Desde su nacimiento, hace 47 años, Antorcha Campesina ha trabajado por alumbrar al pueblo el camino del progreso, del trabajo, un camino constructivo para el bienestar del pueblo pobre de México. El objetivo es elevar el nivel de vida de las grandes masas, lograr una distribución más equitativa de la riqueza.
Es una organización política que se propone mediante la gestoría, mejorar las condiciones de vida de la gente más necesitada y olvidada de nuestro país, la sociedad puede cambiar solo si las condiciones de vida de la gente mejoran, sin embargo, en nuestra realidad y conforme pasan los años y los sexenios, las condiciones de pobreza se van agravando. De acuerdo a los datos que se manejan, en el país, existen más de 10 millones de pobres, de personas que viven algún tipo de pobreza, que puede ser alimentaria, de servicios públicos, de salud, de educación o de patrimonio, y en algunos casos de 2 o más de los anteriormente mencionados.
Por eso el crecimiento de la organización en todo el territorio mexicano, y con sus más de 2 millones de integrantes, ha sido el resultado de tanto engaño que ha sufrido el pueblo por parte de los políticos que solo buscan el poder a cambio de lo que sea, olvidando las necesidades de sus gobernados, ocasionando el descontento y la desconfianza en estos. Como consecuencia, el pueblo se organiza, se moviliza y exige a los gobiernos que cumplan con sus obligaciones; por eso se ataca a la única organización defensora de las causas justas del proletariado.
Actualmente, los dirigente antorchistas de Oaxaca y Veracruz, Dimas Romero y Samuel Aguirre, respectivamente; sufren una serie de ataques y amenazas a su libertad y su vida. Al primero le han hecho llegar anónimos repletos de insultos, amenazas de cárcel y muerte, así como reproches de su apoyo al movimiento que sostienen más de dos mil integrantes del personal médico despedido por el gobierno de AMLO y del gobernador Alejandro Murat.
Al segundo intentan fabricarle un delito con la supuesta venta de un terreno, para lo cual falsificaron su firma y credencial de elector, sobornando a un notario público, con el propósito de desprestigiar y encarcelarlo, algo que ya había intentado antes el gobierno del morenista Cuitláhuac García. En ambos casos, los ataques se han orquestado desde el estado como respuesta a las peticiones e insistencia de que se resuelvan las necesidades que aquejan a millones de Oaxaqueños y Veracruzanos. Estos ataques se suman a los que ya hemos padecido injustamente y se han agravado desde que llegó al poder el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador.
De toda la avalancha de calumnias, de ataques liquidacionistas, de una política represiva, el Movimiento Antorchista ha salido adelante, somos la única organización que ha logrado mantenerse de pie y esta vez no será la excepción.
Esto demuestra sin lugar a dudas, la honradez de la organización, la limpidez política y moral de sus líderes, lo justo y lo necesario de nuestra lucha y por tanto la necesaria defensa de nuestra gran organización, que existirá mientras siga existiendo pobreza y desigualdad en nuestro país.
Los antorchistas de todo el país y los queretanos en especial estamos atentos al llamado de nuestra organización, no permitiremos que la 4T nos siga reprimiendo solo porque no coincidimos y no estamos de acuerdo en cómo se emplea la política en el país, pues no da soluciones reales a los problemas que existen y se agravan cada día más. Hoy, más que nunca, seguiremos y estaremos atentos a la defensa de nuestros compañeros dirigentes y de todos y cada uno de los antorchistas del país. México nos necesita.
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