Para ser bueno no basta con decir que se es bueno. Tampoco es suficiente que otros lo digan, cuando la realidad comprueba lo contrario y, finalmente, puede alguien ser bueno; sin embargo, si se le pide que haga algo malo y accede, deja de ser bueno en esa medida. Algunos texcocanos han tenido en un buen concepto a la maestra Delfina Gómez que hizo su aparición en la escena política en Texcoco en el año 2009, pues antes se le conocía por ser maestra de la escuela que está a un costado de la presidencia municipal: Nezahualcóyotl. Impulsada por el hoy Senador Higinio Martínez, con los colores de Movimiento Ciudadano, partido al cual nunca había pertenecido la maestra Delfina, se hizo presidenta municipal de Texcoco sin más experiencia que la de ser directora escolar. Para muchos, con eso bastó; sin embargo, se mostró que efectivamente ello no fue bastante, pues Texcoco no salió de su atraso. Por el contrario, para muchos, así me lo platicaron, el papel de la maestra fue esencialmente el de poner una figura decorativa en la presidencia y manejar el poder con otros.
Para corroborar que esto que digo es cierto, en la primera reunión de negociaciones que tuvimos como Movimiento Antorchista de Texcoco, con la maestra Delfina Gómez ya como presidenta, le planteamos que ella nos ayudara con la construcción de la barda perimetral de la escuela mientras nosotros gestionaríamos a nivel estatal y federal el apoyo para la construcción de un aula y una techumbre en una secundaria en la colonia Leyes de Reforma. A la maestra Delfina le pareció sensato el planteamiento (porque lo era) y estaba a punto de aprobar la demanda; sin embargo, cuando volteó a ver al entonces secretario del ayuntamiento para tomarle su parecer, éste le dijo que “habrían de discutir el tema en corto”, es decir, le cortó las alas a la presidenta y ni una obra realizó de las que le pedimos y que se justificaban plenamente. Ahí me di cuenta de que la presidenta municipal “no se mandaba sola”, no tenía el poder, sino que tenía que “solicitar permiso o recibir línea” para poder actuar.
Pues recibió línea; sin embargo, no alcanzó a ver la maestra Delfina las consecuencias de la orden o mandato que le pidieron cumplir: solicitar a una determinada cantidad de trabajadores donar el 10% de su salario a las cuentas del famoso GAP (Grupo de Acción Política), encabezado por Higinio Martínez. Cuando fue candidata a gobernadora del Estado de México, salió a relucir el tema, pero en general se minimizó por Morena y, en parte, ayudó a la derrota de la Maestra. El tema vuelve a la palestra nacional porque el INE impuso una sanción a Morena, que la autoridad judicial ratificó recientemente con una multa por más de 4 millones y medio por haber omitido los ingresos recibidos entre 2014 y 2015 mediante un sistema de financiamiento paralelo. La Comisión de Fiscalización del INE verificó que parte de esos recursos fueron a parar a Morena. Ese es el gobierno de los incorruptibles, de los puros, de los limpios, de los que tienen “fuerza moral”.
Al terminar su presidencia, la maestra Delfina se hace Diputada Federal y luego entra al Senado de la República; el presidente morenista López Obrador la manda llamar como “superdelegada” en el Estado de México y luego como secretaria de Educación, pese a las fuertes críticas recibidas por su notable falta de preparación para tan importante puesto. Aquí llama la atención que el presidente morenista, Andrés Manuel López Obrador, lejos de reconocer el error de la Maestra Delfina y destituirla de su cargo, dice que sus colaboradores son “honestos”, pero en esta ocasión se prueba que no es así y que, por tanto, el presidente miente y, en segundo lugar, se revela un acercamiento (otros dicen “cooptación”), del presidente López Obrador con la Maestra Delfina que pretende disputarle el poder de Morena del Estado de México a Higinio Martínez, por lo cual ha sonado como la candidata de Morena a la gubernatura del Estado de México en el 2023. Ello contrasta con las aspiraciones de quien le diera poder en el inicio de su carrera política a Delfina Gómez, es decir, Higinio Martínez. ¿Qué pasó? ¿Se pelearon? ¿Los negocios del aeropuerto de Texcoco y la decisión del presidente de cancelarlo enfrentaron a Morena de Palacio Nacional con Morena del Estado de México de Higinio?
Sólo el tiempo nos lo dirá y ello se verá en la boleta a la gubernatura por el Estado de México en el 2023. Ante esto ¿cómo debe actuar el pueblo? Sin esta sanción habría pasado desapercibido el incidente o se habría minimizado socialmente. Estas acciones le deben hacer ver al pueblo que Morena es corrupta. Que no es cierto eso de que los morenistas tienen “fuerza moral”, que, en buena medida, como dice el pueblo, “son la misma gata, nada más que revolcada”, es decir, que hacen justamente todo lo que criticaban. Se trata de un quítate tú para ponerme yo y seguir robando, engañando al pueblo y usando los recursos públicos para fines electorales, que era justo lo que antes criticaban. Se trata de mentir, robar y traicionar diciendo que no se miente, no se roba y no se traiciona.
Como se ve, sólo cambian los colores, pero no la esencia: sigue habiendo corrupción y corruptos en Morena; hace falta transparencia en ese partido y, como queda claro, sigue haciendo falta un partido político que realmente represente los intereses del pueblo de México y que esté representado por el pueblo de México. Los partidos políticos de hoy sólo sirven como plataforma para que los políticos de México, que antes estaban en otros partidos, ahora sigan en el poder medrando de él y, en muchos casos enriqueciéndose con base en el poder.
La base social para la construcción de ese partido es el Movimiento Antorchista Nacional y aunque se trata de una obra monumental, verdaderamente limpia y sensata, que no se construye en un día, como Roma no se construyó en un día, el pueblo debe saber de su existencia y que representa su futuro. Debe, por tanto, educarse y organizarse en el Movimiento Antorchista y ser parte del proyecto de cambio profundo y verdadero, pues no basta con ir a las urnas una vez cada tres o seis años a votar, hace falta que el pueblo tome en sus manos el poder, gobierne y haga de México una patria más justa, más limpia, más soberana, más equitativa y mejor para todos.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario