Quien haya jugado aunque sea una cascarita de futbol como coloquialmente se le llama o un partido informal y de barrio, sabe la importancia de ponerse de acuerdo, antes de empezar el juego sobre las reglas que regirán el encuentro. En muchos aspectos de la vida deportiva se puede observar la importancia de las reglas y la observancia de las mismas, lo mismo sucede en la democracia que nos rige. Las reglas no se han mantenido estáticas, han cambiado a lo largo del tiempo. Muchas de ellas han sido precisamente una lucha constante de la sociedad en su conjunto.
Lo que menciono viene a colación debido a dos acontecimientos que se vivieron en la últimas semanas; primero, la protesta del precandidato del PAN a la gubernatura Víctor Fuentes, que se registró para la alcaldía de Monterrey y que realizó una protesta en las instalaciones de la Comisión Estatal Electoral el día 15 de marzo, para pedir que ya se aprobara su candidatura y tachó las acciones afirmativas como ilegales; segundo, la cancelación por parte del Instituto Nacional Electoral (INE) de 49 candidaturas del partido Morena, entre ellas la de Félix Salgado Macedonio, candidato a la gubernatura de Guerrero, por no reportar sus gastos de precampaña.
La democracia, que se supone al servicio del pueblo, está llena de reglas que, quienes hayan aceptado participar discuten y firman, y se supone que están de acuerdo con las leyes que regirán las próximas elecciones. A nivel nacional es el INE quién está encargado de velar que se cumplan y se supone que en dicho organismo están representados todos los partidos existentes en el país o en el Estado del que hablemos.
Hay lineamientos para el registro de candidaturas, la distribución de los diputados federales, que esos mismos representantes acordaron realizar. Por ejemplo, si hablamos del motivo por la cancelación del registro de los 49 candidatos es como meter mano en el futbol, lo cual está prohibido. Todo ello está escrito en el INE, pero lo único que deja ver, es que es la misma vesania del presidente, que cree que todas las cosas que él hace están bien hechas y que no necesitan explicación ni informarle al público, como a donde se fue el dinero que nace de nuestros impuestos. Por supuesto que ellos pueden apelar, ante otra instancia o en su locura querer desaparecer el INE, pero el orgullo los aniquila.
En el caso de Nuevo León, las cosas estaban claras desde el principio. La Comisión Estatal Electoral de Nuevo León (CEENL) publicó los lineamientos para el registro de candidaturas, en donde se aclaraban los plazos, los requisitos y las acciones afirmativas que se necesitan emanadas de las leyes publicadas y aprobadas, a las que la Comisión sujeta sus lineamientos. En ese mismo documento establece que sólo podrán realizar la campaña los candidatos registrados ante ese organismo. En este sentido, los culpables de que no iniciara la campaña fue el partido que lo postuló.
Creo importante remarcar que lo único que demuestra los gritos y pataleos de los que actualmente ostentan el poder, es simplemente el orgullo, su filosofía de autodenominarse como perfectos y que, por tanto, tienen derecho a hacer y deshacer lo que se les antoje con las instituciones. ¡Al diablo las instituciones! En el caso de Morena, ellos no tienen excusa porque tuvieron todo el tiempo necesario para hacer las modificaciones correspondientes a la ley, como lo han hecho con otras leyes e instituciones que fueron fruto de una larga lucha de amplios sectores de la población.
Aunque la democracia se autodefina como el gobierno del pueblo para el pueblo. Nosotros sabemos que esta democracia también está sujeta a los caprichos del poder. Recordemos que hace poco menos de un año, a nuestra organización en el estado de Puebla, le fue negado el registro de un partido político estatal, a pesar de cumplir con todos los requisitos que marcaba la normativa. Lo mismo sucedió con los partidos a nivel nacional postulados por la oposición en México.
En este sentido, los morenistas siempre alegaron fraude cuando los resultados no los favorecieron y apelaron ante los tribunales competentes para que se revirtiera y se volviera a hacer la elección, pero cuando ganaron y los demás partidos aceptaron, no dijeron nada. Aceptaron las reglas del INE, con todo lo que les favoreció, ahora que están en el poder y que quieren conservar el poder a toda costa, se lanzan contra los árbitros, que pueden no ser perfectos, pero es lo que hay.
La duda es, qué pasará si los resultados no los favorecen, que es lo que puede suceder. Y es algo que no deseamos a nadie, porque ellos aceptaron estas reglas y si no están de acuerdo con lo establecido, pueden convocar a un congreso constituyente o modificar las leyes a su antojo, pero no tienen derecho a negar los resultados y las reglas que ellos juraron defender. La anarquía, es por supuesto, un instrumento de los poderosos que buscan que prevalezca la ley del más fuerte.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario