Durante el presente sexenio del presidente de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se han registrado 144 mil 276 homicidios dolosos en todo el país, esto de acuerdo con la agencia TResearch, la cual señala que del 1 al 17 de enero del presente año han ocurrido 1,303 homicidios en éste que sería el gobierno de "Primero los pobres", en donde además se crearon falsas expectativas de generación de empleos y progreso para toda la nación. Esto no tiene para cuándo acabar con toda su secuela de dolor para millones de familias mexicanas pobres, pues no son los hijos de los ricos los afectados en este clima de inseguridad, salvo en rarísimas y sonadas excepciones. Los noticieros exhiben a grupos de peligrosos delincuentes detenidos. La versión oficial indica que todo va de maravilla, pero los resultados hablan de un rotundo fracaso.
¿Y a qué se debe esta situación? Si analizamos el problema con cuidado, podemos concluir que si el tratamiento está fallando es que está aplicado mal, o que el diagnóstico del que se deriva la estrategia es erróneo. La falla de origen es el carácter subjetivo de la explicación, que todo lo atribuye a la maldad o a las ideas equivocadas de ese razonamiento y es que las autoridades han llegado a la conclusión de que la causa del mal está en los narcocorridos, a esto se agrega la "incomprensión" de algunos medios que no valoran los éxitos gubernamentales y esto genera un estado anímico adverso. Según ellos han descubierto la raíz del mal. Se habla mucho de la narcocultura en el cine y la música y como solución el gobierno ahora produce series en donde se destaca a la policía.
La millonaria demanda de droga que Estados Unidos requiere, aunado a su oferta de armas, es la causa verdadera del mal de nuestro pueblo. Nuestra juventud no tiene esperanzas de desarrollo, de acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el 21.7 por ciento de los jóvenes mexicanos entre 18 y 24 años ni estudia ni trabaja (ninis), una cifra superior al 16.1 por ciento que promedia en conjunto los 38 países miembros, por lo que, México ocupa el séptimo porcentaje más alto de la organización, es notable que el país desperdicia mucha energía e inteligencia. Las escuelas de educación superior públicas, rechazan entre el 80 y 90 por ciento de los jóvenes que desean cursar una carrera, esto los condena a la frustración. La UNAM dio a conocer que 9 de cada 10 estudiantes fueron rechazados en 2022. Cursar estudios universitarios en una escuela privada no podría realizarlo la inmensa mayoría debido a que carece de recursos para pagar sus colegiaturas. Sí realmente se quiere abatir la delincuencia, el gobierno debe invertir mucho más en educación, en maestros dedicados y preparados, así como en infraestructura; salones de clase, bibliotecas, laboratorios, etc., y esto se debe aplicar en todos los niveles de escuelas públicas para que puedan brindar educación a más estudiantes. Los pocos estudiantes que consiguen continuar sus estudios de educación media o superior, se les abandona a su suerte, ya que muchos deben trabajar para sostener los estudios, desafortunadamente muchos abandonan las aulas para ayudar al sostenimiento familiar, es lamentable que no existan en cantidades suficientes comedores y albergues costeados por el gobierno para facilitar la estancia de estudiantes pobres en las escuelas.
Otro mal que aqueja a la juventud mexicana es la inseguridad y esta incluye a los estudiantes, así como sus centros de estudios; sin embargo, las autoridades de la 4T no lo están atendiendo de manera eficaz y oportuna. La inseguridad en México es, de nueva cuenta, una de las principales problemáticas que las autoridades enfrentan con malos resultados, pues en lo que va de enero hay un promedio de 77.15 casos diarios en homicidios dolosos.
En el estado de Veracruz, el joven estudiante que en vida llevaba el nombre de Joel Carrera Antonio de 16 años y que cursaba el quinto semestre de bachillerato en el plantel 62 del Cobaev, fue asesinado el pasado martes 17 de enero en la Reserva Vergara Tarimoya 4 del Puerto de Veracruz. De acuerdo con medios de comunicación porteños, el joven sufrió un asalto y al resistirse, el asaltante lo agredió en el pecho con una navaja, estas heridas le causaron la muerte. Fue víctima de la terrible inseguridad y violencia que existe en Veracruz y se ha convertido en una más de las personas inocentes que han perdido la vida debido a la descomposición que campea por toda la entidad veracruzana y que las autoridades no han podido contener. Asimismo se ha dado difusión a través de múltiples medios que las autoridades no han podido dar solución al problema de vandalismo y agresiones que se han presentado en la telesecundaria "José María Luis Mora" de Xalapa, Veracruz, desde el pasado mes de octubre de 2022. Esto a pesar de que se cuenta con una carpeta de investigación y se ha identificado con nombre y apellido al agresor, la Fiscalía del Estado no ha hecho nada al respecto para detener al delincuente. Ante estos hechos, el gobierno de la 4T y las fuerzas armadas están obligados ahora más que nunca a dar resultados inmediatos en el tema de inseguridad.
La pregunta obligada es: ¿por qué el gobierno se niega a ver esto? Porque reconocerlo significaría admitir el desastre económico que él mismo, empresarios y partidos gobernantes han generado, y con ello reconocer el fracaso del modelo económico y la necesidad de sustituirlo por otro más justo. Hace falta no solo gastar en lo ya señalado, sino en generar empleos suficientes, dignos y bien remunerados para todos los mexicanos, pues la pobreza de las familias impide a los jóvenes tener las condiciones materiales y el estado de ánimo adecuado para ocuparse en actividades constructivas
0 Comentarios:
Dejar un Comentario