MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Los jornaleros agrícolas siguen esperando la justicia prometida por la 4T

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En México existen tres millones jornaleros agrícolas según la (Red de jornaleros y jornaleras agrícolas), hombres y mujeres que solo tiene sus brazos para laborar en el campo por un salario, salario que la mayoría de las veces no les garantiza ni lo más elemental, la alimentación de su familia.

Los mexicanos diariamente nos sentamos a la mesa a tomar nuestros sagrados alimentos, y lo hacemos muchas veces sin reflexionar que detrás de la producción  de ellos está el sufrimiento de miles nuestros compatriotas que tienen que trasladarse a lugares y cultura que le son ajenos, y a enormes distancias de sus hogares, pasando hambre, frío e inseguridad por todo tipo de delincuencia.

El flujo migratorio de los jornaleros agrícolas es mayoritariamente de sur a norte del país. Sinaloa, Sonora, Baja California y Chihuahua son los principales estados que absorben la mano de obra de los jornaleros agrícolas, pues ahí se concentra mayoritariamente la agricultura capitalista, la dedicada principalmente al mercado extranjero.

Salarios bajos, largas jornadas de trabajo, falta de  seguridad social y hacinamiento e insalubridad donde habitan  temporalmente, son el drama de todos los días para estos hombres y mujeres que generan miles de millones de divisas para el país (7 336 millones de dólares), y de miles  de toneladas de alimentos para los mexicanos.

Estos padecimientos no son nuevos, llevan  décadas de ser soslayados por los  gobiernos federales y estatales  en turno, y aun cuando el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, prometió mejorar la situación de este sector social, a más de tres años de su gestión, lejos de mejorar la vida de los jornaleros migrantes y aún locales de cada estado, ésta ha empeorado.

El gobierno de la 4T  les quitó los apoyos de traslado de su lugar de origen a los campos agrícolas del norte y noroeste del país; los comedores,  guarderías y escuelas de nivel básico en dichos campos y los patrones capitalistas fieles a su afán de ganancia, poco les importa estas necesidades, a ellos solos les interesa que rindan más trabajo por menor paga.

El sindicalismo que de manera formal agrupa a estos trabajadores, son en realidad sindicatos charros, que se dedican a proteger los intereses de los patrones capitalistas, a cambio de recibir migajas de las cuotas patronales.

Urge sembrar en la conciencia de los jornaleros agrícolas la idea de un mundo mejor para ellos, sus hijos y demás trabajadores del país. Empezar a dar la lucha por sus demandas más sentidas, en este caso un salario digno, que se les otorgue el seguro social y el derecho a una pensión, derechos básicos que ya se encuentran en nuestra Carta Magna,  pero que son letra muerta para ellos.

Pero esto no se logrará si permanecen desunidos, desorganizados y aun apáticos a su propia defensa ante este injusto sistema económico que ha logrado someterlos no sólo a una explotación inhumana, sino hacer que se resignen a aceptar la vida tormentosa que llevan. Urge que tomen conciencia de que un mundo mejor es posible y se dispongan a luchar juntos con los demás trabajadores para cambiar su situación, hoy la frase marxista "los obreros nada tienen que perder, más que sus cadenas; en cambio tienen un mundo que ganar" está más vigente que nunca. En Antorcha tienen su lugar de lucha.

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