La carretera federal 57, que recorre gran parte de México, con una longitud de 1,295 kilómetros, que une a ocho entidades, desde Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí, Guanajuato, Querétaro, México, Hidalgo, y Ciudad de México se ha convertido en la vía de la muerte no sólo por sus accidentes, sino también por ser una ruta controlada por el crimen organizado con la complacencia del gobierno de los abrazos.
De acuerdo con datos recientes del Anuario Estadístico de Accidentes en carreteras del Instituto Mexicano del Transporte, esta es una de las más transitadas del país y durante un año, en el tramo México- Querétaro se registraron 296 colisiones, 96 de las cuales se dieron con víctimas y 58 muertos en el sitio, resultando 115 lesionados y daños materiales superiores a los 530 millones de dólares.
Por ejemplo, el pasado 20 de abril del presente año ocurrió una fuerte carambola entre varios vehículos pesados y automóviles, debido al intenso tráfico, que por momentos circuló a vuelta de rueda a la altura del distribuidor vial conocido como trébol con dirección a la capital queretana. La información proporcionada en el lugar indicó que el tráfico comenzó a detener su velocidad de manera abrupta cuando uno de los vehículos pesados se estrelló detrás de una caja seca, quedando prácticamente destrozado y otros autos que circulaban detrás protagonizaron una carambola entre ellos que los dejó con severos daños materiales. Todos quedaron en mitad de la vialidad, provocando un alto total en ese punto durante varias horas y varios kilómetros de vehículos varados.
Igualmente, en otro más de los múltiples accidentes, hace una semana, la madrugada del 8 de julio en el kilómetro 161 del tramo de la carretera México-Querétaro se convirtió en un infierno, al chocar e incendiarse ocho vehículos; siete tráileres y una pipa de gas, accidente considerado el mayor en los últimos veinte años, con resultado de ocho lesionados por lo que es considerada la vialidad más peligrosa del país.
Y aunque el alcalde de San Juan del Río, Roberto Cabrera Valencia, desde hace tiempo ha expresado su hartazgo y ha solicitado y entregado exhortos a los funcionarios de las dependencias que les corresponde tomar cartas en el asunto, como la Secretaría de Comunicaciones y Transportes nada, ha pasado, no hay día que no suceda por lo menos un percance, generalmente con resultados fatales.
Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) de San Juan del Río, Eduardo Prado Alcántara, ha exigido que el transporte pesado respete los límites de velocidad y utilicen los carriles de baja velocidad, debido a que las eternas obras que se hacen han generado una circulación lenta y la reducción a dos y hasta un carril, lo que ha llevado a un aumento constante en el número de accidentes, afectando el desarrollo de los sectores del comercio y turismo.
La carretera 57 es una vía vital para el tránsito del comercio nacional e internacional, y los turistas y comerciantes se enfrentan a riesgos al recorrer este tramo, por lo que ha hecho llamados a las autoridades correspondientes para brindar mayor seguridad a las personas que transitan diariamente por esta carretera, dijo Prado Alcántara.
Y mientras las distintas autoridades y actores políticos, como el Gobernador, Diputados locales y federales, Senadores, jefes de la Guardia Nacional, personal de Caminos y Puentes Federales (Capufe), Protección Civil y hasta el ineficaz y líder de mafiosillos del presidente de la República, ahora hablan mucho acerca de cómo resolver el problema, siguen suscitándose graves accidentes en esta importante travesía, los accidentes siguen dejando con enormes pérdidas de recursos y de vidas humanas, por la corrupción de los encargados de poner orden en la velocidad, exceso de dimensiones y de peso de los tráileres que circulan por esta importante vía de comunicación.
Afortunadamente ya, entre las medidas descubiertas por algunos legisladores se encuentra la instalación de señalización tipo puente con límites de velocidad específicos para diferentes tipos de vehículos. Además, se contempla la implementación de un tapete logarítmico, la colocación de lonas de señalamiento de protección de obra en tramos específicos de la carretera y hasta la inhumación del proyecto del tren México-Querétaro. No es que sea aguafiestas, pero el pequeño detalle es que estamos en tiempos de la 4T. Esperemos que para ese entonces tenga dinero el Banco Bienestar, porque ahorita no tiene ni para el pago a los pensionados de Querétaro.
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