A 4 años del Gobierno federal morenista podemos decir que nada ha cambiado para bien del pueblo trabajador; en campaña, Andrés Manuel López Obrador mucho habló de cambios, esperanzas, de hacer nueva historia y de una nueva forma de gobernar para que México y sus hijos pudieran ser un país avanzado, y que sus habitantes empezarían a tener otro mejor nivel de vida e incluso llegó a decir que, respecto a la salud, alcanzaríamos el nivel de Dinamarca.
Todo ese plan de trabajo y alharaca se ha reducido a obras que solo interesan al Gobierno federal, y si algo ha salido mal se culpa de inmediato a los viejos gobiernos prianistas-perredistas, pero a estas alturas solo vemos que se sigue aplicando la vieja política, la de siempre, pero que López Obrador la presenta como algo nuevo, nada nuevo existe bajo el sol, dicen por ahí.
Y en realidad así sucede con la política del Gobierno federal morenista, ya que la política que sigue aplicando es la del viejo priismo, como son, por ejemplo, sus programas asistencialistas apoyando a los de edad avanzada, becas para los jóvenes ninis, comprar conciencias constantemente para obtener votos a la hora de las elecciones y todo lo que ya sabemos qué hacía y sigue haciendo el PRI y el PAN que han gobernado también al país; es así como sigue gobernando Morena, ¿Qué es lo nuevo entonces de lo que tanto hablaron y prometieron?, al parecer nada, y lo peor todavía, estamos en medio de una crisis económica muy crítica, pero al Gobierno federal parece que esto no lo inmuta, sigue haciendo recortes presupuestales para aplicarlos a la campaña que han iniciado sus alfiles en varios estados de la república mexicana para seguir gobernando al país aunque el pueblo no tenga nada qué comer y siga siendo azotado todavía por la violencia y los grupos delincuenciales del narcotráfico.
Todo esto, repito, al gobierno de López Obrador le tiene sin cuidado, él sigue en lo suyo, gastando presupuesto del pueblo para sus candidatos a la presidencia de la república de 2024, aunque no haya empleo ni alcance el salario mínimo para comer, y por otro lado los estudiantes tampoco estén haciendo ciencia que ayude a salir al país del atraso tecnológico y científico en que se encuentra, ¿Dónde está lo nuevo? ¿Qué política nueva es esta? Mas bien es una política putrefacta y caciquil que ya no sirve para nada, está obsoleta y la prueba está en los hechos, en la realidad, esa que no calla porque todo lo saca a la luz del día y desmiente al presidente, él podrá mentir miles de veces pero la realidad que vivimos es otra, es una cruda realidad que los poderosos no verán nunca quizá pero los marginados de siempre sí la estaremos viendo y padeciendo porque solo el pueblo empobrecido puede ver y sentir lo que el gobierno federal no quiere ver. La situación pues es muy complicada pero la solución a todo esto no la tiene morena aunque volviera a ganar las elecciones del 2024, la verdadera solución está en su contraparte, es decir, en el pueblo organizado y consciente de su situación y de los males sociales que viene padeciendo, pero solo un pueblo culto aunque sea mínimamente pero crítico y analítico podrá cambiar ahora sí la política vieja por una nueva y diferente acorde a los intereses de los verdaderos trabajadores y único sostén de un país como México.
El pueblo de México debe empezar a mirar hacia otros horizontes, dejar de ver en todos los partidos políticos viejos o nuevos la solución a sus males, tiene que barrer junto con sus integrantes a estos y cambiarlos verdaderamente por uno totalmente diferente en todos los aspectos, porque morena solo es nuevo en apariencia pero realmente es un partido viejo porque está integrado por los viejos políticos que no encontraron cabida en otro lugar para seguir viviendo del erario público y así mantenerse hasta el final de sus días; esto es lo que debe cambiar radicalmente y no hablar por hablar, haciendo promesas pero dejando intacto el estado de cosas que tanto daño ha estado causando por siglos a los oprimidos de siempre.
La rebeldía de los pueblos, su protesta, no es un mal social, es una reacción natural ante la opresión de otros que con la fuerza y la violencia siguen imponiendo sus intereses personales y de grupo. Los hechos reales están llevando al pueblo a que despierte de su sueño y tome la decisión de cambiar lo viejo por algo nuevo para no seguir cayendo y cometiendo los errores de siempre, es decir, seguir eligiendo a los mismos políticos nomas porque cambien de color como el camaleón, pero no cambian de manera de pensar y de sentir, y haremos nueva historia cuando los trabajadores dirijan al país y no un solo hombre como ha sucedido hasta hoy.
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