En mi colaboración de la semana pasada señalé el papel educativo que han juagado los refranes en la cultura universal. No debemos olvidar que el refrán es de origen y uso popular y que estos expresan un consejo o una moraleja.
Se estima que en español existen más de mil 500 refranes, muchos de los cuales surgieron de las entrañas de las calles y los barrios y nuestro país se caracteriza por el ingenio y la espontaneidad con que la gente responde a todo tipo de situaciones; desde las más chuscas hasta las más difíciles.
Hice referencia al refrán “Obras son amores y no buenas razones” para ejemplificar la razón por la que comisiones representativas de colonos y campesinos de diferentes municipios del estado acordaron salir a las calles a denunciar los reiterados incumplimientos por parte de funcionarios del Gobierno del Estado, quienes por muchos meses han hecho el compromiso de autorizar recursos públicos para la introducción de servicios básicos en diferentes comunidades, pero que, llegado el momento de iniciar las obras simple y sencillamente han faltado a su palabra, provocando con ello, la irritación popular.
Pues bien, a unas horas de realizarse la movilización, que estaba programada para el día 7 de diciembre y que buscaría entrevistarse con el gobernador del estado, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, para solicitar su intervención decidida para que se cumpla la palabra empeñada, fueron una vez más convocados a reunión, en esta ocasión por el coordinador de asesores de la Secretaría General de Gobierno, Alberto Cifuentes Negrete, quien en compañía de otros funcionarios estatales renovaron los compromisos que deberán materializarse en las próximas semanas y también programaron otra reunión para los primeros días del mes de enero de 2024 para continuar analizando y aprobando el pliego petitorio de los guanajuatenses más humildes de la entidad.
Ante tales compromisos, los demandantes, también una vez más, dando muestras de sensibilidad y de voluntad de diálogo decidieron posponer su movilización, esperando que esta vez sí se inicien las tan anheladas obras en sus comunidades.
Si el Gobierno del estado continúa con la política del engaño, va exactamente en sentido contrario a Libia Dennise y, con ello, trabaja para que ella pierda.
Como lo señalé también en mi escrito anterior, el cumplimiento de tales demandas no representa ni el 1 % de los recursos que maneja el gobierno estatal y, por tanto, sólo es cuestión de que haya voluntad política y verdadera vocación de servir y, en caso de realizarse les cambiará la vida a miles de familias que al día de hoy carecen de lo más indispensable en sus comunidades.
La precandidata a la gubernatura de Guanajuato, por el Partido Acción Nacional, Libia Dennise García Muñoz Ledo, en una reunión con sus simpatizantes en el municipio de Silao señaló: “Quiero ser la candidata a gobernadora de la gente, la que escucha, la que está con ustedes, la que no se aleja cuando acaba la elección, al contrario, este proceso me va a servir para escucharlos, para entender lo que Guanajuato necesita. Las palabras comprometen y por eso estoy aquí, para comprometerme con ustedes, para decirles, viéndolos a las ojos, que no les voy a fallar, que vamos a trabar por un mejor Guanajuato”.
Sin duda, con su discurso la precandidata busca ganarse la confianza de los guanajuatenses para que en la elección que se realizará el domingo 2 de junio de 2024, la mayoría de la población le regale su voto y con ello se garantice que Acción Nacional retenga el poder del estado.
Sin embargo, no debe perderse de vista que, si el Gobierno del estado continúa con la política del engaño, haciendo promesas que luego no va a cumplir, es ir exactamente en sentido contrario al planteamiento hecho por Libia Dennise y, con ello, en los hechos, trabajar para que ella pierda.
Dice el refrán “la burra no era arisca, la hicieron los palos”, es decir, las personas se hacen desconfiadas como resultado de las malas experiencias vividas.
El tiempo nos dirá si la renovación de los compromisos, por parte de los funcionarios estatales, son un auténtico acto de reflexión y la comprensión plena de que el poder estatal se debe utilizar para mejorar las condiciones de vida de los guanajuatenses o simplemente fue una nueva maniobra para evitar la movilización popular. De lo que no debe quedar duda es que, de ser así, la lucha continuará todo el tiempo que sea necesario.
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