En una sociedad capitalista siempre existirá una lucha constante de clases sociales entre la burguesía y el proletariado, puesto que la primera busca acumular y concentrar la riqueza producida por todos, cada vez en pocas manos; la segunda, busca mejores ingresos económicos y acceso a todos los servicios básicos (públicos, vivienda, educación, salud, etc.) que le permitan mantener un bienestar seguro.
En México vivimos en una sociedad así, la pobreza aumenta día a día y los trabajadores del país al ver que no existen soluciones a sus necesidades más apremiantes y que los gobiernos han hecho oídos sordos durante mucho tiempo; por lo mismo decidieron apostar al discurso de un político que por lo menos reconocía el problema de la pobreza, llamando a los mexicanos a combatirla desde la silla presidencial.
En 2018 Andrés Manuel López Obrador llegó al poder y los mexicanos vieron reflejadas sus esperanzas en el gobierno de la Cuarta Transformación, pero el problema de la pobreza persiste y no se han dado cambios radicales en el país, al contrario, la pandemia provocada por la covid-19 está agudizando este mal.
En el tema educativo, es evidente que las estrategias implementadas por el gobierno federal a través del programa Aprende en Casa, en tiempos de pandemia, han servido de muy poco. Hace unos días la Encuesta para la Medición del Impacto Covid-19 en la Educación (ECOVID-ED) 2020 del INEGI, expuso 2.9 millones de personas no se inscribieron para el ciclo escolar 2020-2021, por falta de recursos económicos y otras 2.3 millones por cuestiones de la pandemia. De ese total 3 millones corresponden al nivel básico, preescolar, primaria y secundaria.
Algunas de las causas fueron porque creen que las clases a distancia no funcionan, los tutores se quedaron sin empleo, o porque no cuentan con computadora o equipo para conexión a internet. Y esto es únicamente hablando de las personas (entre 3 y 29 años de edad) que ya no pudieron inscribirse al presente ciclo. El Gobierno federal no ha dado información alguna sobre todos aquellos alumnos que durante dicho ciclo (2020-2021) han ido perdiendo comunicación con sus docentes, ¿a qué numero estamos llegando en cantidad de alumnos que van abandonando sus estudios durante el período?
El Gobierno de la República reconocía su estrategia educativa a distancia, como única, como un modelo a seguir por otras naciones y la realidad nos señala todo lo contrario; a pesar de que algunos alumnos cuentan con acceso a las tecnologías, existe “ausentismo a clases virtuales”; los jóvenes prefirieren invertir su tiempo en otras tareas menos en su preparación educativa, son muy pocos los que aprovechan la actividad a distancia, alumnos y docentes entran en una dinámica aburrimiento por no estar suficientemente preparados para el uso de las herramientas digitales.
En fin, el problema de la educación en México desde hace muchos años ha requerido de una reforma profunda en la forma de enseñar, escuelas públicas con mejor infraestructura, maestros mejor capacitados y con acceso a las tecnologías, alumnos más críticos y con un sentido humanista, que permita crear a un hombre nuevo, un hombre que sienta amor por su patria y desarrolle ciencia para crear un mundo mejor para todos.
Afortunadamente, Andrés Manuel López Obrador ha reconocido que no hay mejor forma de enseñar que desde un salón de clases, en Campeche habló de un posible regreso gradual a clases presenciales después de las vacaciones de semana santa, “con el protocolo que acordaron”, en este estado, así como en Sonora, Chiapas, Chihuahua y Veracruz.
Para un posible regreso a clases es necesario que maestros y maestras se vacunen, como dijo el presidente, pero también los estudiantes; se prepara este regreso y sólo de palabra se dice lo que se va hacer, el carácter tan espontaneo que tiene el gobierno de la 4T de implementar acciones para “ayudar” a los mexicanos es lo que está llevando al despeñadero al país. La educación en México por tal razón no avanzará para nada y no se podrá evitar el aumento de más deserciones escolares, provocando que existan más mexicanos con poca preparación académica y cuyos ingresos económicos en su actividad laboral, serán muy bajos.
Urge un cambio de modelo educativo, urge un regreso a clases, de forma gradual, segura, con escuelas acondicionadas y limpias, y sobre todo con todos los maestros y estudiantes vacunados. De otra forma, es difícil este regreso sin un plan de vacunación para los actores que intervienen en la educación de los mexicanos.
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