La población total del municipio según el censo poblacional del Inegi 2010 fue de 52,890 personas. De acuerdo a la medición de pobreza a nivel municipal, el 60.5 por ciento de la población se encontraba en situación de pobreza y el 19.3 por ciento en pobreza extrema. El promedio de ocupantes por vivienda ascendió a nivel municipal a 4.2 personas. La población de 15 años o más analfabeta ascendió a 4,915 personas, de las cuales, 58.7 por ciento residía en las Zonas de Atención Prioritaria (ZAP) urbanas y el 0.5 por ciento en las localidades con los dos mayores grados de rezago social del municipio. Los derechohabientes a servicios de salud ascendieron a 9,670 personas, de las cuales, 56.0 por ciento se encontraba en las ZAP urbanas y el 0.5 por ciento se ubicaba en las localidades con los dos mayores grados de rezago social del municipio.
Covid-19, en su fase 3 en el municipio de Calkiní, sigue obligando a mantener cerrados parcialmente los accesos y salidas en Bécal, Calkiní cabecera, Dzitbalché, Nunkiní, Tepakán e Isla Arena, solo pasan venteros de lácteos, canasta básica, limpieza, medicamentos, gas butano y pobladores, el paso permanece con letreros en mantas y cartelones, piedras, rocas, maderas y vallas metálicas con cadenas y candados para impedir paso vehicular. Todo con la idea de protegerse del contagio del Coronavirus y evitar su propagación. Hasta la fecha en el municipio de Calkiní existen 54 casos acumulados y 12 activos, en Hecelchakán 50 acumulados y 11 activos, en Tenabo 26 acumulados y 5 activos, según los reportes diarios de autoridades del sector salud del gobierno del estado, dado a conocer en redes sociales y otros medios informativos el día de 2 de julio del 2020, a 105 días de iniciado la cuarentena desde el 20 de marzo del 2020.
A inicio de la cuarentena por covid-19, el 70 por ciento de habitantes se siguen quedando en casa, el otro 30 por ciento están en las calles en busca de su sustento diario: vendiendo antojitos, pregonando frutas y verduras, pan, tortillas, mototaxiando, tricicleando, otros más de mandaderos, etc. Actualmente por tercera semana consecutiva nos encontramos en semáforo naranja (del 29 al 05 de julio), la situación se ha empeorado debido a que fuimos embestidos por las ondas tropical número 3 y 4, los ciclones tropicales "Amanda" y "Cristóbal dejando aún más pobreza y seguramente pobreza extrema ya que provocó destrucción de cultivos como hortalizas: rábanos, tomate, cilantros, lechugas, , sandia, calabaza, pepino melón, frutales caídos desde la raíz, se destruyeron flores de ornato, yerbas de epazote, yerbabuena, menta, toronjil, en Nunkiní, Bacabchén, Dzitbalché, Calkini, Chunhuas y demás localidades quedaron bajo el agua, pudriéndose los almácigos y sembradíos por la presencia de insectos chupadores y hongos con siniestro total por humedad de 12 días de lluvia. También se ahogaron aves de traspatio y 70 casas de familias humildes fueron completamente destruidas perdiendo lo poquito que tenían.
En los mercados, tiendas comerciales y demás lugares de primera necesidad se pueden notar venteros y compradores con sus cubre bocas y manteniendo la sana distancia, para poder comprar sus productos haciendo el mínimo de tiempo y olvidarse de sus amigos, familiares y demás. Los parques y espacios de recreo olvidados.
Todo pinta a que nos espera un panorama muy oscuro en los días que siguen: no será pronto que los contagios se reduzcan, mucho menos que termine la contingencia, la recuperación económica y el empleo o el regreso de los ingresos para la mayoría de las familias tampoco, mientras, los que no tienen más que sus fuerzas para trabajar no saben cómo adquirir alimentos para sus familias. Hoy como nunca se resiente y es causa de angustia la injusta distribución de la riqueza que ha dejado sin opciones a los que no poseen más que sus brazos para trabajar, si se le suma la falta de disposición del gobierno federal para atender a los más pobres como había prometido. Y las autoridades parchando las necesidades y resistiéndose a resolver de fondo el problema económico de sus habitantes, mientras hay personas que, unos por ignorancia y otro por ser verdaderos paleros, siguen disimulando la situación y satanizando a los que se atreven a solicitar, así sea respetuosa y pacíficamente, que se les apoye. Urge una distribución verdadera de alimentos, programas de apoyo para los que se quedaron sin nada, sobre todo los más necesitados.
Hace unos días el gobierno del estado de Campeche dio a conocer una serie de apoyos para todas las comunidades, para combatir el desempleo y la falta de alimentos. Así las cosas, pareciera que la solución está muy cerca, pero la experiencia de años nos dice que estos apoyos serán una vez más para unos cuantos. Ojalá que no sea así, porque los ciudadanos tienen que hacer valer su derecho de reclamar lo que les corresponde.
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