Las Coloradas, colonia ubicada en la zona norte de Culiacán, forma parte de los cinturones de miseria de la capital de Sinaloa. Un asentamiento urbano de una población con bajos recursos.
Los vecinos denunciaron que por diversas calles, día y noche corren aguas de los lavaderos y baños, y ha causado inconformidad entre ellos y los pequeños comerciantes.
Acusaron poca atención por parte de las autoridades, pues, en algunas zonas de la colonia hay servicios y pueden ser ampliados o mejorados por el Ayuntamiento.
“Urge que el presidente municipal, Juan de Dios Gámez Mendívil intervenga, si las familias cuentan ya con agua potable, entonces pueden y deben tener drenaje sanitario”.
Los vecinos están conscientes de que el agua de los lavaderos y la que usan para realizar los diversos quehaceres afecta a los de la parte baja, pero no tienen para donde echarla.
Melisa Aispuro, habitante de la calle Segunda, comentó que en su caso el agua del lavadero se va a la fosa séptica, pero no sabe cuánto tiempo vaya a durar porque debido a que hay muchas piedras el pozo no se pudo hacer muy profundo.
Además, en la temporada de lluvias la fosa huele bastante mal y corre el riesgo de rebozarse, lo cual sería una fuente de contaminación.
Otra problemática en este lugar es que por el mal estado de las calles no entra el camión recolector de basura, por lo que a la mayoría de los vecinos no les queda de otra que quemar los desechos que generan. Tampoco sube el transporte urbano, por lo que tienen que caminar una empinada cuesta para llegar a sus casas.
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