Entre 2018 y 2020, la clase media en México perdió más de 6.2 millones de integrantes, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En 2018 vivían 53 millones 472 mil 152 personas en ese segmento de la población, mientras que, en el 2020, pertenecen a esta clase 47 millones 201 mil 616 personas, es decir, 6 millones 270 mil 536 personas menos. Según la actualizó del ejercicio “Cuantificando la clase media en México 2010-2020”, que realiza el instituto, dejaron de pertenecer a este sector 3.9 millones de personas en las zonas urbanas, al pasar de 39 millones 530 mil 637 personas a 35 millones 613 mil 691.
El mismo informe señala los siguientes datos: Las entidades en donde más se registra presencia de clase media son: Ciudad de México, Colima, Jalisco, Baja California, Sonora y Baja California Sur; El promedio de edad de este sector de la población es de 35.9 años y el 47.3% está casado. Respecto a la educación, 51.2% de los adultos de esta clase cuenta con un año de educación superior en promedio.
El ingreso mensual promedio de la clase media es de 23 mil 451 pesos en las zonas urbanas y en las rurales es de 18 mil 569 pesos. El 55.9% de la clase media es asalariado formal y 43.2 es director, mando o jefe. De acuerdo a los datos del Inegi, en este sector de la población 74% tiene acceso a internet; 61.6% cuenta con automóvil; 55.3% tiene TV de paga y 41.7% maneja tarjeta de crédito. Además, 31.5% asiste a escuela privada y 20.4% tiene servicio doméstico.
Estos datos proporcionados por instituciones del mismo gobierno, demuestran que la economía del país va en picada, que contrario a lo que tanto alarde el presidente de la República, el neoliberalismo no ha terminado y la crisis del mismo capitalismo va cavando su propia tumba, que el número de pobres es cada vez mayor que el año anterior y que el año anterior, y que la riqueza de nuestra nación se concentra cada vez más aprisa en unas pocas manos, que los ricos se vuelven menos y cada vez más ricos y que los pobres son cada vez más pobres, acrecentando este número por la caída de la clase media.
Es de recordar que esta clase media se ha creado como una sociedad aspiracional, el modelo económico y de vida que les venden a todos los mexicanos, provocando una explotación cada vez mayor, impulsándolos a seguir trabajando y trabajando, endeudándose para poder llegar a este segmento social que va desapareciendo debido a las contradicciones del mismo sistema económico.
Desde abajo hemos aprendido la salida, no para llegar a esta clase que tanto han tratado de sostener y que se está desmoronando, en Antorcha hemos demostrado que no es necesarios aspirar a ser parte de la clase media para poder salir de esta miseria, que lo que es necesario y urgente es cambiar el modelo económico, que no solo con desaparecer esta clase se podrá salir de pobre.
En Antorcha hemos demostrado que una vida justa es necesaria y posible, que todas las familias cuenten con servicios, una vivienda digna, un trabajo bien remunerado y que tenga acceso a los servicios tan indispensables como salud, educación, recreación, etc., que es justo y necesario y para ello no queda otro camino que la organización y la educación, la lucha por este mundo mejor, no el utópico, sino el que está basado en la realidad, para allá nos encaminamos.
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