Amables lectores, esta semana ha sido de luto para el Movimiento Antorchista Nacional por los hechos sucedidos el 12 de abril del presente año en el estado de Guerrero, donde Conrado Hernández Domínguez y su esposa Mercedes Martínez Martínez, fueron asesinados a golpes y su pequeño hijo de siete años, asfixiado, en el mismo ataque, por asesinos desalmados como lo reveló el resultado de la autopsia realizada por un perito del Servicio Médico Forense (Semefo).
De inicio he de decir que la situación de violencia en nuestro país está en total descontrol. Iniciaré por lo general para regresar a mi tema central que quiero tocar en esta ocasión. En distintos medios de comunicación y en los portales de los organismos que se dedican a analizar los aspectos del país a través de datos estadísticos, se ha dado a conocer la compleja verdad que decía previamente.
En el Análisis Global 2022 de Front Line Defenders se dieron a conocer datos estadísticos sobre la cantidad de asesinatos contra defensores de los derechos humanos, ocupando México el tercer lugar a nivel nacional con más casos, siendo los estado de Oaxaca, Guerrero, Chihuahua y Chiapas los estados en donde se presentan más casos de ataques armados, desapariciones forzadas, violencia y asesinatos; señalan también que México, una vez más, fue el país más mortífero del mundo para la labor periodística, sufriendo el mismo sector represalias por expresar su disidencia y exigir responsabilidades a autoridades públicas, encabezadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), así como del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), exponen que el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018) finalizó con 156 mil 066 homicidios; en el de Felipe Calderón (2006-2012), con 120 mil 463; el de Vicente Fox (2000-2006), con 60 mil 162; el de Ernesto Zedillo (1994-2000), con 83 mil 637; con Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) hubo 92 mil 245 y en el de Miguel de la Madrid (1982-1988), 83 mil 167 homicidios.
Internacionalmente como indicador para medir la violencia de una nación, los organismos utilizan los datos de la cantidad de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, y de los últimos siete sexenios, el que tiene más casos de este tipo ha sido el actual de Andrés Manuel López Obrador, que hasta diciembre de 2022 sumó 137 mil 603 homicidios y todo indica que podrán ser 194 mil 455 al finalizar el sexenio, según cálculos oficiales. Y los datos son cada vez más duros, pero no terminaría ni haría justicia en tan poco espacio.
Con todo estos datos alarmantes y que posicionan al pueblo en situaciones realmente difíciles, hasta el momento la postura del mandatario nacional, quien ha resultado ser un completo incompetente para dar políticas serias a todos los rubros del país y por supuesto tampoco en la seguridad, desvaría sobre la postura y trabajos que debería realizar la Guardia Nacional, con la novedad de que la quiere transferir al Ejército Mexicano y se ha limitado en general a decir que su gobierno no es el mismo que los anteriores, que va bien y que su popularidad indica que está jugando bien su papel, mientras desde su tribuna crítica y calumnia a periodistas, organizaciones y a todo aquel que no comparta sus falacias, sabiendo que esto propicia que aumenten los homicidios, desapariciones, odio, al mimo tiempo que provoca que los maleantes busquen formas más inhumanas para ejecutar sus oscuros propósitos.
Aunado a los datos anteriores están los últimos sucesos acontecidos durante semana santa: siete personas muertas en un balneario en Guanajuato, entre ellas un niño; tres desaparecidos en Morelos que aparecieron muertos al día siguiente; mataron a un hombre que pegaba propaganda de claudia Sheinbaum; balazos en un bar de Guerrero, y lo que mencionaba al iniciar mi opinión, el cruel triple homicidio de nuestros compañeros.
Conrado Hernández fue líder de nuestra organización en Chilpancingo de los Bravo, durante 10 años, y su esposa Mercedes era la dirigente de los antorchistas en la zona de La Cañada, desde hace año y medio. Mechita fue una mujer que conocí desde que yo ingresé a las filas de la organización, primero en la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez” y posteriormente dirigiendo a los campesinos, obreros y colonos del estado de Guerrero. Ambos eran personas buenas, trabajadoras e inteligentes que siempre lucharon y dieron todo de sí desde muy jóvenes a favor de los pobres de nuestro país.
Y qué decir de su hijo, un niño de escasos seis años y a quien de la forma más desalmada, inhumana, vil y cruelmente le arrebataron la vida.
El Movimiento Antorchista en cada uno de los estados hizo pública esta denuncia a través de conferencias de prensa, medios digitales e impresos porque somos una organización que sabe lo que significa sembrar y crear hombres de bien que se preocupen realmente por sacar adelante a nuestro país. La perdida de dos hombres humildes y de gran corazón, así como de su hijo, nos pesa muchísimo, nos da coraje y nos impulsa a levantar con más fuerza la voz.
Nosotros pedimos a las autoridades encargadas de impartir justicia en el estado que abran una investigación que sea seria y apegada a los hechos, para encontrar a los autores intelectuales y materiales del triple asesinato, que el Gobierno del estado, que encabeza la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, use toda su estructura para garantizar que se haga justicia y se castigue a los responsables de estos crímenes atroces, al mismo tiempo que ofrezca condiciones de seguridad para todos los antorchistas.
Como lo dijimos en nuestro boletín central, manifestamos que se trata de un grave crimen contra dos luchadores sociales y su hijo, que muestra la vulnerabilidad y descomposición de una nación cuyo gobierno no puede, no sabe o no quiere ponerle un alto a los graves problemas que nos aquejan.
Nosotros denunciamos el ataque a nuestros compañeros y decimos que es momento de levantar la voz para demandar justicia, por nuestros camaradas y por todos los mexicanos que tienen familiares y amigos ausentes y víctimas de la inseguridad nacional.
Exigimos que cesen las agresiones, calumnias y asesinatos contra el Movimiento Antorchista Nacional y se trabaje por brindar seguridad a todos los mexicanos.
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