Es una verdad incontrovertible que vivimos en un mundo con inmensas y dolorosas desigualdades económicas y sociales: por un lado, la inmensa mayoría de la población mundial vive en la desgarradora pobreza, y, por otro, un puñado de magnates que amasan inmensas fortunas, viven en la opulencia, siendo dueños no sólo del poder económico sino también del poder político. Acaba de salir publicado en El World Inequality Report 2022, documento elaborado por El Laboratorio de las Desigualdades Mundiales, quien está integrado por 100 investigadores y especialistas de todos los continentes que se encargan precisamente de en base a datos como se ha comportado, ha crecido o disminuido, la desigualdad patrimonial y de ingresos, de género, ambientales en todo el orbe. Desafortunadamente el documento saca a la luz datos en los que nuestro país, México, se ve que la desigualdad de ingresos y patrimonial ha crecido.
Veamos que pasa a nivel mundial y luego veamos que pasa en nuestro país. En torno al ingreso, dicho reporte, nos dice que “el 10% más rico de la población mundial recibe actualmente el 52% del ingreso mundial, mientras que la mitad más pobre de la población gana el 8.5%.” También, el reporte arroja que una persona que se encuentra en el segmento del 10% más rico gana 122,100 dólares por año, mientras que una persona de la mitad más pobre de la distribución más pobre gana apenas 3, 920 dólares por año. Las desigualdades se pronuncian cuando hablamos de la concentración patrimonial, cuantas propiedades posee un individuo. El reporte nos dice: “la mitad más pobre de la población mundial apenas posee el 2% del total de la riqueza. En contraste, el 10% más rico de la población mundial posee el 76% de toda la riqueza…” Así de mal e injusta está distribuida la riqueza en el mundo.
En México las cosas no son distintas. “El 10 % de la población más rica tiene ingresos 30 veces mayores a los de la mitad de los más pobres, lo que convierte a México en uno de los países más con más desigual en el mundo, señala el informe World Inequality Report 2022 realizado por el Laboratorio de las Desigualdades Mundiales” (Nayeli Párraga, El Sol de México, 7 diciembre del 2021). Agrega: “Las personas más acaudaladas del país concentran más del 57 por ciento de los ingresos, mientras que el 50 por ciento de la población más pobre solo tiene 9.2 por ciento” Y si esto no nos hace claridad, el mismo reporte nos dice que la mitad de la población más pobre en México, tiene en promedio ingresos por 42 mil 700 pesos per cápita por año, el 10 por ciento de los más ricos en el país ganan 1.3 millones de pesos, per cápita.
Esto es lamentable, pero lo es más, el hecho de que en nuestro país la desigualdad bajo el régimen de la 4T, más neoliberal que los gobiernos neoliberales anteriores, la polarización entre ricos y pobres, entre los que lo tienen todo y los que viven al día, se agudiza. En lo que va del sexenio, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) han pasado a engrosar las filas de la pobreza nada menos que 3.8 millones de pobres, un mundo de gente. Por otro lado, según la revista Forbes “La contingencia sanitaria por Covid-19 representó un revés para la economía global, sin embargo, los 36 millonarios de la lista de billonarios mexicanos tuvieron un aumento superior al 20% en sus fortunas”. Solo mencionaremos 3 millonarios y como han incrementado su fortuna: Carlos Slim Helú tenía en el 2020 una fortuna de 52,100 millones de dólares, en el 2021, 55,930, que representa un 7.4%; Germán Larrea, pasó en el mismo periodo de 11,000 a 27,110 mdd, ¡imagínese amigo lector!, un incremento del 146.5% de su riqueza, y finalmente, el consentido de AMLO, Ricardo Salinas Pliego, pasó de 11,700 a 12,520 mdd, un 7% de incremento en su riqueza personal.
World Inequality Report 2022, nos da la salida en lo inmediato, y sin necesidad de pensar en cambios radicales, para resolver el problema de la desigualdad. En el apartado final titulado Redistribuir la riqueza para invertir a futuro, nos dice: “…Dado el gran volumen de concentración de la riqueza, los impuestos progresivos modestos pueden generar ingresos importantes para los gobiernos. En nuestro escenario encontramos que el 1.6% de los ingresos globales podría generarse y revertirse en educación, salud y transición ecológica”. En otra parte el informe dice: “…El surgimiento de los estados del bienestar modernos en el Siglo XX, que estuvo ligado a un tremendo progreso en salud, educación y oportunidades para todos, estuvo vinculado al aumento de las tasas impositivas progresivas y pronunciadas…”, más adelante “…Será una evolución similar para abordar los desafíos del Siglo XXI.” Es decir, que los especialistas urgen a que se redistribuya la riqueza para afrontar los grandes problemas en el mundo.
En México, con la 4T de AMLO, defensora del modelo neoliberal o capitalismo salvaje, la pobreza y la agudización de las desigualdades irán en vertiginoso aumento. La frase de “primero los pobres” que pregona el morenismo, se traduce en los hechos en “primero y ante todo primero los ricos”. Se necesita un cambio en serio y no la demagogia de la 4T: se necesita una política redistributiva de la riqueza social que producen los millones de trabajadores para lo cual es necesario una política fiscal progresiva en la que paguen más los que tienen más ingresos; se necesita dar empleo bien remunerado a toda la población económicamente activa, y se requiere un gasto social que mejores las condiciones de vida con la construcción de escuelas, centros de salud, carreteras, electrificaciones. No hay otro camino.
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