos, aquí se queda: seguridad alimentaria y reactivación de economía local; cuidar a quienes cuidan; ENBICI: movilidad para la inclusión social; las jefas autogestoras por la transformación social; mano a mano: apoyo a la pobreza; apoyo a pobreza extrema. Qué impacto puede tener este ínfimo monto, cuando son cientos de miles de familias de escasos recursos que esperan un programa gubernamental que los apoye en su carente situación, esto representa literalmente una simple gota de agua en el desierto.
El rezago en cuanto obra social básica es mayúsculo: en obras Públicas se tiene contemplada una inversión por 2 mil 107 millones 236 mil pesos, para construir 803 obras en los 72 municipios del Estado, mismo que presenta un aumento del orden de los 635 millones 539 mil pesos, con relación al Presupuesto de Inversión aprobado para el ejercicio fiscal 2022 de 1 mil 471 millones 698 mil pesos, incremento que representa el 43.09 por ciento, abocada a la atención de las necesidades y mantenimiento funcional de la infraestructura existente. Si bien el enfoque que se le da al rubro es bueno, el monto asignado es totalmente insuficiente, teniendo presente el mundo de necesidades que tienen los municipios. ¿Por qué teniendo clara la problemática en estos dos aspectos sociales se les castiga, asignándoles un monto de recursos totalmente insuficientes para atender la problemática? Aquí está la respuesta si estamos o no de lado de las mayorías.
Como podemos deducir, ciudadano y compañero antorchista, el insuficiente dinero que se propone en el plan de gasto 2023 y los diputados aprobaron en diciembre pasado para obra pública y programas sociales, hará que sigamos viviendo igual o peor antes. Con esto debemos aprender que no es suficiente con escuchar discursos adornados, cuando estos distan mucho de los hechos; a pesar de ello, todavía otorgamos el beneficio de la duda y esperaremos a que los resultados nos desmientan.
Por ello, los convoco a que acudamos durante todo el presente año a las instancias estatales a plantear nuestras necesidades y solicitemos en colectivo, de manera respetuosa pero enérgica, que sean atendidas y resueltas. Los sonorenses trabajadores humildes de a pie, que viven con el sudor de su trabajo y que todos los días la van sorteando para salir adelante, sabemos que la única fuerza capaz de cambiar nuestra dura realidad es educarse, organizarse y luchar por la toma del poder político nacional, para desde ahí diseñar un nuevo modelo de sociedad y una economía que ponga en el centro y como prioridad a las inmensas mayorías. Todos a trabajar en esa gran tarea.
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