Como todos sabemos, el pasado 21 de abril, la Secretaria de Salud Federal, a través del Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gattell, decretó en México, la fase 3 de la pandemia llamada SARS-CoV-19. Según los expertos es la fase más crítica de las 6 en que las clasifica la Organización Mundial de la Salud, ya que se incrementaran de manera exponencial el número de contagios, de hospitalizaciones y desgraciadamente el número de muertes.
Es necesario recordar que, desde el principio de la pandemia en nuestro país, el gobierno federal actuó de manera irresponsable y tardía para tomar las medidas sanitarias de acuerdo a las primeras fases. Pero lo más grave de esta irresponsabilidad es que la encabezó el propio Presidente de la República, Lic. Andrés Manuel López Obrador, todos recordamos que mientras los expertos en la materia ya recomendaban a la población quedarse en casa y en general tomar las medidas básicas sanitarias, el presidente andaba muy campante todavía de gira en varios estados, realizando actos masivos, incluso en una gira por Oaxaca el 22 de marzo insistió a la gente: "No dejen de salir, todavía estamos en la primera fase...", "No hacemos nada bueno, no ayudamos si nos paralizamos, sin ton ni son, de manera exagerada...". Incluso, fuimos la burla mundial, cuando en lugar de solicitarle a la población como jefe del estado mexicano, para que adoptara las recomendaciones de los expertos, mejor les recomendó que se encomendaran a los santos de su devoción como él lo hacía. Cualquier mexicano con un poco de sentido común debe aceptar que no se debe mezclar la fe con la tarea de gobernar.
Después de perder el tiempo varios meses en otros menesteres, por fin, el gobierno mexicano lo alcanzó la cruda realidad que nunca perdona, y el 28 de febrero aparece el primer caso de coronavirus en la Ciudad de México. Pero la covid-19 encontró muy débil en todos los aspectos al sistema de salud en México, sobre todo porque no se le destinan los recursos económicos suficientes desde hace décadas, por ejemplo en los países que más han avanzado hacía la cobertura universal presentan un gasto público en Salud mínimo del 6 por ciento de su PIB, sin embargo, en nuestro país, ya con un gobierno de "izquierda" que según su eslogan son "primero los pobres", y que controla las dos cámaras, la de Diputados y Senadores, apenas alcanzó destinarle el 2.5 por ciento del PIB, según datos del PEF 2020. Por si esto fuera poco, la Dirección General de Epidemiología tuvo una reducción en este año de casi 57 millones, para quedar con 544 millones de pesos, cantidad ridícula, si consideramos que esta dirección es de suma importancia en plena crisis global por la pandemia del coronavirus, ya que es responsable de la vigilancia epidemiológica, además, tiene a su cargo el Instituto Nacional de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica (INDRE), que procesa los casos sospechosos de covid-19 que aparezcan en el país. Estos datos nos demuestran, que los responsables directos de una posible crisis o colapso del sistema de salud en México, son los principales gobernantes de la autollamada 4T, empezando por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y el Secretario de Salud, el doctor Jorge Carlos Alcocer Varela.
Por lo tanto, el poco presupuesto destinado al sector salud por el actual gobierno, está dejando en evidencia prácticamente a todos los hospitales del país, ya que no cuentan con la infraestructura mínima para recibir a los contagiados de covid-19; según el subsecretario Hugo López-Gatell, se contará con 700 hospitales que atenderán a pacientes contagiados de covid-19 en esta Fase 3, que a mi parecer son pocas unidades hospitalarias. Si tomamos en cuenta que el famoso sistema Centinela, que adopto el gobierno federal, es muy errático e impreciso, se trata de un programa de vigilancia epidemiológica y se utiliza en varios países para monitorear enfermedades como la influenza estacional, pero en México se ha vuelto en centro de una intensa controversia. Esto se debe a que la Secretaria de Salud decidió utilizarlo para combatir al coronavirus, en lugar de aplicar pruebas masivas en la población para detectar contagios. El mismo López-Gatell reconoce que el sistema centinela estima que los potenciales contagiados son 8 veces más que los que han sido confirmados oficialmente. Otros expertos no le ven bondades a este modelo, y advierten que centrarse en él puede ser muy riesgoso, especialmente en esta fase 3. Así lo asegura el doctor Alejandro Macías Hernández, quien encabezó la Comisión Nacional para la atención de la Influenza en 2009, cuando México afronto la AH1N1, "El Centinela no está diseñado para una situación epidémica" sostiene.
Tenemos que decir que también aquí se equivocó el gobierno de la 4T, ya que eligió el modelo más errático, pero sobre todo el más barato, poniendo en riesgo a más de 127 millones de mexicanos, incluidos más de 90 millones pobres y extremadamente pobres, que se supone son los que más le preocupan al actual gobierno. Pero nuevamente con estos datos se le cae la careta de falso redentor al gobierno federal. Ya que si deberás estuviera preocupado por los pobres de este país eligiera modelos o estrategias más efectivas, más exitosas como lo han hecho países con economías parecidas a la nuestra, como por ejemplo Corea de Sur, que es la onceava economía del mundo y nosotros somos la décimo quinta; sin embargo, tenemos que reconocer que en esta crisis sanitaria mundial, un gobierno de derecha, uno gobierno neoliberal o fifí para que entiendan los chairos, resulto ser más humano con sus gobernados en esta pandemia mundial. Porque eligió un modelo más efectivo, más agresivo contra la covid-19, y sobre todo destino los recursos económicos suficientes, que en estas situaciones extraordinarias se tienen que hacer por gobiernos inteligentes y sensibles al dolor humano. Pero, qué hizo el gobierno surcoreano que está siendo ejemplo en el mundo. Corea del Sur adelanto una campaña agresiva para combatir el coronavirus, puso todo su sistema de salud a disposición para diagnosticar tempranamente la presencia del covid-19 en los habitantes de zonas críticas del país. Pero el éxito de Corea del Sur consistió en la masificación en la población de las pruebas de laboratorio para detectar a los contagiados sobre todo en las primeras fases, esto fue decisivo para detener la expansión del virus, realizando 10 mil pruebas por día; en cambio en México, según la OCDE, ocupamos el último lugar en pruebas de coronavirus, sólo se realizan 0.2 por cada mil habitantes.
Pero lo más grave y delicado es que nuestro primer frente de batalla para enfrentar al covid-19, que está compuesto por miles de doctores, doctoras, enfermeras, enfermeros, camilleros, choferes de ambulancias, etc., este gobierno de la 4T, los mando a la guerra sin las armas más elementales, como mascarillas especializadas, cubrebocas, batas impermeables, etc., incluso le están prohibiendo al personal médico para que no denuncie la falta de equipo en los hospitales y la falta de protección del personal. Por ejemplo, aquí en Campeche, en uno de los principales hospitales públicos de la capital, el personal denunció de manera anónima esta situación, que algunos medios locales difundieron el pasado 23 de abril. Citaré algunos fragmentos de la denuncia anónima: "Es triste escuchar que tu Jefa de Recursos Humanos esté haciendo comentarios de no subir publicaciones de lo que pasa en el Hospital por falta de Equipo de Protección Personal...", "...invito a que se acerquen y pregunten a todo el personal, empezando desde Enfermería, Auxiliar de Limpieza, Médicos y todo el equipo de trabajo, sí realmente tienen la capacitación y el equipo necesario para trabajar esta pandemia, sí el lugar donde están resguardando a los pacientes está en condiciones adecuadas y con el equipamiento para atender a los pacientes..." "...me pregunto también, hasta cuando la Jefa nos dará lo necesario a todo el personal para protegernos, hasta que cada uno de nosotros estemos en contagio?...". Ante la desesperación, también en varios estados de la república, incluido Campeche, hemos visto protestas del personal médico, precisamente para exigirle al Gobierno Federal para que los dote del equipo mínimo de protección para que puedan trabajar.
Por todas estas razones nos solidarizamos con todo el personal médico del país, los antorchistas de Campeche y de toda la república, respaldamos en su lucha a todos los que se han atrevido a manifestarse en diferentes formas, exigiendo el equipamiento necesario en los hospitales donde laboran y el equipo de protección personal; al mismo tiempo exigimos al gobierno federal para que acelere la protección sanitaria del todo el personal médico del país, sobre todo, dotándolos de equipo profesional y de calidad, ya que en sus manos está salvar de la muerte a miles de mexicanos en esta Fase 3 de esta terrible pandemia.
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