Pocos recordamos cuando en nuestro México los centavos valían, cómo no anhelar esas épocas hermosas cuando en la tiendita de la esquina con 0.50 centavos podías comprar un refresco, y por otros 0.50, unas papas fritas, y ni hablar de la canasta básica, la cual era adquirida por una cantidad relativamente baja.
En los primeros 3 años del gobierno de Enrique Peña Nieto la inflación subió en un 10.52 por ciento, de acuerdo con los datos del INEGI, que para nosotros eran exorbitantes. En ese entonces, el candidato legítimo a la presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador, criticaba duramente; no había mitin en el que no lanzara su lapidaria sentencia: si no puede que renuncie.
Hoy, a 6 años de aquellos sucesos, la situación es radicamente distinta, la realidad es que el gobierno del llamado bienestar, ese que prometió el mismo López Obrador que criticaba, ha sido un rotundo fracaso.
Con López Obrador en el Gobierno de México, el alza en los precios de la canasta básica está afectando a las familias más pobres, según los datos arrojados por el INEGI, en febrero, la inflación se disparó en un 7.28 por ciento y, para abril, la cifra alcanzó 7.72 por ciento; es la segunda más alta desde 2001, cuando la inflación llego al 7.86 por ciento.
Ahora el alza de los alimentos, de los energéticos y de los servicios turísticos, incrementaron este indicador en los primeros 15 días del mes de abril, lo que representa un duro golpe a nuestra economía. El kilo de tortilla, alimento principal para todas las familias mexicanas, llegó a su tope en la ciudad de México y en las zonas metropolitanas más pobladas del país, al cotizarse de 18 a 20 pesos; el jitomate, el aguacate y chile serrano tuvieron un aumento del 62.81 por ciento, 27 por ciento, y 48.55 por ciento respectivamente.
Esto representa un duro golpe a la economía de las familias mexicanas, más aun cuando vemos que el salario mínimo se encuentra en los 172.87 pesos diarios, lo que representa 5 mil 255 pesos por mes, en promedio, para casi todo el país, a excepción del norte, donde la cifra pasa de 213.39 a 260.34 pesos diarios, lo que da un total de 7,914 al mes, por la homologación del precio de las gasolinas con los Estados Unidos y por la disminución del IVA e ISR. Todo esto se torna aún más preocupante, si nos vamos a una realidad que no contemplan los datos oficiales, la de que en nuestro país un alto porcentaje de ciudadanos laboran en el empleo informal, con lo que no tienen seguro el ingreso diario, lo que provoca que según especialistas, seis de cada diez mexicanos pasen hambre todos los días.
Es decir, López Obrador, que cuando era candidato fue un duro crítico de Peña Nieto, pero él no ha sido un mejor gobernante, al contrario, hay quienes dicen que estábamos mejor cuando estábamos peor. Desde antes de la pandemia, López Obrador cometió errores económicos, como la cancelación del aeropuerto der Texcoco, que provocó la salida de grandes capitales extranjeros y nacionales, con ello nuestra economía ingresó a etapas de desaceleración y de ligero decrecimiento.
Pero no solo eso, hoy su gobierno se muestra incapaz de aplicar medidas en materia económica, que combatan exitosamente los efectos de la crisis mundial. Esto se comprueba porque, a la luz del fenómeno de la inflación, que según especialistas, no mejorará en todo lo que durará el actual Gobierno federal, sólo acierta a implementar ocurrencias nacidas de sus prejuicios ideológicos, como lo demuestra el hecho de que en esta semana esté sosteniendo que busca implementar un control de precios, con la ayuda de los grandes productores y distribuidores de productos básicos. Está cuestión, dicen los economistas, provocará afectaciones aún más graves a nuestra economía.
La inflación está cerca de alcanzar el 8 por ciento, mientras los especialistas en economía y las instituciones financieras, como el Fondo Monetario Internacional, dicen que habrá más decrecimiento durante lo que resta de 2022 y todo 2023. Los mexicanos debemos preguntarnos: ¿hasta qué nivel seguiremos soportando la política equivocada con que López Obrador esconde su falso combate a la corrupción?
Quizá a muchos no les gusten nuestras aseveraciones, pero la realidad no deja lugar a dudas, el Movimiento Antorchista Nacional, con el secretario general, Aquiles Córdova Morán al frente, sostuvo antes de que López Obrador ganara la elección en 2018, que era equivocado el diagnóstico realizado por éste, en el que sostenía que la raíz de los problemas de nuestro país se debía a la corrupción y a las fortunas que se crearon al amparo de ésta. Porque de ese análisis se desprendía la política toral de su proyecto de país, que no era otro que la sustitución de los programas y proyectos existentes por otros que se regirían por una austeridad republicana.
Hoy comprobamos, con preocupación, que teníamos razón, la 4T ha desmantelado el estado de bienestar que con todo y deficiencias, garantizaba cierta estabilidad económica y social, ha cancelado el Seguro Popular, cambió Prospera, que atendía a más de 42 millones de ciudadanos, por programas que solo atienden a 23 millones de personas, pero con un apoyo más reducido, canceló los comedores comunitarios, los medicamentos para niños con cáncer y recientemente, 3.6 millones de niños que se beneficiaban con las Escuelas de Tiempo Completo, han perdido el apoyo que recibían.
El Movimiento Antorchista, con Córdova Morán a la cabeza, sostiene que, para erradicar este tipo de problemas, debemos comenzar por educarnos y tomar conciencia de esta realidad y así formar una fuerza política tan grande que sea capaz de obligar a los gobiernos a que trabajen realmente en beneficio de los que más lo necesitan. Plantea además, que se adopte un modelo económico en México, sostenido en 4 ejes fundamentales: garantizar empleo digno para todos, que este empleo sea lo suficientemente remunerado para que permita adquirir la canasta básica a las familias, una política de impuestos progresivos en proporción al nivel de ingresos y, finalmente, una repartición más nequitativa del gasto gubernamental, con hincapié en la inversión en infraestructrua social para las capas populares.
Por eso, querido lector, debemos empezar a participar activamente en la vida de nuestro pueblo o colonia, orgnizándonos con los demás millones de mexicanos que hoy no tienen lo suficiente para comprar los artículos de la canasta básica. Seguir esperando inpasibles a que esto cambie, es un error peligroso, porque la 4T está destruyendo a nuestro país, no está construyendo nada como lo pregona.
Los antorchistas estamos listos para unirnos con todos aquellos que quieran luchar por un país mejor para nuestros hijos e hijas. Porque López Obrador no renunciará como le exigía a Peña nieto, pues no es lo mismo ser borracho que cantinero.
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