Una de las polémicas en las que Delfina Gómez Álvarez está involucrada, y que arrastra hasta el día de hoy, es el desvío de recursos públicos de la nómina del Ayuntamiento de Texcoco para financiar de manera ilegal a Morena, cuando era presidenta municipal.
Gómez Álvarez fue presentada el 15 de febrero de 202 durante la conferencia matutina, encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, como titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), quien destacó el honor que representa asumir este encargo, no como un cargo político, burocrático, sino como el encargo más hermoso que puede existir, que es el de coadyuvar en el proceso de educar a millones de personas.
En su anunciamiento oficial, en aquella fecha, como parte de su discurso manifestó que muchos maestros como ella, vivieron o fueron testigos de abusos, de simulaciones, desvíos y de negligencia, en suma, de la corrupción de la noble Secretaría; se pasó de figuras notables y verdaderos idealistas a simples burócratas, administradores de una institución sin alma, automatizada y utilizada.
En este sentido, puntualizó que no se deben olvidar los abusos de la época neoliberal sobre el Sistema Educativo Nacional porque ello servirá de referencia para todo aquello que no se debe de repetir.
Gómez Álvarez, en aquel efusivo momento, también afirmó que se le daría especial importancia al programa La Escuela es Nuestra (LEEN), impulsando la conformación de comités escolares y la asignación abundante de recursos del programa. Y es precisamente este último el que me sugiere la redacción de este escrito.
En últimos días, sale a la luz en distintos medios de comunicación otra polémica en la que nuevamente la actriz central de tan desagradable suceso es nada más y nada menos que la expresidenta municipal de Texcoco, hasta hace unos días la secretaria de Educación Pública de la nación y la ahora candidata a la gubernatura del Estado de México, la maestra Delfina Gómez.
El cuerpo del delito vuelve a ser un asunto relacionado con el desaseo en el manejo de los recursos públicos. Los distintos medios dan información, clara y amplia, en donde manifiestan con pelos y señales el extravío del 93 por ciento de expedientes que contenían la información requerida para comprobar el uso de los recursos públicos del programa La Escuela es Nuestra 2021, y precisamente es en el periodo en el que la maestra fue titular de la SEP, los elementos para la auditoría no aparecen.
La pérdida de información del programa La Escuela es Nuestra de parte de la SEP es una muestra más de los malos manejos que hizo Delfina Gómez, estando al frente de esa dependencia.
La educación en México es víctima nuevamente de simulaciones, desvíos, negligencia, corrupción de la noble secretaría, olvida los abusos de la época neoliberal y repite lo que no se debe repetir.
Pero esta situación aún no termina, la maestra Delfina que se rasgaba las vestiduras ante la importante tarea de educar a millones de personas, manda la noble secretaria a segundo plano y se promociona como candidata a gobernadora por morena, del Estado de México, aun con el historial de abusos, corrupción en Texcoco y en la SEP, y con tal cinismo se han confeccionado una campaña política de blancas palomitas y con la letanía de “al ladrón al ladrón” se deshacen de sus adversarios políticos y se aferran al poder por la vía del poder, sin más interés que aumentar su riqueza y engañando una vez más al pueblo bueno y sabio.
Los mexicanos tenemos la obligación de observar, investigar y analizar muy bien a los próximos representantes de la ciudadanía, que estos sean verdaderos hijos del pueblo, educados y organizados, y de esta forma los intereses de los más necesitados estén bien representados, que al pueblo mucha falta le hace.
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