MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Los niños de México, víctimas del capitalismo 

image

Nicolás Romero.- Al estar inmerso dentro del sistema capitalista que prioriza las ganancias por encima de los satisfactores sociales, México es uno de los países de América Latina con mayor desigualdad en la región debido a que el 10 por ciento de la población concentra el 59 por ciento de los ingresos del país, mientras que el 1 por ciento agrupa el 29 por ciento de los recursos que se producen socialmente, de acuerdo con el Informe Regional de Desarrollo Humano 2021 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), mantiene al pueblo trabajador  con bajos salarios, sumido en la pobreza, con desnutrición, falta de educación, seguridad social y en la inseguridad, factores sociales que influyen en el desarrollo y la vida de millones de niños que durante esta administración federal sucumben ante la inercia de una sociedad adormecida e inerme ante un gobierno que se enfoca en continuar en el poder a expensas de la demagogia y las falsas promesas.

Por ello, más de la mitad de las niñas, niños y adolescentes menores de 18 años, en México vive en situación de pobreza con altos índices de carencias, al grado que según el Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2022 del Coneval dice que el 50.3 por ciento de esta población se encontraba en situación de pobreza en 2018, y para el 2020 subió a 52.6 por ciento. 

Asimismo, la pobreza extrema infantil subió del 8.7 por ciento en el 2018 al 10.6 por ciento en el 2020, lo que significa que 3.9 millones de niñas, niños y adolescentes viven con un ingreso insuficiente para adquirir la canasta alimentaria y con por lo menos tres carencias sociales.

Al respecto, el Coneval identificó que siete de cada 10 niños, niñas y adolescentes, en 2020, contaban con al menos una carencia social, entre las que destacan que el 58 por ciento de los niños carece de seguridad social, el 27.5 por ciento se encuentran sin acceso a servicios de salud y más del 25 por ciento sobreviven sin un acceso a la alimentación nutritiva y de calidad. Porcentajes que de acuerdo a la institución se han incrementado durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. 

Pero los datos duros son más preocupantes; de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018, existen 881 mil 752 niños con desnutrición crónica en el país. 

Asimismo, según datos de la Unicef, más de 4 millones de niños, niñas y adolescentes no asisten a la escuela, mientras que 600 mil más están en riesgo de dejarla por diversos factores como la falta de recursos, la lejanía de las escuelas y la violencia. 

Además, los niños y niñas que sí van a la escuela tienen un aprovechamiento bajo de los contenidos impartidos en la educación básica obligatoria. Y solamente dos de cada cinco adolescentes que viven en pobreza extrema continúan su educación más allá de la secundaria. Por otra parte, en los últimos cinco años aumentó 74 por ciento el número de mexicanos de 6 a 14 años que no asiste a la escuela. Mientras que en 2015 un 3.5 por ciento de menores de edad no recibía educación, para 2020 el número de menores en rezago educativo aumentó a 6.1 por ciento, así lo reveló un comparativo del Índice de Rezago Social 2015 y 2020, del Coneval. 

De igual manera, según las cifras del instituto, en su reporte de la Medición de la pobreza 2018 - 2020, indica que 21.5 millones de niñas, niños y adolescentes en México no tenían acceso a la seguridad social, ni de manera directa ni por parentesco. 

Pero hay dos peligros más inminentes que atacan y absorben a la niñez mexicana y estos son la delincuencia e inseguridad: por un lado, en México hay por lo menos 30 mil niños y menores de 18 años que cooperan activamente con la delincuencia organizada en actividades que van desde la extorsión y el tráfico de personas hasta la piratería y el trasiego de drogas, de acuerdo con el organismo social Tejiendo Redes Infancia, quien afirma que esos grupos generalmente se aprovechan de la situación de pobreza y miseria en la que están los niños y adolescentes, a fin de ofrecerles dinero a cambio de cooperación en sus actividades. 

De 2021 a 2022 han aumentado los delitos contra niñas, niños y adolescentes al pasar de 27 mil 801 a 33 mil 221, de acuerdo a las cifras de incidencia delictiva del fuero común del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad (SESNSP), que aduce que los delitos que más se cometen contra la niñez y juventud mexicana son corrupción de menores, extorsión, homicidio, feminicidio, lesiones y trata de personas. 

Datos que se complementan con que cada 24 horas desaparecen 5 menores de edad en promedio, desde que inició el gobierno actual, ya que estadísticamente desde el pasado 1 de diciembre de 2018, a la fecha, en los 53 meses que van de la actual administración han desaparecido un total de 7 mil 531 personas de 0 a 17 años, de acuerdo con el informe reciente del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas.

Esos hechos indican, como lo ha señalado el Movimiento Antorchista desde su fundación hace 49 años, que mientras que persista el sistema capitalista, éste generará y ampliará la brecha de desigualdad que existe entre ricos y pobres, al permitir que unas pocas manos se apropien de la riqueza social del país, mientras que la gran mayoría del pueblo, incluidos los niños y jóvenes, sobrevive en la pobreza, en la marginación, carente de servicios sociales, educativos, así como culturales y, además expuesta al hambre, a la delincuencia y a la inseguridad.

Problemas sociales que se pueden restringir y delimitar si el gobierno instrumenta un cambio estructural basado en las cuatro propuestas económicas que ha planteado el Movimiento Antorchista en voz de su dirigente nacional el Ingeniero Aquiles Córdova Morán, que conllevarían a un reparto equitativo de la riqueza social que transformaría la realidad de millones de hombres, mujeres, adolescentes y niños. 

Un verdadero cambio estructural que se basa en: 1. – la creación de fuentes de empleo formales que brinden derechos laborales, acceso a servicios de salud, a vivienda, a una pensión para la vejez o ahorro para el retiro, entre otros beneficios, 2. – salarios bien remunerados con los que se pueda adquirir en su totalidad la canasta básica y no básica para una familia de cuatro integrantes, 3. – la implementación de una política fiscal progresiva que cobre impuestos al ingreso, lo que haría que los grandes industriales, al ganar más, paguen más impuestos y por otro lado de la balanza que los obreros, al ganar poco, paguen menos o incluso se les exente y, 4.- que lo recaudado, es decir el gasto social, se aplique en la construcción de infraestructura social, educativa, recreativa, deportiva y cultural en beneficio del pueblo trabajador. 

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más