Estamos viviendo una situación preocupante en el país y, aunque pareciera que el gobierno federal ha tomado las medidas necesarias para combatir la pandemia, en la realidad no es así. Desde inicios de la pandemia declararon el aislamiento para prevenir grandes contagios y es aquí donde entra la pregunta: ¿la mayoría de mexicanos estaban preparados para pasar económicamente bien la cuarentena?
A pesar de que miles de mexicanos contaban en su momento con un salario seguro y que de alguna manera se tenía poca noción de las consecuencias que acarrea la pandemia, el gobierno federal era y es el responsable directo de los resultados tan dolosos que actualmente se viven a ya más de año y medio de pandemia, teniendo en cuenta que, a finales de agosto de 2021, más de 3,2 millones de casos acumulados de covid habían sido registrados en México. Hasta agosto de 2021, el número de personas fallecidas a causa de esta enfermedad había superado las 253 mil, una cifra descomunal de muertes por covid; a esto se le suma la falta de apoyo por parte del gobierno federal y no a hacerse cargo de tomar decisiones que ayuden realmente a la población que menos tiene. Por que, como sabemos, existe otro sector de la sociedad al que en tiempos de campañas se le visita y se le trata de una manera primordial y ya pasando las elecciones se le deja en el olvido, y es aquí donde el lema “primero los pobres” se ha olvidado y es que la pobreza en el rezago de varios sectores, la falta de empleo, de educación, de salud y vivienda, es por tal motivo que personas que han perdido su trabajo, han optado por auto emplearse; y se nos olvida que es el Estado el que tiene que dar las condiciones para que los individuos que conforman determinada sociedad puedan vivir de manera digna.
Y no me refiero a regalar dinero, como lo hace el presidente Andrés Manuel López Obrador, pensando que es la solución a los problemas de los mexicanos o en su fondo más evidente comprando las conciencias para futuras elecciones y así ganar simpatizantes, como quedó claro en las elecciones efectuadas en junio de este año. A lo que me refiero es que se olvidó por completo toda obra pública, en educación, vivienda, salud, servicios básicos y ahora con el tema de la pandemia se tiene que apoyar con programas alimentarios, que se entreguen productos de primera necesidad a las familias desprotegidas así como lo hicieron en algún momento en campaña, y ahora estando en el poder se olvidan de quien los colocó en ese lugar.
Nos deben preocupar todas las malas decisiones de este gobierno ya que ponen en peligro a todos y cada uno de los habitantes del país y ahora a un sector tan importante para todos, los estudiantes de todo el país corren un riesgo letal, por las decisiones tan irresponsables de exigir que regresen a las aulas sin antes garantizar una vacunación exhaustiva y generar las condiciones para que nuestros estudiantes que son el futuro de México no paguen las facturas de las decisiones tan negligentes del gobierno de la 4T.
La gente no está económicamente bien para enfrentar un caso de contagio de sus hijos, no nos engañemos, veamos a nuestro alrededor, no seamos egoístas y exijamos que realmente se apoye a la población ante tan preocupante escenario. El gobierno de López Obrador no puede seguir con esa dirección de dar dinero como si creciera en los árboles, debe de garantizar que existan condiciones óptimas para que el país salga adelante, y más, ahora que la economía está paralizada, ahora que poco a poco nos damos cuenta que los que generan las mercancías y mueven la economía de un país son la clase trabajadora, esa que en estos momentos no puede salir a laborar y que si ellos las empresas están en paro total o parcial. Es tiempo de darnos cuenta que el gobierno que prometió ayudar a los pobres de México, nos salió más neoliberal y conservador que todos los anteriores.
Por eso nosotros, los más desprotegidos, hacemos el llamado a toda la sociedad que de alguna manera se siente olvidada, que nos unamos y que vean que esta situación deja en evidencia la gran desigualdad social en la que vivimos. Que es hora de exigir y hacer valer los derechos de cada uno de nosotros.
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