El 18 de julio del año 2000, el Licenciado Víctor Manuel Tinoco Rubí, gobernador constitucional del estado de Michoacán de Ocampo, entregó en comodato a la Liga Deportiva "Antorcha Popular, A.C.", un terreno de 39 mil 999.95 metros cuadrados, ubicado al noroeste del conjunto habitacional "Leandro Valle” en el cerro del Quinceo de la ciudad de Morelia para establecer una unidad deportiva. El documento mediante el cual se protocolizó el hecho fue firmado por el Licenciado Fausto Vallejo Figueroa en su calidad de Oficial Mayor de gobierno y por el C.P. Sergio Zepeda en su calidad de Director de Patrimonio Estatal. El original del documento obra en poder de esta Dirección.
La firma y la entrega del documento al que me refiero, fue la culminación de una larga y dura lucha de los miembros del Movimiento Antorchista Michoacano de aquel entonces, dirigidos inteligente y consecuentemente por el Biólogo Jesús Valencia Mercado. No fue una casualidad ni una ocurrencia circunstancial, se trató de una conquista más, si bien es cierto que una muy importante, que se inscribía como parte integrante del programa básico y fundamental de lucha que habían iniciado los antorchistas de México hacía ya 26 años en Tecomatlán, Puebla.
La idea era muy sencilla: a casi 60 años de terminada la fase armada de la Revolución Mexicana, el pueblo seguía clamando por justicia social, la pobreza había crecido escandalosamente y era indispensable lograr un mejor reparto de la inmensa riqueza social que ya entonces se producía. La larga marcha empezó buscando justicia para un sencillísimo tecomateco, ya muy entrado en años que había sido encarcelado por las acusaciones, las influencias y el dinero de los temibles caciques que entonces controlaban la vida de ese pueblo de la Baja Mixteca poblana. Se le sacó de la cárcel, en la que seguramente hubiera muerto, y se deshicieron las patrañas urdidas en su contra. Intervino una comisión de campesinos nobles muy preocupados, encabezados por quien es hoy el líder y maestro de todos los antorchistas de México, Aquiles Córdova Morán, y por un abogado inteligente y sagaz que llevaba casos de los habitantes pobres de los pueblos de la zona, Ismael Córdova Jiménez.
Me he querido detener en esta vieja historia porque creo que debe saberse y difundirse que en el fondo y el origen del ideario y de la práctica del Movimiento Antorchista, está sembrada para siempre la solidaridad, la mano fraterna tendida a los que menos tienen y más necesitan. La liberación de Don Mauro Moreno marcó para siempre a los tecomatecos oprimidos, más que muchas explicaciones teóricas, les clavó en la conciencia que un mundo mejor es posible y que su realización pasa necesariamente por la acción unida y organizada del pueblo, como ha sucedido en todos los cambios trascendentes que en el mundo han sido. Y en efecto, esa confianza en la acción colectiva bien dirigida, pronto se convirtió en una secundaria técnica que llenó un gran vacío educativo y que detonó el impresionante y difícil de creer desarrollo educativo de Tecomatlán, que ya les ha cambiado la vida a muchas generaciones.
Ese es el modelo de lucha de todos los antorchistas de México y, por tanto, de los antorchistas de Michoacán. A eso, a la justicia a secas y a la justicia social, a la equitativa distribución de la riqueza entre los trabajadores del país, es a lo que han dedicado su lucha y su vida. Así se explican sus grandes conquistas como el comodato del terreno del Quinceo para una unidad deportiva y su edificación. El miércoles 23 de febrero, la Secretaría de Obras Públicas del gobierno del estado anunció que, finalmente, después de muchos años de gestiones y avatares, decisión que lo honra, el gobierno del Ingeniero Silvano Aureoles Conejo, daba inicio a la construcción de lo que vendría a ser, en los hechos, la segunda etapa de la espléndida Unidad Deportiva "Wenceslao Victoria Soto", que se yergue ya desde hace muchos años a un costado de la Central Camionera, en la zona poniente de la ciudad de Morelia, en la que abundan las colonias populares.
Esta es la labor de siempre de los antorchistas: ayudar con su lucha a que la riqueza llegue a los que más lo necesitan, cien o doscientos mil pesos, un millón o dos millones o más que se invierten en agua potable, drenaje, pavimento, energía eléctrica, aulas, servicios médicos o espacios deportivos, es riqueza que de estas formas regresa a poder de quienes la produjeron para que disfruten de ella. Así se está atacando el problema fundamental del país. Así era en 1974, así, ahora más grave y devastador, sigue siendo. La pandemia solo lo ha hecho más visible y evidente a los que no estremecía. "La pobreza les abrió los ojos que la fortuna y la prosperidad les habían mantenido cerrados", escribió Boccaccio hace ya varios siglos.
Reparto de la riqueza que ahora el régimen de la 4T reputa como innecesario, pues lo ha prohibido desde que abolió el Ramo 23 y criminalizó la gestión social; la 4T presume haber subsanado la necesidad de un justo reparto de la riqueza con pequeñas ayudas en efectivo entregadas a domicilio, cuyo propósito apenas velado es contener la iniciativa ciudadana e inducir el voto popular por el partido Morena. Las obras públicas, como la segunda parte de la Unidad Deportiva "Wenceslao Victoria Soto&rdquo, de la cual hoy me ocupo, son -dicho sea con el perdón de los que no ven o no quieren ver lejos- son, repito, hechos históricos que le cambiarán la vida diaria a mucha gente y que trascenderán a quienes los promovieron y construyeron. Esas unidades deportivas, esas escuelas como el Centro Educativo "Maestro Aquiles Córdova Morán” de Morelia, seguirán dando servicio, recibiendo niños y jóvenes y dejando huella indeleble en sus vidas, cuando ya nosotros no estemos en este mundo.
La corrupción, el robo al erario o el aprovechamiento ilegal de las acciones del gobierno, existe y es grave, pero es un fenómeno que no es causa, sino efecto de la postración económica, de la subordinación, dicho más crudamente, de la esclavitud asalariada de masas inmensas, así como de la dominación que sobre ellas ejerce la ideología de la clase dominante. No puede exterminarse la corrupción sin que el pueblo tenga armas económicas e ideológicas de defensa. Ayudar a proporcionarlas es la tarea del Movimiento Antorchista. En ese contexto se inscribe la construcción de una nueva unidad deportiva que ya empieza. A dos años del régimen de la 4T, que prometió que los pobres serían primero, la injusta distribución de la riqueza, la principal peste que azota al pueblo de México, sigue creciendo incontenible. Cito al diario La Jornada del 23 de febrero: "La crisis derivada de la pandemia amplió la brecha de desigualdad de percepciones en México. El ingreso laboral de 20 por ciento de la población que más recursos obtiene es equivalente a 50 veces lo que recibe el quintil, o quinta parte del total de los habitantes del país con el ingreso más precario, muestran datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)”. ¡Cincuenta veces lo que ganan los más pobres! La lucha del pueblo de México es más necesaria que nunca y, por tal razón, sus éxitos son también más importantes que nunca.
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