Acerca de las declaraciones del presidente con respecto al regreso a clases “pase lo que pase”, me parece sumamente importante la delicadeza del tema y lo peligroso que resultaría, pues varios medios han emitido declaraciones donde señalan que nuestro país no ha domado la pandemia como se nos dice en la mañanera y tampoco se ha aplanado la curva. Han dicho, por ejemplo, que la variante Delta, mutación del virus SARS-CoV-2, golpea más a los niños y jóvenes y los deja con graves consecuencias. El ocho por ciento de los contagiados de este virus desarrolla covid de larga duración y vuelve al organismo propenso a enfermedades como la diabetes. Ante esto, queda claro por tanto que, el riesgo de contagio entre la comunidad escolar al regresar a clases presenciales sería fatal.
Pero vemos, por el contrario, que la posición del presidente de la república deja de lado estos importantes datos e incluso parecen simplemente no importarle, poniendo en marcha enérgicamente su plan inhumano.
El presidente dijo en su mañanera el viernes 30 de julio: “vamos a ser respetuosos, nada se puede hacer por la fuerza. Se abren las escuelas, se regresa a clases, ¿no quieren que vayan sus hijos a las escuelas? Pues no los manden. Somos libres, pero sí tenemos que pensar en la importancia de la educación”. El argumento central, según el presidente, consiste en recuperar lo perdido en materia de educación.
¿Desconoce acaso el riesgo sanitario? Porque ahora sí, es muy urgente el regreso a clases.
Aunado a esto, podemos ver que, al tiempo que llama al retorno a clases; no hace mención de la situación en la que se encuentran las aulas después de permanecer cerradas por tanto tiempo, no menciona una sola palabra de las pésimas condiciones en que se encuentran y tampoco menciona quien proveerá a las instituciones de los recursos materiales para hacer un correcto protocolo de cuidados anticovid.
A este respecto, llama a los padres de familia a participar en la limpieza de las escuelas y prácticamente a hacerse cargo, suprimiendo con ello, la responsabilidad que tiene el gobierno federal.
¿Acaso cree el presidente que es correcto evadir su responsabilidad adjudicándola a los padres de familia y más con lo afectada que se encuentra su economía? Recordemos que la capacidad adquisitiva ha bajado a causa del desempleo y los bajos salarios que hay en el país problema que, por cierto, tampoco ha puesto remedio nuestro mandatario.
Por mi trabajo, que es encabezar las demandas de la gente humilde en las colonias populares de Morelia, al tener contacto con numerosas opiniones, sé que ante esto los padres de familia no están de acuerdo, no están dispuestos a arriesgar las vidas de sus hijos por las imprudencias del presidente, saben de sobra que sí urgen las clases presenciales, pero como muchos han dicho ya, con todas las medidas garantizadas por parte de la Federación. A esto agrego yo, que las clases presenciales incluyan indiscutiblemente la vacunación del 70 por ciento de la población para la inmunidad, pues la salud de la comunidad estudiantil, es primero. De lo contrario podremos acusar, no muy tarde, de homicidio al presidente y someterlo a juicio por sus políticas que afectan tanto a la nación.
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