“La Moral es un árbol que da moras”, inolvidable frase acuñada por el cacique potosino Gonzalo N. Santos, personaje emblemático del cinismo y la corrupción de la clase política que se entronizó en el poder tras la Revolución Mexicana.
Sin exageraciones, hoy se les puede decir a los morenistas que están más cerca del árbol de moras de Gonzalo N. Santos que de su propia “cartilla moral” y para muestra un botón: Félix Salgado, David Monreal, el diputado poblano Saúl Huerta, etc.
Pero vamos con calma. ¿Qué dice la cartilla moral morenista? Básicamente se trata de un llamado a la “reflexión nacional sobre los valores que debemos tener para alcanzar una convivencia armónica y de respeto”.
El propio presidente escribe: “te invito a compartir con la familia estos pensamientos y a dialogar entre sus integrantes acerca de la moral, la ética y los valores que necesitamos para construir entre todos una sociedad mejor”.
Pero para los asuntos morales también se deben barrer las escaleras de arriba para abajo, ¿no? ¿O ahí no aplica? Es más, se empieza barriendo las escaleras propias para después barrer las ajenas. Esto sería lo más lógica. Porque es difícil criticar lo que pasa en la casa vecina cuando la propia es un desastre.
Pues todo esto de la moralidad viene a cuento porque en los últimos días varios escándalos le han estallado a la cúpula morenitas, es decir, en las escaleras de mero arriba hay tanta inmoralidad que vaya a saber cómo está la cosa en los escalones de abajo.
Primer caso. Diputado federal poblando de Morena, Saúl Huerta, acusado por varios jovencitos menores de edad de abusar sexualmente de ellos, aprovechándose de sus necesidades económicas, ha ocupado el mismo modus operandi de darles trabajo, ganarse su confianza para después abusar de ellos.
Después de que al menos dos casos más lo denunciaron, el diputado renunció a su reelección no sin antes intentar comprar el silencio de la mamá de un denunciante con una fuerte suma de dinero que fue grabada y difundida en varios medios de comunicación.
Segundo caso. El mismísimo hermano de Ricardo Monreal, uno de los personajes más importantes de la 4T, el hoy candidato a la gubernatura de Zacatecas, David Monreal, un personaje con múltiples acusaciones como nexos con el narco, corrupción y hoy acusado de “violencia de género” por “manosear” públicamente a una de sus compañeras.
Lo mínimo que pudieron haber hecho fue reconocer el error y pedir disculpas públicas, pero lejos de esto, trataron de demostrar que el video había sido manipulado, cosa que no pudieron hacer, porque videos desde distintos ángulos muestran claramente como el morenista sí manoseó sin consentimiento y públicamente a una de sus compañeras.
Tercer y último caso. El tan mencionado caso del candidato a gobernador de Guerrero, Félix Salgado, acusado penalmente de violación a por lo menos dos mujeres. ¿Qué han respondido? Que se trata de calumnias por los tiempos electorales, sin embargo, las denuncias fueron hechas desde hace tiempo cuando no se sabía si quiera que este violador sería candidato.
En fin. Éstos son solos unos pequeños ejemplos de la inmoralidad que existe en las más altas esferas del partido nuevo diferente de los demás y que además es la esperanza de México. ¿Se acuerdan que el presidente hablaba de la cartilla moral y sobre la “convivencia armónica y de respeto”? Esto solo demuestra que para Morena la moral es también un árbol de moras.
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