MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La salud, otro derecho negado por Morena

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En un párrafo del artículo 4 de la Constitución se instruye garantizar para todos los mexicanos el derecho a la protección de la salud. En la segunda parte de dicho párrafo, se ordena legislar para definir las bases y modalidades para el acceso al servicio de salud, así como disponer la concurrencia entre los distintos niveles de gobierno sobre la materia, de acuerdo con lo establecido en el artículo 73 constitucional. 

Su texto literal es el siguiente: “toda persona tiene derecho a la protección de la salud. La ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y establecerá la concurrencia de la Federación y las entidades federativas en materia de salubridad general, conforme a lo que dispone la fracción XVI del artículo 73 de la Constitución”. 

El derecho a la salud, entonces, tiene un carácter prestacional, en la medida en que principalmente implica y conlleva una serie de obligaciones positivas (de hacer) por parte de los poderes públicos. Por lo tanto, corresponde al Estado asegurar la asistencia médica una vez que la salud, por la causa que sea, ha sido afectada; esto es lo que se llama el “derecho a la atención o asistencia sanitaria”. El derecho a la salud también genera, como sucede con todos los derechos sociales, la obligación del Estado de preservar el bien jurídico protegido por la constitución, es decir, la salud; tal protección supone la obligación del Estado de abstenerse de dañar la salud, que es una obligación negativa; de la misma manera, hacer nacer la obligación de evitar que particulares, grupos o empresas la dañen”.

La salud, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se define como “un estado de bienestar físico, psíquico y social, tanto del individuo, como de la colectividad. Desde luego, el goce de la salud es un bien individual, pues cada persona puede o no tenerlo. Pero la salud tiene una dimensión colectiva si consideramos que hay factores sociales que tienden a preservarla o quebrantarla, tales como las epidemias, la contaminación, la circulación de agentes patógenos, la falta de habitas higiénicos, las inapropiadas medidas de prevención de enfermedades, etc”.

Ante esta explicación obtenida de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, podemos decir entonces, que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, viola flagrantemente la Constitución, concretamente el derecho a la salud de los mexicanos. Veamos.

El portal web Expansión política menciona lo siguiente: “padres de niños con cáncer protestan en la CDMX, Yucatán, Puebla y Veracruz”. En seguida, el medio informa que padres y familiares de niños con cáncer bloquearon el acceso a la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Que este bloqueo formó parte de la convocatoria lanzada hace unos días por Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) y la Asociación de Padres de Familia de Niños enfermos, para demandar al gobierno federal que entregue medicamentos oncológicos para niños con cáncer. Las organizaciones denunciaron el incumplimiento de las promesas del gobierno federal para atender esta demanda. 

¿Será posible que ahora se tenga que exigir la salud en las calles? El gobierno de la cuarta transformación no debe hacer caso omiso a estos sucesos tan lamentables. Los niños con cáncer se mueren en los hospitales y hasta el momento el gobierno no da soluciones. 

Por su parte, en Colima, los trabajadores de la Secretaría de Salud, encabezados por su lideresa sindical, Dolores González Meza, se manifestaron afuera del Hospital Regional Universitario, inconformes con el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) por la falta de medicamentos e insumos. Durante la manifestación, la Secretaria general de la sección 30 del Sindicato de Trabajadores de la Secretaria de Salud, señaló que esta situación compleja en los hospitales se debe a que el Insabi ha centralizado la compra de insumos y medicamentos, afectando el servicio médico, pues los hospitales trabajan con menos del 3% de surtimiento de medicamentos e insumos. 

Y Colima solo es un reflejo de lo que está pasando a nivel nacional, el desabasto de medicamentos, es un problema que pone en riesgo la vida de los pacientes. ¿No que en el gobierno de López Obrador sería, “por el bien de todos primero los pobres”? Lamentablemente ya vemos que no es así, la muerte de miles de mexicanos lo demuestra. 

Con todo esto, la pandemia de la covid-19, ha dado constancia del mal manejo por parte del gobierno federal, ya que hasta el momento suman 234 mil 675 defunciones confirmadas, y 2 millones 577 mil 140 casos acumulados. Y en las últimas 24 horas, del 9 de julio del año en curso, hubo 217 muertes y 9 mil 319 contagios nuevos. Esto, según datos de la Secretaría de Salud. Ante este panorama, no queda de otra más que exigir y protestar por la salud, un derecho negado por la cuarta transformación. Que conste.

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