MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La desesperación de la “Cuarta Transformación”

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Quedan pocos días de campañas electorales para las elecciones del 6 de junio. Como todos sabemos, en este proceso electoral se conjugan diversas circunstancias que a todas luces crean un balance más desfavorable para la “Cuarta Transformación” (4T), que van desde malos candidatos y candidatas postulados por el partido en el poder y sus aliados, decisiones de política pública equivocadas, hasta tragedias como la de la Línea 12 del Metro en la Ciudad de México y el pésimo manejo de la pandemia. En este contexto estoy de acuerdo con los expertos en temas económicos, financieros y políticos al advertir que muchos políticos de Morena están al borde de la desesperación.

Varios analistas sostienen que hace apenas tres o cuatro meses Morena y sus aliados tenían la perspectiva de ratificar su mayoría calificada en la Cámara de Diputados; sin embargo, hoy en el mejor de los casos aspiran a conseguir la mayoría absoluta. Los nuevos partidos, como el PES o Redes Sociales Progresistas, a los cuáles les apuntaban para sumar sus legisladores a los de Morena, el PT y el Verde, no se les ve ni con capacidad de obtener su registro.

De tal manera que, cuando se observa este panorama se entiende el enojo que ha mostrado el presidente de la República. Está claro que el problema para darle continuidad al proyecto de López Obrador, se requiere realizar reformas constitucionales que no se van a concretar si los resultados son los que se describen. No se podría reformar el INE, ni eliminar los órganos autónomos, ni hacer cambios constitucionales, entre diversos candados que permanecerían. Ser la fuerza política número uno del país no es suficiente.

Pero Morena y el presidente López Obrador no se han rendido. La ofensiva en contra del gobernador de Tamaulipas, Cabeza de Vaca, es un ejemplo de los recursos de última hora de los que se quiere echar mano, a pesar de que estamos ya en la recta final del proceso electoral. Muchas voces aseguran de que la 4T todavía está por poner en juego un arsenal de acciones para tratar de cambiar la intención de voto de los electores a su favor. Por lo que en los días que restan seguramente habrá más de una sorpresa. Lo que se juega es mucho y la apuesta es conseguir por lo menos más del 50 por ciento de los legisladores.

Más aún, si los resultados de las urnas no favorecen a Morena existe la certeza de que a partir del siete de junio habrá toda una serie de impugnaciones para tratar de echar para abajo algunos resultados que les sean inconvenientes. Pocas veces en la historia de los procesos electorales de nuestro país, nos hemos acercado a la fecha de los comicios en un ambiente tan polarizado, con tantas amenazas y lo peor, que todas éstas provengan directamente de un presidente de la República.

Comentaristas explican que no por nada es que AMLO y Morena se vean desesperados y actúen desesperadamente porque se les derrumba a pedazos la autollamada 4T. Son varias las caracterizaciones acerca del actual Gobierno federal que se han hecho durante lo que lleva ejerciendo el poder; van desde que el ahora presidente ignoraba la magnitud de sus promesas de campaña, imposibles de realizar en un plazo tan breve; o bien las enarboló demagógicamente para obtener votos. Faltaba caracterizarlo como un gobierno que atenta contra las libertades democráticas y el derecho de los ciudadanos a elegir libremente a sus gobernantes sin la intromisión velada, abierta o cínica del presidente de la República, sin amenazas, intimidaciones y persecución contra candidatos y partidos opositores.

A casi tres años, las consecuencias del mal desempeño del gobierno lopezobradorista son palpables y están a la vista: en varios estados que gobierna su partido ha perdido popularidad y simpatía, hecho que se refleja en las encuestas de preferencia electoral.

La desesperación de la Cuarta Transformación ante la caída en la intención de voto en favor de Morena se deja sentir en el hecho de que haya tenido que echar mano de su control del Poder Legislativo para intimidar y perseguir a los contrincantes mejor posicionados, abusando del recurso legal del desafuero. La represión administrativa, la persecución fiscal, a través de la Unidad de Inteligencia Financiera también juega su papel en esta guerra de los morenistas para conservar su hegemonía.

Finalmente, el Ejecutivo Federal echa mano de su dominio del Poder Judicial, para investigar a los candidatos de oposición por supuestos actos criminales o nexos con organizaciones delictivas, con el objetivo de anularlos como posibles triunfadores en un proceso en el que su partido va perdiendo ventaja. Por lo que, ante este obscuro escenario solo el pueblo de México puede detener las pretensiones de López Obrador. El 6 de junio los electores deben votar en contra de Morena y sus aliados. No queda otra alternativa.

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