El deterioro de la vida de los trabajadores mexicanos va en aumento, derivado del agravamiento de las condiciones económicas, políticas y sociales, provocado por el mal gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y su Cuarta Transformación.
El presidente no sabe qué hacer y busca por todos los medios a su alcance desviar la atención de la opinión pública con ocurrencias y declaraciones delirantes; pero cada día le resulta más difícil ocultar la descomposición que está sufriendo el país.
A la inseguridad, la falta de inversión en obras y servicios sociales, el abandono en la atención a la salud y a la educación públicas, la falta de inversiones de capital para la creación de nuevos empleos, y se suma el crecimiento imparable de la inflación.
La inflación es el aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios en un país durante un periodo de tiempo sostenido, normalmente un año. Cuando el nivel general de precios sube, con cada unidad de moneda se adquieren menos bienes y servicios. Es decir, que la inflación refleja la disminución del poder adquisitivo de la moneda; una pérdida del valor real del medio interno de intercambio y unidad de medida de una economía.
Para medir el crecimiento de la inflación se utilizan índices que reflejan el crecimiento porcentual de una cesta de bienes ponderada. El índice de medición de la inflación es el Índice de Precios al Consumidor (IPC); en pocas palabras, los precios de los productos de la canasta básica están subiendo descontroladamente y el salario de los trabajadores ya no alcanza para adquirirla. Resultado: el hambre se ha instalado en los hogares mexicanos.
México cómo Vamos informó el pasado 22 de abril, con datos del INEGI, que la inflación de la primera quincena de abril sorprendió a todos, pues registró un 7.72 por ciento, y es la más alta desde enero de 2001. Quiere decir que desde hace 21 años, con los gobiernos neoliberales, no se registraba una inflación tan alta como esta, en pleno ejercicio de gobierno de la 4T. Y destaca que tan sólo el precio de las tortillas de maíz registró un incremento anual del 17.4 por ciento, más del doble que la inflación general. El semáforo nacional de inflación está en rojo.
También alertó que “la inflación en alimentos fue de 13.97 por ciento en la primera quincena de abril de 2022. Esta situación es alarmante ya que en México el 40.3 por ciento de la población se encuentra en situación de pobreza laboral”. “Además, en alimentos centrales en la dieta de los mexicanos como las harinas de trigo y la tortilla de maíz, el incremento anual de precios es superior, de 16.62 por ciento y 17.42 por ciento respectivamente”. Y el precio de los combustibles como la gasolina y el gas LP van a la alza.
La pobreza laboral está definida como “Una situación en la que el ingreso laboral de un hogar no es suficiente para alimentar a todos sus miembros. Hogares en pobreza laboral pueden lograr alimentarse a partir de ingresos no laborales como remesas, transferencias o acceso a programas sociales”.
He aquí la razón del por qué está creciendo la migración de mexicanos hacia los Estados Unidos (EE. UU.); van en busca de recursos económicos para que sus familias no se mueran de hambre.
Pero la pobreza laboral también exige la ejecución de programas sociales que ataquen el hambre que se extiende entre los trabajadores y alcanza ya a más de 76 millones de personas.
Y mientras tanto, ¿qué hace el presidente para atacar esta terrible situación de pobreza de más del 65 por ciento de sus gobernados? Nada. Se niega tozudamente a poner al servicio del pueblo las riquezas del país para satisfacer sus necesidades de alimentación más elementales. Prefiere dilapidar miles de millones de pesos en obras innecesarias como el Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas, el Aeropuerto Felipe Ángeles, y en la militarización del país. AMLO puede aplicar un plan de choque, disponiendo de las riquezas del país para alimentar al pueblo; puede aplicar impuestos extraordinarios a los capitales nacionales y extranjeros, para reactivar la economía de México.
¿Es necesario que el pueblo vea morir de hambre a sus hijos para que despierte del ensueño de la 4T, que se ha convertido muy rápidamente en una horrible pesadilla, y reaccione y se decida a sacudirse al gobierno que está destruyendo el país?
Urge que el pueblo se organice y luche para revolucionar el sistema económico y combatir de raíz la pobreza, para construir una patria donde no haya pobres y la gente viva con dignidad. El Movimiento Antorchista Nacional debe acelerar el paso.
Mientras tanto, el Banco de México pronostica más inflación, tasas de interés más altas y crecimiento mínimo.
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