MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La clase gobernante y el gran capital

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El mejor negocio de Carlos Slim fue la compra de Teléfonos de México (Telmex), en 1990; el empresario aprovechó la ola privatizadora ideada por el expresidente Carlos Salinas de Gortari, y a los pocos años se convirtió en el hombre más rico de México.

Para justificar la venta de Telmex, el gobierno argumentó que la empresa contaba con tecnología muy obsoleta y que su modernización requería de una inversión aproximada de 10 mil millones de dólares, cantidad que estaba fuera del alcance del gobierno, por lo que la única salida era recurrir a la iniciativa privada.

Pero a pocos días de su privatización, el nuevo dueño de la empresa telefónica anuncia un drástico aumento al precio del servicio que provocó una generalizada irritación entre la población.

Para explicar el alza descarada de las tarifas, se dijo con todo desparpajo, que la nueva administración, debía contar con fondos suficientes para iniciar la modernización de la empresa. Entonces, la razón para que la empresa telefónica pública pasara a manos privadas resultó una farsa, pues para hacer más competitiva y brindar mejores servicios a costa de todos los ciudadanos aumentando el precio de los servicios, no era necesario vender la empresa a la iniciativa privada.

Hoy en día, según la Organización No Gubernamental (ONG) Oxfam, al referirse a Carlos Slim, "nadie en América Latina y el Caribe es más rico que él. Su riqueza ha crecido desde el principio de la pandemia en un 42 por ciento, equivalente a 25,500 millones de dólares (mdd) adicionales, a un ritmo desenfrenado de 750 mdd al mes, 25 mdd por día o 1 mdd por hora, en promedio. Su fortuna se ha multiplicado por cinco en los últimos 22 años, lo que equivale a 71,900 mdd más desde el año 2000".

Pero no sólo Slim es el consentido de todos los gobiernos, incluido el de Andrés Manuel López Obrador, los millonarios en México, sobre todo los que tienen ingresos superiores a los 500 millones de pesos (mdp) al año, vieron crecer sus fortunas 117 veces más rápido que la economía nacional a pesar de la crisis económica y sanitaria provocada por la pandemia entre 2019 y 2021.

Otra de las grandes empresas de Slim es el Grupo Carso, involucrada en la construcción de la línea 12 del Metro, que el 3 de mayo de 2021 colapsó y fallecieron 24 personas, no ha sido llamado a dar cuentas de su responsabilidad en las fallas en su construcción. Además, sus empresas participan en la construcción de las megaobras de López Obrador, como la del Tren Maya.

La Oxfam señala que, en 2021, los grandes capitalistas mexicanos sólo aportaron el 0.03 por ciento de la recaudación total de impuestos y que las grandes empresas aportan tasas efectivas de impuesto sobre la renta (ISR) entre el 1 y 8 por ciento del total de sus ingresos, deberían aportar el 30 por ciento, para que contribuyan al desarrollo nacional, pero nadie se atreve a molestar a los grandes señores del dinero.

Mientras la recaudación esté sustentada en el pago de impuestos al consumo, como el IVA, son los hogares más pobres los que pagan los impuestos en mayor proporción de sus escasos ingresos.

El gobierno se presenta como el gran benefactor de los marginados, esgrimiendo la entrega de programas sociales, como el método más efectivo para distribuir la riqueza, pero eso solo es la pantalla para ocultar la verdad, de lo que se trata es de ocultar el contubernio del gran capital con la clase gobernante y perpetuar así el sistema de exportación y dominio sobre los trabajadores.

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