La pandemia hizo estragos en la zona indígena del lago de Pátzcuaro, y por iniciativa de los pobladores se tomaron medidas en algunas comunidades como Janitzio, que duró 90 días en cuarentena; Jarácuaro duró 30 días, y así otras comunidades. Nadie podía salir salvo para compras de alimentos, medida que en la zona del lago ayudó a disminuir los contagios, pero debido a la necesidad, la población no aguantó todo el tiempo y se tuvo que relajar la disciplina para activar el trabajo y alimentar a las familias.
Los gobiernos municipal, estatal y federal no hicieron nada por buscar una mejor solución a estos problemas, sobre todo para el cuidado de los enfermos de covid-19, los dejaron morir solos a su suerte, sin medicinas, sin atención y sin apoyo.
Tenemos la cifra oficial de 299 mil 428 defunciones en el país, la mayoría ocurridas en zonas indígenas, sin embargo, expertos afirman que han muerto muchos más. El gobierno esconde la realidad para evitar que la población proteste, generando con ello más problemas, tanto sociales, de infraestructura pública, en la atención a la salud, en el empleo, principalmente.
La pandemia ha dejado más pobreza en el país y en la zona indígena purépecha los problemas se han agudizado. En 2020 hubo un incremento de 3.8 millones de personas en situación de pobreza en México, en comparación con 2018, con lo que creció del 41.9 a 43.9 por ciento, el total de la población en esta condición.
Los más afectados, como siempre, han sido los más pobres y entre los más pobres están los indígenas, ¿hasta cuándo dejaremos de pagar los platos rotos las comunidades originarias?
Si revisamos la historia, en la guerra de independencia, los indígenas pusimos los muertos y otros se quedaron con nuestras riquezas; en la revolución mexicana los indígenas estuvimos al frente con Pancho Villa y con Zapata y también pusimos los muertos, hoy con López obrador, el que dijo que primero los pobres, nada mejoró, y los indígenas somos parte de los que, con nuestro trabajo, sacamos al país adelante, a pesar de los precarios salarios, de que no tenemos hospitales, de que no hay apoyo al campo y para colmo hay recortes en todo, con el pretexto de que hay corrupción y al final, otra vez, a los indígenas nos dejan en el olvido.
En este contexto de marginación y pobreza seguiremos dando la lucha por el medio ambiente, por conservar el lago de Pátzcuaro, todos sabemos de los problemas de sequía que vivimos en el país, se vuelve una necesidad de vida o muerte el cuidar los mantos acuíferos, los ríos, los lagos.
Según datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), del 1 de enero al 3 de abril se ha registrado un déficit de 32.5 por ciento de lluvia en comparación a la lámina nacional histórica de ese periodo.
Víctor Orlando Magaña Rueda, investigador del Departamento de Geografía Física del Instituto de Geografía de la UNAM explicó que un país sin agua está destinado a las crisis de todo tipo. “Hoy son ambientales, pero mañana se vuelven sociales y hasta cuando se tiene la crisis encima se dice que se implementarán acciones”, abundó.
Por otra parte, expresó que el factor humano, es decir, el consumo y el tratamiento que se le da al vital líquido es la clave para resolver mucho de los problemas que tenemos de agua en el país. Esta parte del tratamiento del agua, de acuerdo a este científico nos permite saber lo que se puede hacer en el lago de Pátzcuaro, que es tratar todas las aguas que llegan al lago vía ríos, drenajes y que funcionen las plantas tratadoras al 100 por ciento, así como dar mantenimiento a los humedales de todos los municipios.
La otra parte clave es la conciencia de la población que debe de participar para revertir la situación del lago de Pátzcuaro, la población del lago de Pátzcuaro debe de saber que sin la participación no hay cambio, solo el pueblo unido y organizado puede hacer los cambios sociales y también unidos es como vamos a rescatar el lago de Pátzcuaro.
El movimiento antorchista, una organización social que lucha y trabaja por los pobres de México, está con los pueblos indígenas y hemos dado muestras de defender a quien más lo necesita, en donde quiera que está Antorcha hay obras importantes, hay desarrollo hay avance, los antorchistas hemos decidido con firmeza defender y rescatar el lago de Pátzcuaro con el pueblo organizado y consciente, no es una tarea fácil, pero no es imposible.
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