MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La crisis terminal del capitalismo

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Antes de iniciar con el contenido de este artículo, quiero dedicar unas líneas a la compañera Angélica Gasca Dávila, quien el lunes 5 de febrero del presente año perdió la vida. Angélica pertenecía al Comité Seccional de Toluca del Movimiento Antorchista en el Estado de México y, por su origen, era una mujer modesta, trabajadora, que se dedicaba al comercio, pero con características especiales: de líder, de dirigente de un sector importante de comerciantes de Toluca. Encabezó con valentía la lucha de sencillos mexicanos que para vivir tenían que recurrir a la venta de productos de interés para el público, pero ante su modesto capital tenían que hacer uso de un pequeño espacio en las calles de Toluca. Enfrentó toda clase de dificultades ante las autoridades locales: represión, macana en mano; la policía persiguiendo a compañeros suyos para “levantarles” sus puestos; presiones y chantajes de todo tipo y la camarada Angélica nunca desistió, nunca vendió el movimiento, siempre estuvo al frente de manera decidida y consecuente. Por ello, el Movimiento Antorchista del Estado de México y el Movimiento Antorchista Nacional lamentamos su pérdida, pues son pocos los mexicanos que hemos decidido entregar nuestras vidas a la defensa de los más desprotegidos del mundo y Angélica cumplió su promesa, pues murió por causas naturales, pero entregada a la lucha por la construcción de un México mejor para todos. Descanse en paz y vivirá siempre en la memoria del pueblo organiza

“La crisis terminal del capitalismo” es el nombre del nuevo libro del ingeniero Aquiles Córdova Morán, creador y guía del Movimiento Antorchista Nacional. En el año 2015; es decir, hace casi una década, el ingeniero Aquiles Córdova Morán explicó a jóvenes estudiantes la crisis terminal del capitalismo en una conferencia, que sirvió de material para la consecución de este libro.

Profetas a posteriori hay muchos; sin embargo, mentes cuyo análisis trasciende los tiempos hay muy pocos y la razón estriba en una fórmula sencilla: si hace uso o no de la ciencia a la hora de razonar. Efectivamente, hay muchos análisis basados en la ideología y cubiertos con un ropaje seudocientífico que cuando se le somete a la prueba del ácido, es decir, a la prueba del tiempo simplemente fracasan. Tal es el caso del autor del libro "El fin de la historia y el último hombre", Francis Fukuyama, quien en 1992 aseguró que, a la caída del bloque socialista, ya no había más remedio para la humanidad que el modelo capitalista; sin embargo, la realidad, es el último criterio para mostrar si las cosas son o no son, no lo que digamos o pensemos por sí, le demostró a Fukuyama que no tenía razón y que una sociedad mejor es posible.

El ingeniero Aquiles Córdova hace uso del método materialista dialéctico e histórico para estudiar la realidad nacional y mundial. Gracias a ello, las deducciones contenidas en el libro se han ido comprobando, casi una a una, en el desarrollo de los años, lo cual demuestra que los lentes del marxismo leninismo son una poderosa herramienta de análisis que hay que promover entre todos los mexicanos.

“Hoy, la lucha es por el dominio del mundo”. Esta es la tesis central del libro y la demuestra a lo largo de él. Efectivamente. “Estados Unidos quiere controlar el mundo, incluidos Rusia, China y todos los países de América Latina que hoy no están totalmente bajo su dominio, bajo su control y su explotación económica”. Al momento de dictar la conferencia el ingeniero Aquiles Córdova Morán no se habían agudizado los problemas en Taiwán ni las amenazas del cerco de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a Rusia que rebasó las líneas rojas y le obligó a dirigir la operación militar especial en defensa, no sólo de Rusia, como es su derecho, sino del mundo entero. No había iniciado Estados Unidos una guerra comercial y por el dominio tecnológico en contra de China ni Israel había mostrado sus dotes nazistas con tanta ferocidad en contra del pueblo palestino como ahora; sin embargo, estos hechos están esbozados como una posibilidad y, peor aún, la amenaza de el estallamiento de una guerra nuclear de catastróficas consecuencias, planteado en el libro, son vigentes.

“La OTAN, que dispone de bases militares prácticamente en todo el mundo. Es más, alrededor de Rusia tiene ya un cerco de bases militares, todas equipadas con misiles de largo alcance y con ojivas nucleares verdaderamente devastadoras”. Ese cerco quiso rebasar la línea roja al querer meter a Ucrania dentro de los países de la OTAN. Pese a todos los esfuerzos diplomáticos impulsados por Rusia, Estados Unidos y sus aliados siguieron adelante, es decir, incluir a Ucrania en la OTAN, a 15 minutos balísticos de Moscú, por ello Rusia se vio forzada a realizar la operación militar especial, pues un país que esté en guerra no puede inscribirse en la OTAN. Como se ve, fue una acción en legítima defensa y no una “invasión” como la quieren hacer ver los poderosos, mediante el uso de la prensa occidental.

Explica el ingeniero Aquiles Córdova las causas profundas de esta intentona de hacerse del mundo por los Estados Unidos, que, si nos son ellos, nadie más y, por lo mismo, son los herederos verdaderos del nazismo que eso intentaron: dominar el mundo y esas causas son que sobra capital y falta lugar donde explotar a la clase trabajadora. Pero, ahí donde los Estados Unidos no tiene acceso a los mercados por la vía de la competencia económica o de tratados comerciales leoninos a favor suyo, entonces hace uso de las armas como sucedió en Irak, en Afganistán, etc.

Explica cómo la concentración y la centralización del capital han inundado los mercados locales, han generado una gran concentración de la riqueza y un gran desarrollo del capital financiero, pero ahora, en su afán de lucro, deben seguir expandiéndose; pero, en su afán modernizador desplazan a los trabajadores y crean la siguiente contradicción: se producen las mercancías de manera más eficiente, por lo cual hay un mar de ellas en el mercado, pero, al mismo tiempo, ante el desempleo que conlleva la modernidad, quienes pueden adquirirlas no tienen capacidad de compra y se genera con ello la crisis de sobreproducción y de acumulación del capital que estamos viviendo y que no tiene retorno.

Por fortuna, la aparición de Rusia y China como grandes y efectivos contrapesos han iniciado la lucha por la construcción de un mundo multipolar en el que el desarrollo de todos los pueblos sea la base para el progreso de la humanidad; en el que no sea el supremacismo de una sola nación la guía para la construcción del mundo del futuro. Y concluye magistralmente: son los pueblos organizados los únicos capaces de detener el intento de apoderarse del mundo por una sola nación, los Estados Unidos. “El llamado es a unirnos, a organizarnos y a luchar para abonar en la construcción de una sociedad en la que todos vivamos mejor. El mundo no se cambia con buenas intenciones; muchos se conforman con eso, pero el planeta se queda igual. Hay que meter las manos en la realidad y correr los riesgos que sean necesarios. No prometo soluciones mágicas ni hago demagogia; yo llamo a luchar, ésa es mi consigna, porque cambiar al modelo no es fácil”, así concluye esta obra que invito a todos a leer para tomar conciencia y tomar partido a favor de un mundo multipolar y mejor para toda la humanidad.

 

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