En los últimos años los medios de comunicación se han adaptado al avance tecnológico, han tomado muy en serio su papel predominante entre la sociedad y han evolucionado conforme al desarrollo y necesidades del ser humano. Hoy en día se han vuelto tan indispensables y han facilitado la información a tal grado que ya no podemos imaginarnos una vida sin información de otros países, lugares lejanos o cercanos. Han avanzado a tal grado que su efectividad de comunicación, ha revolucionado sus características: informar en el lugar y en tiempo real.
Con este avance en la comunicación, los contenidos han marcado una sociedad, sus gustos e intereses, su manera de cómo actúan y han establecido mundos fantásticos, muchas veces difíciles de alcanzar. Si bien es cierto, no existen estudios suficientes que demuestren, por ejemplo, la verdadera influencia que tiene la televisión para educar a las masas, pero es claro que cumple su papel determinante, como representante de la clase dominante, que cumple con difundir sus gustos e intereses.
Los medios de comunicación como la televisión, la radio, los periódicos, el internet con la aparición de las redes sociales, encargados de difundir y crear contenidos muchos de estos publicitarios, programas de entretenimiento, noticias, revistas, etc., han logrado gran aceptación entre el público, a tal grado de poder incursionar en los temas del interés social.
Por ejemplo, temas tan sonados entre el medio futbolístico o de la farándula, que se han colado, logrado aprobación en el mundo político, dos grandes sectores “aparentemente diferentes”. Por un lado, el encargado de la diversión y el entretenimiento (algo ideológico e imaginario) y por el otro, un sector tan importante para la sociedad, algo más real: la política. Ambos temas parecieran no estar ligados; sin embargo, nos damos cuenta que sí, por ejemplo, el caso del gobernador Cuauhtémoc Blanco, quien siendo una figura pública logró la aceptación de miles de habitantes del estado de Morelos, quien ganó las elecciones para gobernador en 2018.
Aun cuando este personaje del mundo futbolístico fue criticado por no contar con estudios superiores o de licenciatura (aunque esto pudiera no influir en su aceptación), lo que sí influyó fue su larga trayectoria como futbolista profesional, pues fue unos de los mejores goleadores en la historia del futbol azteca, obtuvo el mayor número de anotaciones en la historia de la Copa FIFA Confederación, estos logros también lo convirtieron en uno de los personajes más reconocidos en toda la república y apreciado por un sinfín de mexicanos.
Pero en la política y en los medios de comunicación nada es coincidencia, se trata de personajes públicos o también llamados líderes de opinión que, aprovechando su fama y su aceptación, lograron obtener el poder, aun cuando se sabe de su inexperiencia sobre cómo llevar a cabo una política que beneficie a su gobernados. Pero este no es el único caso, existen muchos más, por ejemplo, la publicidad vendida por nuestro ex presidente Enrique Peña Nieto, la exdiputada Carmelita Salinas, Sergio Mayer, el muy famoso y escandaloso Alfredo Adame, de todos estos personajes su único medio de resaltar su presencia fueron los medios de comunicación. Un caso más en concreto también fue el gobernador de Nuevo León, quien gracias a toda la propaganda realizada logró posicionarse entre el favoritismo de su población.
Sin importar cómo nos vendan las ideas o a quiénes nos pongan enfrente, estas siempre impondrán los intereses a través de los grandes medios de comunicación que pertenecen a la clase dominante, de ahí su nombre “Cuarto Poder”, pues determinan el dominio para tratar asuntos sociales y políticos, aquellos que mejor les convenga.
Esto no podría resultar sorpresivo, porque su inversión es cada vez más grande y su poder más expansivo, tanto como para silenciar voces, tergiversar verdades y ocultar acontecimientos. Pero de toda esta información, los medios no siempre tienen el poder absoluto, pues todavía quedan medios como el internet y las redes sociales que pueden accionarse, pero estas solo responderán a un número importante de personas que denuncien el mismo acontecimiento.
Por eso, no debemos echar en saco roto estos medios y menos aún minimizar su importancia, como tampoco podemos tomar por cierto toda la información que nos presentan los medios de comunicación, pues el criterio de la verdad y el comportamiento de la sociedad siempre debe juzgarse bajo circunstancias objetivas y con relación a sus problemas. Nuestro llamado es a mantener bajo criterio toda información que líderes políticos y figuras públicas nos dan a conocer, más ahora que es tiempo de presenciar elecciones.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario